latecleadera

martes, 6 de mayo de 2014

tintinologos.....¡FILIBUSTEROS! ...¡TROGLODITAS!.....



Fueron varias las tardes que dedique en mis años mozos  en la biblioteca del pueblo,  solitario como una lombriz  ya que ni la bibliotecaria estaba presente (probablemente coqueteando con los policías de la estación cercana,  digamos que por cuestiones de vecindad ellos protegían aquel templo de lectura)  a leer y releer  unos delgados libros amarillos  con aroma a papel nuevo.  Era una colección incompleta de las historietas de tintín, de editorial juventud y en pasta dura.  Desde el primer momento que las tuve en mis manos ejercieron sobre mí un hechizo particular,  mi contacto con el mundo del comic se limitaba a los ocasionales complementos  dominicales de el espectador- los monos-  que llegaban por casualidad  y a alguna revista de Kaliman o Arandu de fecha indeterminada.
 

Para la mente de un niño podían ser historias densas, la mayoría de ellas  de 62 páginas subdivididas en rectangulares y homogéneas viñetas, en donde la mitad  eran ocupadas por los globos de dialogo, pero en ocasiones, saltándome las letras,  solo me dejaba llevar por la fluidez de los dibujos, por lo  realista de sus escenarios  y por aquellas situaciones  en momentos inverosímiles, otras de suspenso  y otras de franca comicidad;  más de una vez ahogaba una risotada al ver las expresiones estrafalarias y grotescas de algunos personajes,   y en una única ocasión fui expulsado de aquel sitio cuando junto a algunos compañeros de escuela soltamos carcajadas descaradas al ver las jugarretas de milu y un chivo malgeniado.   Como todo lector medio, siempre pasó por mi mente la idea de robarme alguno de aquellos ejemplares, pero los editores, todos ellos sabios, previendo esto, crearon las historietas en un formato extra grande que no pasaría  desapercibido en cualquier morral escolar.  Años después, y gracias al internet,  tuve la oportunidad de tener a mi alcance la colección completa de Herge, desde tintín en el país de los soviets, hasta tintín y el arte-alfa.  Luego me aventuré  por las aventura de Jo, zette y jocko, quike y  flupi;  Y por último versiones piratas y apócrifas como tintín vs Batman (donde muere milu) o la vida sexual de tintín o tintín en Tailandia.  Cayendo de esta manera en el maravilloso mundo de la tintinologia (a la fecha ya tengo cuatro álbumes  amarillos y con olor a nuevo, como los de la biblioteca)  Luego vino la película de Peter Jackson, acorde a las historietas y con una estética y efectos notables.  Pero luego de verla, sentía que algo no cuadraba, que a pesar de todo, nunca lograba esa relación íntima que se daba entre el libro y el lector. Días después  conocí la causa (una de tantas).  La línea clara;  aquella escuela belga de dibujo cuyo fiel representante era el propio Herge.  Los dibujos de líneas continuas y precisas, con ganancias lineales que solo aparecían muy de vez en cuando, su grosor estándar tanto en primeros como en segundos planos, la ausencia de sombras y difuminados,  la inexistencia del enfoque en primer plano, los colores básicos, fuertes para los personajes principales que resaltaban su ser en cada viñeta, aquella minuciosidad en los detalles y formas, y el obligado movimiento de los dibujos en dirección izquierda derecha  siguiendo el patrón de lectura, me dieron a entender el porqué de aquel mágico primer impacto.   Tintín había sido hecho para el  disfrute visual,  atraía la mirada del niño cual sonajero musical,  tan solo era dejarse llevar por un hilar de colores, escenas jocosas, gags  e historias de no querer acabar….. En fin, cosas de aficionados, y como diría Serafín latón “tiene gracia”…..el que entendió,  entendió….

2 comentarios:

  1. A Tintín también lo conocí gracias a la biblioteca del colegio, me la pasaba muchas veces todo el tiempo del recreo, una vez había desayunado, allá metido en la biblioteca leyendo todo lo que más podía.
    Todo un maestro el Hergé. He leído también al respecto de la clase de dibujo que él hacía, de líneas precisas y uniformes. También he leído que lo critican por racismo, ya que era frecuente ver que los personajes de raza negra eran mostrados como casi unos simios de enormes labios y no menos grandes ojos. Al igual que los indígenas u otros aborígenes de distintas partes del mundo eran también caricaturizados.

    Uno de los personajes que más recuerdo es al Capitán Haddock y también a los gemelos detectives. También recuerdo mucho a una cantante de ópera narizona y toda emperifollada que solía romper todos la cristalería y las ventanas de sus inmediaciones.

    No olvidar mencionar lo fantástica y fiel que fue la serie animada de mediados de los 90. Muy buen trabajo el que se mandaron.


    PD: ¿Milú muere peleando contra Batman?

    ResponderEliminar