Hay días en los cuales uno hace
limpieza y actualización de la billetera, elimina recibos de hace siete meses,
recibos de cajero del día de pago, papelitos con números de teléfonos sin nombre, tarjetas de presentación,
desprendibles de publicidad de brujos y brujas (se guardan por si las moscas) y
dependiendo de la época de vida, se puede reemplazar el condón que ya huele a
sudor de nalga o reacomodar la credencial que una chica por obligación nos regaló en el colegio el día del amor y la
amistad. Pero algo que de una u otra
manera estuvo, esta y espero estará, son las láminas de chocolatina JET, esos papelitos rectangulares con imágenes a
todo color en una de sus caras y en el reverso una explicación clara, completa
y verídica ("el cielo y la tierra pasaran pero las verdades de las laminitas no pasaran" reza una inscripción maya en un templo egipcio del Perú).
Desde la escuela empecé la titánica tarea de completar el álbum de
historia natural, pasando por el colegio, la universidad y actualmente el
trabajo, donde cada que puedo me embolsillo la primera que vea por ahí (había
que recolectar como mil envolturas para reclamar un álbum). Estas laminas fueron la moneda local de la infancia,
con ellas se compraban productos y
servicios, se traficaba, había casas de cambio clandestino y al mejor estilo de
los abuelos, se guardaban los excedentes en algún baúl o debajo del colchón. Podría ser una leyenda urbana, pero se decía que
si se llenaba el álbum, este se podía canjear por 500 o mil pesos en los
camiones de reparto, nunca se supo de alguien que lo hiciera, bien porque nunca
se pudo llenar el álbum, o porque tenía uno que ser muy pendejo para cambiarlo
por tan poco.
Llenarlo fue una de las
actividades propias de la infancia y la juventud, tan importantes como la
primera comunión o levantarse la vieja buena de otros grados. Pero como en todo álbum, siempre existía la lámina
que nadie conseguía. Podían pasar años
sin que aparecieran y a diferencia de
las nuevas, las viejas (las láminas) no tenía su imagen atenuada en el álbum,
como secreto de alquimista solo la conocía quien la tenía en sus manos, y
saber de su existencia era todo un suceso, por regla general eran los tipejos
de los grados superiores quienes las conseguían, no me quiero imaginar los métodos
de tortura utilizados para el fin, así que si por cosas del destino, caía en mis
manos una de aquellas, con cuidado religioso se pegaba con la línea de colbon
(y solo colbon ningún otro pegante) y en la seguridad del hogar se repetía una
y otra vez “mi precioso, mi tesoro”. A los
años supe que existía un plan maquiavélico por parte de la compañía nacional de
chocolates, ellos, resguardados en unas torres oscuras de chocolate, distribuían
las láminas por regiones o localidades, de modo que si en mi pueblo era el pitecántropos
o las inundaciones las imposibles de encontrar, en otros pueblos o ciudades
eran la luna o la chinchilla que yo tenía por montón.
Nunca lo pude llenar, y siendo honesto, creo que aún no sé cómo son dos o tres laminitas, pero el álbum sigue en pie, después de sobrevivir a trabajos de biología y física de la escuela y el colegio, al saqueo esporádico de algunos amigos y al efecto propio de los años sobre el papel.
¿Qué tan difícil sea llenarlo
hoy?? No lo sé, que día visitando fugazmente el mercado de las pulgas vi dos o
tres sitios donde vendía y cambiaban laminas, pero se pierde la emoción, de
destapar la chocolatina, comerse el chocolate antes que se derrita, voltear
el papelito blanco y ver allí la hijuemadre lamina que siempre se ha
necesitado.
Como dato de cultura general han
existido varios tipos de álbumes; el primero salió en 1962 llamado "la conquista
del espacio" y "autos jet", luego salió otro en 1963, "banderas y uniformes" luego
otro en 1964, "el hombre y el mar". Por
lo visto estos no tuvieron mucho auge, nunca vi a mi abuelo pegando laminitas con
colbon cuando llegaba del trabajo en la finca ni a mis padres tampoco, tal vez
estaban ocupados criándonos. El álbum de
historia natural salió en 1968 y estuvo inalterable hasta 1999 cuando tuvo
cambio de imagen y adicionaron algunas laminas (y quitaron otras) lo cual fue un despelote pues había dos soles
para un solo lugar, y otras ya no estaban. "El mundo de los animales" llegó en el 2007 y cuando ya casi lo llenaba lo
sacaron de circulación y entraron los "animales prehistóricos y en peligro de extinción" en el 2011 que igual solo duró dos años pues cuando ya estaba a pocas
lagartijas de llenarlo apareció la nueva versión "planeta sorprendente", ojala que a este si lo
dejen unos 15 o 20 años para ver si al fin completo uno.
Hermosos recuerdos llenando el álbum clásico. Con mi hermano logramos llenar uno.
ResponderEliminarNo tenía ni idea de la existencia de esos otros álbumes que fueron menos populares, sí me gustaría llegar a verlos.
Pongo por aquí un enlace a un pdf que publicó Nacional de Chocolates donde puede uno ver el álbum completo, pero no es exactamente el álbum original completo porque la portada no es la original y faltan las páginas y fichas de inicio de capítulo (esas que decían por ejemplo, Geología, Biología, Astronomía), además que hay una molesta barra de publicidad en cada página. Pero algo es algo, y le sirve a los que nunca lo pudieron ver completo:
http://www.mediafire.com/view/2nhnabli7vp5cj7/Album_Historia_Natural_[Jet].pdf