latecleadera

viernes, 30 de diciembre de 2022

Subir al cerro del Pacandé


 Todos los que crecimos en el departamento del Huila tenemos grabado en lo más profundo de nuestra mente el estribillo de una canción que era obligatoria en las izadas de bandera en la escuela:

"Al sur, al sur, al sur, del cerro del Pacandé..."

El nombre de este cerro también ha servido para designar hoteles, restaurantes, fincas, centros recreacionales y cuánta cosa que se quiera adornar con cierto toque de folclor típico del Tolima grande.

Llevaba años con la idea de subir esa montaña, que sobresale en el valle ardiente del Magdalena cuando uno transita la vía hacia la capital nacional 

Así que aprovechando el impulso senderista post pandemia armé viaje con el único amigo que estaba desprogramado un domingo y muy a las 10 de la mañana estábamos en el punto de inicio de ascenso.

martes, 29 de noviembre de 2022

Humor blasfemo.

 


Como ya casi se acaba noviembre y debo subir algo al blog (por exigencias de los accionistas y la administración...que soy yo) mientras limpio la memoria del celular, aprovecho para no dejar en el olvido de la papelera de reciclaje estas emotivas, divertidas y condenatorias imágenes que tenía guardadas desde hace años, a la espera de utilizar en alguna publicación de un hipotético ciber creyente.

Sin más explicaciones aquí dejo esto y que Dios me proteja de esos asuntos de derechos de autor.

domingo, 30 de octubre de 2022

Mitología senderista en tik tok






Tik Tok es sinónimo de superficialidad pura, el culmen del inicio de la decadencia de la civilización actual.  Es el sitio donde muchos sueñan ser, finalmente, el humorista que por pena nunca dejaron salir, el o la desvergonzada (maldito lenguaje inclusivo) que por hipócrita pudor siempre mantuvieron oculto, la reina del baile que nunca existió, el héroe de la película que nunca se rodó...en fin, tik tok es la red social que nos libera de la vergüenza gracias a una nueva máscara que en realidad no existe...algo así como el cuento del rey desnudo.

Por estos motivos y como era de suponerse, yo debía estar ahí.

Como no soy divertido ni simpático; como aun dudo si sea conveniente abrir mi cuenta de only fans y volverme absurdamente millonario a expensas de mi cuerpo, y como no se bailar y menos actuar...pues aprovecho que sí salgo a caminar y hablo de cosas que por obligación debo y tengo que saber...mitología.

Sin mas preámbulo, dejo el enlace del video de YouTube, sobre los videos de tik tok que hasta la fecha he subido, para poder liberar un poco de espacio del celular y de paso no dejar el mes de octubre en blanco en este blog.

No esta de mas decir que tik tok es una red absurdamente versátil y eficiente:  una entrada de este blog, a no ser que ocurra algo extremadamente extraordinario no pasa de las 100 vistas en varios meses.  Un video de YouTube tiene una progresión leennnnnnta (en mi caso), unas tres o cuatro vistas diarias en los contenidos del canal.  Una vez hago el tick tock, a las 12 horas el numero de vistas supera las 200...en fin...tik tok es el futuro.

miércoles, 7 de septiembre de 2022

Hablemos de ufología (parte I)

 


Llevo meses o tal vez años posponiendo el tema, pero ante el compromiso de escribir todos los días, pues no ví una mejor excusa para hacerlo.

La ufología es de esos gustos absurdos a las cuales uno les dedica tiempo en la vida; como con el fútbol, la política, la religión, el tinto con pan o cualquier cosa de esas que forman el diario vivir.

Guarda una increíble semejanza con todo el andamiaje tanto teórico como funcional que utiliza cualquier religión, y como tal, puede tomarse con la seriedad propia del más profundo místico budista hasta con lo más ridículo que pueda llegar el discurso de un pastor evangélico.

martes, 6 de septiembre de 2022

Caminando entre abejas

 


Algo bueno que me dejó el encierro de la pandemia, fue la costumbre de escaparme todos los fines de semana fuera de la ciudad, de las clínicas, los carros, la algarabía y la gente en el sentido más general (el infierno son los otros, escribió cierto filósofo).  En otra oportunidad escribiré sobre las implicaciones fisiológicas y metafísicas que implica perderse por horas en tierras agrestes y solitarias,  ahora solo dejo este video como una pequeña muestra de lo que es alejarse del camino.



lunes, 5 de septiembre de 2022

Belleza post mortem (cinematográfica)

 


Por regla general zombi que se respete debe tener una apariencia repugnante. Y entre más descompuesto, ágil y agresivo sea, más alto estará en  el ranquin de la zombilogía.

Pero no siempre las cosas fueron así.  Salvo algunas vergonzosas cintas contemporáneas, la deshumanización y desbealdificación de nuestros hambrientos monstruos no fue necesariamente un precepto insalvable.

En la época dorada del cine zombi que abarcó gran parte de la década de los ochenta e inicio de los noventa, era usual que alguno de estos personajes, - siendo más específicos -  alguna muerta recién resucitada, aun conservara sus encantos a flor de violácea piel.  Como era norma por aquellas épocas, si no existía un desnudo femenino en una cinta, no era algo digno de rememorar…y bien nos puede llegar a nuestra memoria la imagen de aquella blanca chica punk bailando, como mi dios la trajo a este mundo, sobre una tumba,  en la película “el regreso de los muertos vivientes” de 1985, que posiblemente para muchos de nuestra generación representó uno de los primeros desnudos femeninos explícitos en cine y que luego nos haría entrar en dilemas morales, sobre qué tan pecaminoso sería desear un personaje que minutos después se convertiría en una sexy difunta…acúseme padre de tener malos pensamientos con muertas punkeras caníbales…

Pero sin lugar a dudas, quien dio el primer paso en encuerar caminantes fue (y tenía que serlo) el padre del cine zombi, su majestad George Romero, en su opera prima “Night of the living dead”  de  1968, película que aparte de marcar la diferencia entre el zombi clásico y el contemporáneo y de darle un nuevo significado al concepto de  los muertos vivientes (y de volverlos caníbales e iniciar la idea del apocalipsis zombi, y de poner a un negro como personaje principal en épocas de discriminación racial, y de enseñarnos lo del balazo en la cabeza y el asunto del contagio por mordidas) en esta cinta bien pensó, que ante un abrupto resucitar de cadáveres, lo esperado seria encontrar a varios de ellos sin ropa.

domingo, 4 de septiembre de 2022

Santunear

 




1/05/2020

Hace dos días, o mejor, dos noches para ser más preciso, en el momento en que ya llevaban varios minutos pasados de la marca  de la media noche en el reloj de la pared, mientras recostaba mi cabeza en una colchoneta inflable, en una habitación que resalta el inmenso calor del verano tropical de la ciudad, auto desterrado a ese lugar gracias al terror de un virus asesino que recorría las calles.  En ese lapso de tiempo en el cual la conciencia inicia su disolución y da paso a nuevos egos, nuevas vidas ocultas en instantes de vida en suspensión;  aquello que quedaba de mí y que bien podría ser otro yo, entablaba alguna insulsa charla con una mujer de mediana edad,  con cabello negro y vestido de flores pequeñas.  Repetía una y otra vez una palabra, la conjugaba en sus distintas formas y modos mientras yo correlacionaba su significado con aquello que claramente lograba entender.  Santunear me dijo la mujer, santuneo, dije, y en múltiples formas las combinamos, con algo cotidiano, particularmente especial pero definitivamente cotidiano.  Santuneo… santunear se siguió repitiendo en mi cabeza,   y en el último halito de conciencia no onírica, desperté rápidamente y lo escribí, pensando que posiblemente dicha palabra existiera en otro contexto o con otro significado.

Hoy por suerte la recordé y una breve y ligera búsqueda he realizado.  Al parecer dicha palabra no existe.  Sé cómo se forma, se cómo se conjugada, conozco su pasado, su pretérito y su incierto futuro,  pero lo que más me causa curiosidad es que desconozco su significado,  es como un recipiente ilusorio repleto de vacío.

Tal vez estoy santuneando.



sábado, 3 de septiembre de 2022

El negocio de la virgen

 


Siempre me han gustado las ferias locales del libro que una o dos veces al año se realizan en la ciudad.  Obviamente no tienen nada que ver con las ferias internacionales llenas de eventos, mercadotecnia y escritores famosos, estas son simplemente ventas de libros nuevos y usados a precios módicos, lo de feria es para darle glamour.  En estos lugares he encontrado verdaderas joyas a precios risibles, y una de estas fue “el negocio de la virgen” de Moisés Garrido. Aunque está enfocado en el fenómeno marianista español, sus conclusiones se pueden aplicar a cualquier lugar del mundo.  Gracias a las entretenidas páginas de este libro, conocí sobre las apariciones de Garabandal, El Escorial y el súper híper famoso Palmar de Troya; todas ellas estafas del cielo a la tierra y en el caso del  Palmar de Troya abiertamente peligrosas.  No está de más decir (y a muchos no les gustará ni cinco) pero casos como el de  Lourdes, Fátima, Guadalupe o Medjugorje, son estafas ya oficializadas, algunas con cierto contenido sobrenatural, pero ante todo un inmenso interés político y económico.

La señora del Palmar de Troya


videntes de Garabandal

Señora del Escorial

Y es precisamente esto lo que me trae a la memoria un caso marianista colombiano: la virgen de Piendamó en el Cauca. Este lo recuerdo especialmente porque mis tíos abuelos me contaban que cuando estaba jóvenes, habían ido de peregrinación  a este sitio con la esperanza de poder ver a la madre del señor creador, pero solo habían logrado observar  tras la multitud a la que al parecer era la vidente.  Al final solo se quedaron con una pequeña piedra de la peña donde la santísima virgen había posado su sacra humanidad, eso sí, a un no tan  módico precio, (por lo que casi a modo de susurro decían que los habían estafado) y que en realidad era un fósil de una vértebra de vaya yo a saber que animal prehistórico.

"reliquia de Piendamó"

El caso como tal de Dorita la niña de Piendamó, guardó siempre la misma dinámica de las  apariciones marianas: Un ser femenino  mágico  se le aparece a una mujer (niña, adolescente o señora con problemas psiquiátricos) da una serie de mensajes absurdamente simples ajustados a la coyuntura local, en ocasiones semánticamente confusos, y cuando ya la romería es lo suficiente, la señora de los cielos solicita la construcción de una catedral en el sitio donde colocó sus posaderas. Si le asociamos a esto jornadas milagreras y la colaboración de hombres de pocos escrúpulos,   nacen emporios como el Palmar de Troya, y si estas empresas dan parte justa de sus ingresos a la iglesia católica, aparecen fenómenos como Lourdes, Guadalupe, Fátima y dos o tres más.  El caso colombiano no trascendió,  Dorita tuvo su cuarto de hora, aunque no se volvió millonaria  si le dio para vivir cómodamente en este país del sagrado corazón,  con los años mantuvo su perfil semi místico algo bajo y se terminó cazando y formando una familia como cualquier mortal.  

Señora de Piendamó

El libro lo presté, y como todo libro prestado, pues no se volvió a saber de él.



viernes, 2 de septiembre de 2022

Cómics existenciales de Corey Mohler

 


Hace unos días tomé prestado de una biblioteca un libro de cómics que me pareció gracioso: "comics existenciales" de Corey Mohler. No esperaba mucho, pero para mí sorpresa, lo disfruté desde la primera hasta la última página, y eso tomando en cuanta que como no soy filósofo, en algunas partes quedé perdido.  

Con un dibujo poco pretencioso, que en ocasiones me recordaba los primeros álbumes de Hergé, se dió un buen repaso a tal vez un centenar de filósofos, desde los famosos presocráticos hasta los casi desconocidos contemporáneos.

Medio broma, medio en serio se tocaron temas que por aquello de los cuarentas por estos días rondan en mi cabeza; como la muerte, el sentido de la existencia, la existencia misma y el sentido del sentido.  Y sin ningún tipo de pudor finalmente retrataban a todo este grupo de inminentes pensadores como lo que a efectos prácticos son: un montón de ñoños sin sentido práctico.

Dejo por acá algunos apartes por si se interesan y de paso se quieren ahorrar montones de hojas filosóficamente superfluas.







jueves, 1 de septiembre de 2022

¿Cómo va ese asunto literario?

Entre el año pasado y lo que va de este,  la movida artístico literaria ha estado medianamente agitada; creo que estoy mojando más prensa de lo debido, y no estoy completando y organizando lo que tengo regado por todos lados.

Hay un montón de acuarelas a medio camino sobre los libros de la biblioteca y unos óleos en sus bastidores esperando retoques y que honestamente no sé donde meter.  Pero a pesar de todo este desorden, ha quedado espacio para realizar algunas exposiciones, vender uno o dos cuadros (un coaching artístico dice que eso no se debe hacer, y como todo buen coaching, pues hay que creerle) y publicitar (mas por interés y como trabajo de algunos amigos) el libro que escribí con el apoyo del fondo de escritores huilenses en su convocatoria 2021.

A propósito de ese libro, no he hablado mucho de él por acá, porque en esencia es solo un retazo de todo lo que está en este blog, así que cualquier referencia viene siendo una redundancia.

y como apenas estoy calentando motores en eso de sentarme a escribir juicioso nuevamente en el blog, pues aprovecho que no tenía preparado nada para hoy y me hago publicidad así sin la más mínima vergüenza. 


miércoles, 31 de agosto de 2022

Procrastinar


Desde el 4 de mayo del 2014, día en el cual nació este blog, religiosamente he subido como mínimo una entrada al mes.  Por temporadas (principalmente en sus inicios) el numero de publicaciones resultó ser bastante nutrido; tal vez por la facilidad, que se pierde con el tiempo, de opinar sobre lo que no se sabe. 

los últimos años creo que han sido vergonzosos; lo poco que escribo lo hago casi obligado por la necesidad de no romper un ritual o una promesa nunca declarada,  ya sin importar que tan relevante sea lo expresado, ya sin interesar si es leído,  tan solo como un ejercicio de responsabilidad con uno mismo y una forma un tanto burda de vencer la procrastinación.

Es lo que hago ahora, son cerca de las 11 pm, a pocos minutos de finalizar agosto y  luego de levantarme obligado de la cama, preguntándome si el cansancio y la falta de sueño son motivos suficientes para dejar esto a un lado.

Así que estoy aquí sentado, escribiendo lo primero que me llega a la mente, porque ni un solo tema interesante se me vino a la cabeza,  -el síndrome de la hoja en blanco creo que lo llaman- conjurando con un sigilo algo chueco, la maldición del olvido.

Pero no tiene por qué ser así...que cada día de septiembre sea una historia nueva por contar, y que me bañe un océano de mierda si no soy capaz de lograrlo.

domingo, 31 de julio de 2022

Conan el destructor y Chac Mool

 


Uno siempre guarda cierto cariño hacia esas  clásicas películas de espada y hechicería, siendo para mí “Conan el destructor” una de las más representativas,  y lo es esencialmente por ser la primera que vi de cabo a rabo por allá  cuando cursaba 4 o 5 grado de primaria y que hasta la aparición del internet bien entrada la década de los noventas, pude volver a mirar.

Hay que decir que con los años los gustos cambian para bien, a diferencia de cuando tenía 10, ahora solo es sobre llevable por la carga de nostalgia; ya las peleas  no son épicas, ni los monstruos aterradores, ni la trama intrigante…los efectos especiales envejecen bien y el toque ochentero en la cinta es exquisito.

Pero había unas imágenes particulares que por alguna extraña razón quedaron guardadas en mi mente, y que hasta hace muy poco pude lograr encajar en todo ese intrincado neuronal mitologicomaniatico de mi cabeza.


Según el argumento de la película, el antiguo dios de los sueños llamado Dagoth, luego de ser derrotado en una batalla celestial, cayó a la tierra y su cuerpo fue convertido en una estatua de piedra que era adorada en la ciudad de Shadizar; requería para su resurrección  que su cuerno mágico fuera devuelto a su frente por las manos de una joven virgen que en el acto debería ser sacrificada, misión esta   promovida por las reina Tamaris.  No voy a entrar en detalles sobre cómo se desarrolla la historia, pero al final las cosas no terminan como la reina y el maligno dios deseaban.

miércoles, 29 de junio de 2022

Vergüenza (minicuento)

 

Mi abuelo odiaba la guerra y todo aquello que de ella  derivaba. Repetía a su manera las parábolas que salían del templo los domingos y cual  inquisidor  velaba para que  “el amor al prójimo” se cumpliera a cabalidad entre todos sus conocidos.

Desgraciadamente nunca volvió a dirigirme la palabra, cuando sin querer descubrí una vieja fotografía en donde posaba feliz alzando su fusil con bayoneta  y un cadáver a sus espaldas.

Aun en su final, desde el féretro, guardó cierta expresión de vergüenza, esa que deja el pasado que no debe removerse y que nunca se puede olvidar.



lunes, 30 de mayo de 2022

Mis libros perdidos: "Bestias fabulosas" de Richard Blythe

 



Son cerca de las 10 de la noche, el síndrome de la página en blanco está en todo su esplendor, y estoy a la espera de que unas nubes pasajeras sigan su camino y que a eso de la media noche permitan ver lo que algunos pronostican como  posiblemente la mayor lluvia de estrellas de los últimos años. 

Como no sé qué escribir y en algo tengo que ocupar estas dos horas, aprovecho y subo las imágenes de un viejo bestiario que solía leer en mis épocas de niñez en la biblioteca del pueblo y que tenía guardado justamente para momentos como este.

Con ustedes

Bestias fabulosas de  Richard Blythe  ilustrado  por Fiona French y Joanna Troughton

domingo, 17 de abril de 2022

Óleo de mujer con sombrero

 


Por allá en los inicios de la década de los noventa, los fines de semana en la tarde daban una novela juvenil mexicana llamada alcanzar una estrella, que por mucho que los cuarentones de hoy se niegue a aceptar,  todos veíamos por inercia o simple interés.  La cosa es que una ramificación de la rosa y musical historia central trataba sobre los conflictos entre un padre multimillonario (papá del personaje principal) y un hijo díscolo, que posiblemente aburrido de tanto control y opulencia abandonó su hogar y se desvaneció en los arrabales de ciudad de México, viviendo de lo que siempre había querido ser… un gran pintor.  Como todo buen artista plástico, si desayunaba no cenaba, pero a pesar de todo, poco a poco fue levantando fama y curiosamente uno de sus principales mecenas era precisamente su padre, quien sin saberlo sentía un interés particular por sus cuadros de tendencia abstracta (eso se lo explicó a una señora que le preguntó sobre esos mamarrachos dibujados en un lienzo que ocupaba toda la pared posterior de su oficina: “es un increíble y anónimo artista, sus obras son magistrales”…bueno, nunca dijo eso, solo lo recreo porque más o menos eso fue lo que quiso decir).  Pero como el tema de esta entrada no es esa novela ni sus dilemas, solo lo tomo como referencia para explicar el hecho de que al terminar de ver ese capítulo, y lejos de soñar en ser un cantante galán; caminando a eso de las 5 pm por la calle que conducía a la casa de mi abuela, mientras miraba las montañas inmensas que quedaban frente a mí, de un verde oscuro progresivo con la nitidez atmosférica ideal que deja la lluvia reciente y un leve contraste e iluminaciones de niebla en filamentos y vapores algodonosos sobre pastizales y maleza, me prometí que sería un pintor, un gran pintor como el personaje de la novela, con un estudio inmenso repleto de lienzos, pinceles y tarros llenos de color…lo del papá ricachón y los demás problemas los dejaría para una futura reencarnación.  Y desde ese día, cada noche, en la mesita de madera de mi habitación y antes que todas las luces de la casa se apagaran y el cazador celestes se levantara en lo alto del firmamento acompañado del ulular de las lechuzas y las risotadas de las brujas, lápiz en mano y buscando aprovechar cada espacio de las hojas de un cuaderno con paginas limpias del año anterior, dibujaba pequeños bocetos de lo que serían mis futuras y magistrales obras de arte.

jueves, 31 de marzo de 2022

Mis libros perdidos: El universo de Virgilio Brenna



En la biblioteca de mi pueblo habían tres o cuatro libros de astronomía, algunos con coloridas y detalladas imágenes de planetas, cúmulos y galaxias que nutrieron mi incipiente anhelo de explorador estelar hasta bien entrada mi adultez, cuando muy a mi pesar, descubrí que esas fantásticas fotos solo eran el producto de un laborioso trabajo de astrofotografía y que nunca las vería tal cual con un telescopio, por más que aumentara el diámetro del espejo principal.  Pero como en mis épocas de adolescente no sabía eso, algunas páginas (unas pocas decenas) terminaron en mis archivos personales como material de consulta, principalmente en lo relacionado con mapas estelares y más datos relevantes para mi calenturienta mente de ñoño, no hay que olvidar que eran principios de los noventa y el internet y el flujo libre de información aún estaban en pañales.

lunes, 28 de febrero de 2022

Lecturas universitarias

 


Varias veces he escuchado a los estudiantes inconformes por la pesada carga académica de algunos semestres, lo extenso de los temas a tratar diariamente y la falta de tiempo para poder estudiarlos.  Honestamente nunca les he creído y considero que solo son excusas para justificar su mala organización de tiempo. 


Para explicar algo mi punto de vista hice el siguiente ejercicio.

Según fuentes genéricas de Google,  la velocidad promedio de lectura oscila entre las 200 y 300 palabras por minuto, con una comprensión de un 80%.  Pero como estamos en Colombia bajamos esa velocidad a unas 150 palabras por minuto, algo así como la  esperada en un niño de 6 grado (esperada...) En un universitario pensaría que fuese mayor...pero digamos que la pandemia, la situación sociopolítica, el hambre y mas cosas de nuestra patria amada dejan el las cifras ahí, con una comprensión de un 70%.  velocidades menores se reportan en niños de escuela.

En promedio cada tema diario equivale en un libro a unas 15 hojas, que es lo mismo que 30 páginas y en cada página se calcula unas 300 palabras (las conté personalmente) por lo tanto el tema tendría unas 9000 palabras, que a una velocidad estándar criolla clase media asalariada me da algo así como 60 minutos. No está de más decir que estoy excluyendo imágenes (algunas ocupan una página completa). Adicionamos  otros 30 minutos de descanso visual, ingesta de agua, y respuesta a mensajes urgentes de wasap.  Así tentativamente se requiere hora y media de estudio por materia.  Un semestre con dos materias pesadas y dos rellenos saldrían a 4  horas de estudio. 8 horas de sueño, 3 horas para comida, 1 hora de transporte, 6 horas de clase y dos horas de visita conyugal.  Quedarían los fines de semana libres para ir a la playa, camping, glamping o simple consumo de alcohol, pues con tanta lectura y dedicación académica entre semana los repasos están de más.

Fin.



jueves, 27 de enero de 2022

600000 almas

 

600.000 almas

Cuando niño solía cada noche, bajo el silencio que brindaba la casa vieja luego que las altas estrellas estuviesen lo bastante encumbradas,  escribir sin falla y tratando evitar al máximo perder algún detalle, el sueño que un día antes había sabido vivir en aquellos universos oníricos alternos.

En ellos era verdaderamente yo; ubicuo, vaporoso, difuso y volátil.  Me expandía por tierras imposibles al lado de anónimos rostros que susurraban sus vidas entre canticos de pájaros multicolores ocultos en árboles pintados como acuarelas de cuento infantil.

Allí reposé mis deseos, mis impulsos y todo aquello que bien quería ser y debería llegar; en una redundancia significativa fueron los sueños el lugar ideal para dejar sembrados los sueños y que estos echaran raíces y levantaran, cual majestuoso tronco seco, presto a ser leña que sirviera para atizar los miedos y maldiciones del futuro.

Luego, con el paso de los días y los años,  poca tinta se corrió sobre aquellas historias y como justa y lógica causal, cada realidad experimentada tras los globos oculares ocultos en la oscuridad se disipaba en el olvido que de lo más profundo de una bola ígnea dejaban llegar los rayos de sol.  Algo así como si el preámbulo del inicio del fin de la existencia, fuera el hecho de olvidar aquello que no era, para de forma gradual y letal, cuando llegase el momento adecuado, ir cortando con finura de mariposa la vida que sin sentido se desgranaba diariamente en complejas prisiones llamadas ciudad.

Las canas me trajeron la respuesta del olvido: que el sueño que vive pero nunca nace, lo hace porque queda extraviado entre los caminos que trazan las neuronas en su pulsátil haber, sin lograr llegar a una zona llamada como animal mitológico marino.  Aquello que rebase la velocidad del caballo acuático verá la luz de la superficie y será decisión del soñante si con glifos o letras permitirá su fútil inmortalidad.

Hoy, años después de la primera línea que escribí, solo recuerdo, que poco antes de ser lo que creo soy, en una casa cualquiera, a una hora cualquiera, con anónimas sombras corrientes a mi lado, escuchaba una noticia que helaba los huesos. En tierras relativamente lejanas algo poco claro hasta ese momento había ocurrido, algo bien podría ser de origen natural o humano, pero que lo único que dejaba como certeza era que en ello, más de 600.000 almas habían dejado su luz vital.