latecleadera

miércoles, 7 de septiembre de 2022

Hablemos de ufología (parte I)

 


Llevo meses o tal vez años posponiendo el tema, pero ante el compromiso de escribir todos los días, pues no ví una mejor excusa para hacerlo.

La ufología es de esos gustos absurdos a las cuales uno les dedica tiempo en la vida; como con el fútbol, la política, la religión, el tinto con pan o cualquier cosa de esas que forman el diario vivir.

Guarda una increíble semejanza con todo el andamiaje tanto teórico como funcional que utiliza cualquier religión, y como tal, puede tomarse con la seriedad propia del más profundo místico budista hasta con lo más ridículo que pueda llegar el discurso de un pastor evangélico.

martes, 6 de septiembre de 2022

Caminando entre abejas

 


Algo bueno que me dejó el encierro de la pandemia, fue la costumbre de escaparme todos los fines de semana fuera de la ciudad, de las clínicas, los carros, la algarabía y la gente en el sentido más general (el infierno son los otros, escribió cierto filósofo).  En otra oportunidad escribiré sobre las implicaciones fisiológicas y metafísicas que implica perderse por horas en tierras agrestes y solitarias,  ahora solo dejo este video como una pequeña muestra de lo que es alejarse del camino.



lunes, 5 de septiembre de 2022

Belleza post mortem (cinematográfica)

 


Por regla general zombi que se respete debe tener una apariencia repugnante. Y entre más descompuesto, ágil y agresivo sea, más alto estará en  el ranquin de la zombilogía.

Pero no siempre las cosas fueron así.  Salvo algunas vergonzosas cintas contemporáneas, la deshumanización y desbealdificación de nuestros hambrientos monstruos no fue necesariamente un precepto insalvable.

En la época dorada del cine zombi que abarcó gran parte de la década de los ochenta e inicio de los noventa, era usual que alguno de estos personajes, - siendo más específicos -  alguna muerta recién resucitada, aun conservara sus encantos a flor de violácea piel.  Como era norma por aquellas épocas, si no existía un desnudo femenino en una cinta, no era algo digno de rememorar…y bien nos puede llegar a nuestra memoria la imagen de aquella blanca chica punk bailando, como mi dios la trajo a este mundo, sobre una tumba,  en la película “el regreso de los muertos vivientes” de 1985, que posiblemente para muchos de nuestra generación representó uno de los primeros desnudos femeninos explícitos en cine y que luego nos haría entrar en dilemas morales, sobre qué tan pecaminoso sería desear un personaje que minutos después se convertiría en una sexy difunta…acúseme padre de tener malos pensamientos con muertas punkeras caníbales…

Pero sin lugar a dudas, quien dio el primer paso en encuerar caminantes fue (y tenía que serlo) el padre del cine zombi, su majestad George Romero, en su opera prima “Night of the living dead”  de  1968, película que aparte de marcar la diferencia entre el zombi clásico y el contemporáneo y de darle un nuevo significado al concepto de  los muertos vivientes (y de volverlos caníbales e iniciar la idea del apocalipsis zombi, y de poner a un negro como personaje principal en épocas de discriminación racial, y de enseñarnos lo del balazo en la cabeza y el asunto del contagio por mordidas) en esta cinta bien pensó, que ante un abrupto resucitar de cadáveres, lo esperado seria encontrar a varios de ellos sin ropa.

domingo, 4 de septiembre de 2022

Santunear

 




1/05/2020

Hace dos días, o mejor, dos noches para ser más preciso, en el momento en que ya llevaban varios minutos pasados de la marca  de la media noche en el reloj de la pared, mientras recostaba mi cabeza en una colchoneta inflable, en una habitación que resalta el inmenso calor del verano tropical de la ciudad, auto desterrado a ese lugar gracias al terror de un virus asesino que recorría las calles.  En ese lapso de tiempo en el cual la conciencia inicia su disolución y da paso a nuevos egos, nuevas vidas ocultas en instantes de vida en suspensión;  aquello que quedaba de mí y que bien podría ser otro yo, entablaba alguna insulsa charla con una mujer de mediana edad,  con cabello negro y vestido de flores pequeñas.  Repetía una y otra vez una palabra, la conjugaba en sus distintas formas y modos mientras yo correlacionaba su significado con aquello que claramente lograba entender.  Santunear me dijo la mujer, santuneo, dije, y en múltiples formas las combinamos, con algo cotidiano, particularmente especial pero definitivamente cotidiano.  Santuneo… santunear se siguió repitiendo en mi cabeza,   y en el último halito de conciencia no onírica, desperté rápidamente y lo escribí, pensando que posiblemente dicha palabra existiera en otro contexto o con otro significado.

Hoy por suerte la recordé y una breve y ligera búsqueda he realizado.  Al parecer dicha palabra no existe.  Sé cómo se forma, se cómo se conjugada, conozco su pasado, su pretérito y su incierto futuro,  pero lo que más me causa curiosidad es que desconozco su significado,  es como un recipiente ilusorio repleto de vacío.

Tal vez estoy santuneando.



sábado, 3 de septiembre de 2022

El negocio de la virgen

 


Siempre me han gustado las ferias locales del libro que una o dos veces al año se realizan en la ciudad.  Obviamente no tienen nada que ver con las ferias internacionales llenas de eventos, mercadotecnia y escritores famosos, estas son simplemente ventas de libros nuevos y usados a precios módicos, lo de feria es para darle glamour.  En estos lugares he encontrado verdaderas joyas a precios risibles, y una de estas fue “el negocio de la virgen” de Moisés Garrido. Aunque está enfocado en el fenómeno marianista español, sus conclusiones se pueden aplicar a cualquier lugar del mundo.  Gracias a las entretenidas páginas de este libro, conocí sobre las apariciones de Garabandal, El Escorial y el súper híper famoso Palmar de Troya; todas ellas estafas del cielo a la tierra y en el caso del  Palmar de Troya abiertamente peligrosas.  No está de más decir (y a muchos no les gustará ni cinco) pero casos como el de  Lourdes, Fátima, Guadalupe o Medjugorje, son estafas ya oficializadas, algunas con cierto contenido sobrenatural, pero ante todo un inmenso interés político y económico.

La señora del Palmar de Troya


videntes de Garabandal

Señora del Escorial

Y es precisamente esto lo que me trae a la memoria un caso marianista colombiano: la virgen de Piendamó en el Cauca. Este lo recuerdo especialmente porque mis tíos abuelos me contaban que cuando estaba jóvenes, habían ido de peregrinación  a este sitio con la esperanza de poder ver a la madre del señor creador, pero solo habían logrado observar  tras la multitud a la que al parecer era la vidente.  Al final solo se quedaron con una pequeña piedra de la peña donde la santísima virgen había posado su sacra humanidad, eso sí, a un no tan  módico precio, (por lo que casi a modo de susurro decían que los habían estafado) y que en realidad era un fósil de una vértebra de vaya yo a saber que animal prehistórico.

"reliquia de Piendamó"

El caso como tal de Dorita la niña de Piendamó, guardó siempre la misma dinámica de las  apariciones marianas: Un ser femenino  mágico  se le aparece a una mujer (niña, adolescente o señora con problemas psiquiátricos) da una serie de mensajes absurdamente simples ajustados a la coyuntura local, en ocasiones semánticamente confusos, y cuando ya la romería es lo suficiente, la señora de los cielos solicita la construcción de una catedral en el sitio donde colocó sus posaderas. Si le asociamos a esto jornadas milagreras y la colaboración de hombres de pocos escrúpulos,   nacen emporios como el Palmar de Troya, y si estas empresas dan parte justa de sus ingresos a la iglesia católica, aparecen fenómenos como Lourdes, Guadalupe, Fátima y dos o tres más.  El caso colombiano no trascendió,  Dorita tuvo su cuarto de hora, aunque no se volvió millonaria  si le dio para vivir cómodamente en este país del sagrado corazón,  con los años mantuvo su perfil semi místico algo bajo y se terminó cazando y formando una familia como cualquier mortal.  

Señora de Piendamó

El libro lo presté, y como todo libro prestado, pues no se volvió a saber de él.



viernes, 2 de septiembre de 2022

Cómics existenciales de Corey Mohler

 


Hace unos días tomé prestado de una biblioteca un libro de cómics que me pareció gracioso: "comics existenciales" de Corey Mohler. No esperaba mucho, pero para mí sorpresa, lo disfruté desde la primera hasta la última página, y eso tomando en cuanta que como no soy filósofo, en algunas partes quedé perdido.  

Con un dibujo poco pretencioso, que en ocasiones me recordaba los primeros álbumes de Hergé, se dió un buen repaso a tal vez un centenar de filósofos, desde los famosos presocráticos hasta los casi desconocidos contemporáneos.

Medio broma, medio en serio se tocaron temas que por aquello de los cuarentas por estos días rondan en mi cabeza; como la muerte, el sentido de la existencia, la existencia misma y el sentido del sentido.  Y sin ningún tipo de pudor finalmente retrataban a todo este grupo de inminentes pensadores como lo que a efectos prácticos son: un montón de ñoños sin sentido práctico.

Dejo por acá algunos apartes por si se interesan y de paso se quieren ahorrar montones de hojas filosóficamente superfluas.







jueves, 1 de septiembre de 2022

¿Cómo va ese asunto literario?

Entre el año pasado y lo que va de este,  la movida artístico literaria ha estado medianamente agitada; creo que estoy mojando más prensa de lo debido, y no estoy completando y organizando lo que tengo regado por todos lados.

Hay un montón de acuarelas a medio camino sobre los libros de la biblioteca y unos óleos en sus bastidores esperando retoques y que honestamente no sé donde meter.  Pero a pesar de todo este desorden, ha quedado espacio para realizar algunas exposiciones, vender uno o dos cuadros (un coaching artístico dice que eso no se debe hacer, y como todo buen coaching, pues hay que creerle) y publicitar (mas por interés y como trabajo de algunos amigos) el libro que escribí con el apoyo del fondo de escritores huilenses en su convocatoria 2021.

A propósito de ese libro, no he hablado mucho de él por acá, porque en esencia es solo un retazo de todo lo que está en este blog, así que cualquier referencia viene siendo una redundancia.

y como apenas estoy calentando motores en eso de sentarme a escribir juicioso nuevamente en el blog, pues aprovecho que no tenía preparado nada para hoy y me hago publicidad así sin la más mínima vergüenza.