latecleadera

miércoles, 28 de mayo de 2014

El dia que Linterna Verde salió del closet




Cierto día llegó un compañero al trabajo con un gorro quirúrgico con dibujos estampados de un conocido súper héroe del mundo DC;   Era linterna verde. El cotilleo de algunos (incluyéndome) no dejó de inquietarlo, días después reapareció con un nuevo gorro, pero  con dibujos de Superman.
¿Qué fue lo que causo tan repentino cambio en la moda quirúrgica?  Entremos un poco en contexto.
En el año 2012 por motivos que desconozco la DC  comics al son de trompetas, flautas y marimondas proclamó a los cinco vientos que uno de sus personajes principales había decidido cambiar de preferencia sexual.  El archiconocido y poco valorado linterna verde había tomado la decisión, después de viejo como en muchos casos, que lo suyo no eran las mujeres de piernas largas, derrier (¿se escribe así?? ¿O mejor le decimos culo?) Redondito, pelvis ginecoide, pechos altaneros y rostros de formas finas,  si no el mero mero macho, con aroma a sudor rancio, pelo en pecho, pistola encintada, barba tipo lija y sombrero de mariachi. En los días siguientes al anuncio en varias regiones del planeta se levantaron voces de protesta, grupos de ultraderecha saquearon y quemaron varias salas de belleza, guerrillas suramericanas fusilaron a varios de sus integrantes al ser descubiertos utilizando EGO champú contra la caspa, en Corea del norte los misiles nucleares fueron reforzados con dos libras más de plutonio enriquecido y el vaticano promulgó una bula donde condenaba el hecho, la “lucernea viridis nec molliculi”.   Por suerte en el barrio donde vivo lo más sobresaliente fue el estornudo de un perro callejero.

¿Pero que fue lo que pasó? 

Retomando la historia de linterna verde, sabemos que esté más que un nombre o personaje como tal es un título que se les da a un grupo de guardianes galácticos, algo así como la SIJIN y el ESMAD combinados. En la tierra este título ha sido portado por  seis o siete individuos, siendo los más representativos Alan Scott y Hal Jordan, este último el más importante y poderoso de todos a tal punto que por puro y físico amor  asesinó a unos cuantos “parceros” verdes, destruyó la batería de poder central (la que les votaba corriente a todas las linternas verdes y sus anillos de poder) reinició el universo conocido, se transformó en una cosa  súper híper poderosa llamada Parallax;  a veces bueno, a veces malo.  Sacrificó su vida cuando el sol se apagó ofreciéndose como combustible (algo  semejante a  unas cuantas trillonadas de trillonadas de trillonadas de toneladas de hidrogeno)  y aun así el verriondo siguió andando como un espíritu llamado Espectro, la personificación universal de la venganza.  Al final se encontró con el padre chucho cuando este aún era seminarista, confesó sus pecados, rezó dos padrenuestros y cinco avemarías y todo quedó perdonado, retomó su cuerpo mortal y siguió su vida como cualquier buen ciudadano.


El del rollo fue Alan Scott el primer linterna, esté, luego de ser linterna verde se casó con otra mohacha me imagino que súper heroína (nada que ver con psicofármacos) tuvo dos hijos;  Jade y Obsidian, este último si gay declarado.  Pero como comentaba,  Alan después de no sé cuántos años de vida de pensionado, decidió renacer de nuevo con bríos juveniles y en este caso, como todo buen linterna verde, alterando un poco el entramado del espacio tiempo regresó en una historia en donde  ya no va en compañía de su novia en aquel viaje que lo entronizaría como guardián galáctico, si no que va en compañía de su novio, que al final muere en un accidente de tren.

Vida trágica la de estos héroes, y pues diré que los prefiero así, soy un hombre enchapado a la antigua, a mí me gustan los superhéroes que cuando no están salvando vidas, finiquitando guerras, evitando invasiones extraterrestres y más, están en su guarida, atentos, expectantes a cualquier llamado de auxilio.  Eso de la vida familiar no es para ellos, eso de los problemas de pareja bien sea hombre con mujer, mujer con hombre, hombre con hombre, mujer con mujer y viceversa no les combina.  No me cabe en la cabeza ver a Superman yendo a la tienda a traer el chocolate para el desayuno o a Batman preocupado por la cita en la EPS, o a Thor dando explicaciones de por qué llegó  tarde un viernes en la noche y mucho menos a linterna verde reclamando a su pareja por utilizar sus calzoncillos.

Al Cesar lo que es del Cesar y a los superhéroes lo que es de superhéroes.

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