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miércoles, 27 de mayo de 2020

Revista "Los monos" 1981-1983



Como el tamal sin el chocolate

Como la gripa sin los mocos

Como evangélico sin biblia

Como político sin tajada

Así queda uno cuando habla de las tiras cómicas dominicales sin nombrar los monos del espectador

De los monos puedo decir con completa sinceridad que fue de los medios escritos que más influyeron para que me inclinara al mundo literario.   Recuerdo  claramente que siendo yo un mocoso analfabeta,  tomaba rumbo a la habitación donde se encontraban los arrumes de periódicos viejos buscando la tan anhelada revista; no sabía leer, no sabía las letras  ni los números y es probable que me confundiera con los nombres de los colores, pero allí sentado frente a las viñetas me inventaba las historias que suponía se desarrollaban ahí,  como aquella en la que veía que un gato  maloso golpeaba la cabeza de un perro pequeño y azul, que años más tarde me enteraría  se llamaba pillín.   

Por muchos años el formato permaneció inalterado; era un cuadernillo que se limitaba a exponer las distintas aventuras de variopintos personajes que semana a semana contaban sus historias, y que vistas hoy día, a mi parecer son algo simplonas o simplemente y como en muchas ocasiones se evidenciaba, pobremente traducidas.

Los monos fueron la puerta de entrada para conocer figuras representativas y clásicas del mundo de la historieta, y dio espacio para que el incipiente comic colombiano se expresara, logrando mantener productos de alta calidad tanto pictórica como narrativa por largas temporadas, como lo fueron los marcianitos, los cuidapalos, Tukano y las monitas.   también contó con su sección de correspondencia la cual recibía las distintas caricaturas que muchos colombianos aficionados enviaban y que debo decir eran de muy buena calidad, y por ultimo su exclusiva página de publicidad, donde se ofertaban una serie de cursos a distancia de lo más extraños, que incluían el inglés que se aprendía durmiendo hasta dirección de cine y televisión…me quedé con las ganas de hacer el curso de hipnotismo y detectivismo.

Las versiones posteriores de los monos tomaron un diseño más dinámico, con mayor contenido didáctico y de participación a expensas de algunos de los comics clásicos, tengo que resaltar que en muchas de sus series se notaba un claro cambio en la línea del dibujo, como sucedió con los picapiedras o pomponio, en donde quedaba la impresión de cierta “ligereza” en la elaboración y entintado de las imágenes.


Muchas de mis horas libres de niñez tardía y adolescencia las  dedicaba a repasar una y otras vez estas cartillas, pero fui poco “juicioso” en lo referente a completar las colecciones, partiendo del hecho de que en el pueblo donde vivía el diario principal era “el tiempo” y no “el espectador”  pero a pesar de esto logré amasar una considerable cantidad de ejemplares, que por desgracia fueron desapareciendo lentamente -al partir a la ciudad a estudiar- cuando mis hermanos, tíos y más,  las tomaron como material fuente de recortes para tareas,  relleno de porcelanas, envoltorio de aguacates o simplemente el ajetreo de los años las fue desperdigando aquí y allá,  por un tiempo solo tuve unas pocas, pero gracias a la magia del internet y  por unos pocos pesos (para mi asombro) logré recupera un grueso lote de ellas,  aún faltan muchas y es poco probable que las consiga todas, ya ha pasado mucho tiempo, y son difíciles de encontrar, pero con orgullo y hasta que los años las desintegren  por su propia naturaleza celulosa,  conservo una  apreciable colección  que en mis pocas horas libres y con el respeto y cuidado  (como la moral y las buenas costumbres lo ordenan) puedo ojear tranquilamente ,  evitando acercarme mucho, pues como todo papel viejo, producen algo de irritación nasal.






AQUI ESTAN LOS ENLACES PARA DESCARGAR  ALGUNAS DE LAS 100 PRIMERAS REVISTAS DE LOS MONOS (las imágenes fueron tomadas con una cámara algo chunga, pero son legibles) 


Descargar 01-12

Descargar 13-25
Descargar 26-38
Descargar 39-51
Descargar 52-64
Descargar 65-77
Descargar 78-89

Descargar 90-100

AQUÍ ESTÁN LOS ENLACES PARA CONOCER MÁS  SOBRE LOS DOS HERMOSOS LIBROS QUE APARECEN EN EL VÍDEO...POR SI ESTÁN INTERESADOS EN COMPRARLOS.

https://latecleadera.blogspot.com/2017/09/federico-corre-bajo-la-lluvia.html

https://latecleadera.blogspot.com/2019/06/federico-y-los-dias-de-colores-la.html

viernes, 13 de noviembre de 2015

Dibujos animados de los ochentas

antes de los cuatro o cinco canales infantiles de la televisión por cable, que suelen repetir los episodios de sus programas una y otra vez y otra vez y otra vez,  la población infantil de este país del sagrado corazón tenia que conformarse con los dos o tres canales nacionales y lo que buenamente quisieran pasar por ahí.  no había programación veinticuatro horas,  la mañana era para algunas novelas (no estoy seguro) las primeras horas de la tarde eran para la franja de educación a distancia   y finalmente cuando todos salíamos de clase entre las 4 y 5, llegaba lo bueno, el horario de dibujos animados  que se cerraba  con el minuto de Dios de azúcar manuelita.  los fines de semana eran cuento aparte, en especial los sábados, día por excelencia dedicado a los dibujos animados, el mejor día de todos, (domingos y festivos también tenían sus dosis animadas pero en menor proporción).  

sin mas preámbulo aquí dejo  esas series animadas ochenteras, no se si están todas pero creo que incluí las principales.



-banner y flapy
Germano japonesa 1979.  26 episodios



Es de las primeras series animadas de las cuales guardo cierto recuerdo organizado de sus episodios.  Por alguna extraña razón siempre trae a la memoria episodios de mi vida infantil en la casa de mi abuela, acompañado de uno de mis tíos; lo extraño es que no recuerdo que hubiese televisor por aquellas épocas donde mi abuela…en fin
Banner era una ardilla criada por una gata en una granja cerca del bosque de nueces. Por cosas del destino terminó perdido en este,  y es allí donde encuentra su identidad como ardilla, crea amistad con los habitantes del bosque y afronta los problemas que este trae.  Como toda serie animada influenciada por los orientales tenia inmerso ese toque trágico tan característico. No estoy seguro que carajos pensaban los productores, guionistas y escritores de la época en cuanto a lo de historias para el público infantil, pero brutalmente nos sumergían en relatos de abandono familiar, traiciones, muerte de amigos y violencia entre especies, algo bastante crudo para los cánones actuales, pero que definitivamente nos pegaba de la pantalla.  Con esta serie  se me aguaron los ojos cuando la ardillita fue separada de su madre gata, se me escurrieron las lágrimas y los mocos cuando unos cazadores sin alma mataron al abuelo búho, me indigne a decir no más cuando el bosque fue arrasado por los leñadores  y quede algo confundido cuando luego del reencuentro con su madre Banner le dijo adiós…
Quedaron grabados en mi mente su estupendo tema musical, su doblaje españolete,  Banner saltando sobre la cola de su madre mientras sonaba la campanilla que colgaba de su cuello; la imagen de  inocencia y tranquilidad que representaba una ardilla bebe durmiendo con su cola como almohada…Banner me recuerda al bebe que tengo en casa.


-Thundercasts
EEUU 1985. 130 episodios



En mi humilde opinión y con un sesgo de aquí a la luna he de decir que esta es la mejor serie animada posible.  Había viajeros espaciales, armas mágicas, un mundo salvaje por colonizar, seres zoomórficos inteligentes, luchas al estilo medieval, aparatejos de alta tecnología,  y un villano de villanos envuelto en prendas mortuorias y en pacto con antiguos demonios.  La animación era una mezcla de técnicas americanas y japonesas de modo que no llegaba a la perfección y dramatismo oriental pero tampoco a la simpleza argumentativa y espasticidad de la americana.  Y lo mejor de todo era su intro. Simple y llanamente espectacular, una secuencia elaborada con tal pasión y perfección que el solo escucharla eriza la piel.  En los ochentas perderse un capítulo de los thundecats simplemente era algo traumático.  Se hizo una nueva versión en el año 2011 pero simplemente no pudo con su antecesora y quedó en una sola temporada. De los thundercats es inolvidable su símbolo, el perfil estilizado de un felino sobre un fondo rojo, la invocación de la espada del augurio, el conjuro del despertar de Munra, el tanque de Pantro  y un largo etc.


-Súper agente Cobra
Japonés 1978-1984. 31 episodios



De la historia de esta serie poco me acuerdo, creo que la daban los sábados en la mañana, y por lo visto no fue transmitida completa, al parecer su alto contenido de violencia y ciertos toques de sexualidad explicita como que no cuadraban mucho para la programación de los ochentas, y menos si era considerado un programa infantil.  Pero a pesar de todo esto y de los pocos capítulos que vi (no estoy seguro si la transmitieron completa) quedó impresa en mi infantil mente la figura de un hombre de rizos rubios, atlético, fumando a toda hora (incluso bajo el agua) y con un brazo como cañón…y una sexy robot acompañándolo a todo lado.   Según pude averiguar, cobra era un pirata espacial, sumergido en una civilización futurista algo deshumanizada, con ciertas capacidades físicas por encima del promedio, un sanjuan algo vago, que en su brazo izquierdo poseía una psicoarma, un cañón de calor que se activaba con sus pensamientos, y la robot que lo acompañaba era una antigua novia, que luego de sufrir una herida mortal no tuvo otra opción que convertirse en un robot, muy sexy por cierto.  De cobra se resalta lo elaborados de sus dibujos, su dinámica animación, los escenarios futuristas soberbios, y la historia propia para un público adulto.  Gracias súper agente cobra por esos primeros desnudos femeninos.


-Inspector gadget.
EEUU Francia Canadá Japón 1983-1986.  86 episodios

domingo, 10 de mayo de 2015

De superheroes y dioses





Es frecuente escuchar de muchas personas  que cuando sintonizan los canales de dibujos animados estos “muñecos de ahora” no se entienden,  son grotescos, con historias traídas de los cabellos y como es de suponerse, poco aptos para la población infantil.  Lo que  me preocupa es que todos aquellos que comentan  son mis contemporáneos, y que todos estos comentarios son típicos comentarios de personas adultas  con ganas de ser adultos mayores, y extrapolando  llego a la conclusión de que ya estoy viejo, pero por suerte, a pesar de las arrugas en mi cara y las canas en la cabeza, aun me siento niño (aunque si le preguntan a mi hijo  el opine lo contrario), algunos dirían que más que niño, infantil.


Pasando por alto algunas corrientes artísticas y técnicas de dibujo,  puedo decir que los dibujos animados de hoy son increíblemente mejores que aquellos con los que crecí.   A mi parecer la moda actual es la línea fuerte y definida, una paleta básica, poca difuminación y escaso juego de sombras,   algo que muchos podrían considerar como una baja en la calidad. Pero eso es cuestión de gustos, lo principal y más innovador es su contenido, su temática, la personalidad de cada personaje (valga la redundancia). Atrás quedaron los caracteres predefinidos, moralistas, ingenuos y apegados al sistema de todos nuestros amigos animados (resultado de una campaña de tintes políticos que sumió al mundo del comic en una extraña época de autocensura)  Antes carecían de ese toque de humor negro, crítica ácida y rebeldía tan frecuentes en cualquier dibujo animado de hoy (excluimos en este caso la producción oriental, ella es cuento aparte) a tal punto que las tiernas  y conservadoras producciones de Dysney ya siguen esta tónica, aunque un poco más recatados que sus congéneres de Cartoon Network, Nickelodeon y MTV  pero definitivamente  saliendo del molde ultraconservador que reinó durante años.

lunes, 23 de junio de 2014

AVENTURAS lo mejor que ha dado El Tiempo



Entre los años 1991 y 1993 un anónimo genio, al cual le estoy eternamente agradecido, inició un genial proyecto en el diario El Tiempo.   Decidió cambiar el formato del suplemento dominical de tiras cómicas que venía junto con las lecturas dominicales (dos curiosas formas de promover la cultura en Colombia, la historieta y la literatura juntas en un mismo día). En aquel entonces la sección de comics estaba conformada por unas pocas páginas repletas de viñetas a todo color de los principales personajes del género a nivel mundial y al final un intricado crucigrama que servía de cebo para los hipotéticos lectores del fin de semana.  A partir del 93 se  dio  representatividad al grupo de lectores infantiles  y tratando  emular  la idea de la competencia -los monos del espectador-  nació  AVENTURAS.

¿Que tenían esas hojas de particular?

Mucho; durante tres largos años todos los domingos,  en seis hojas de 30 x 35 cm era posible ser niño, sin importar la edad que se tuviese.  En la portada una reseña breve y divertida de todos los personajes que habitan el mundo de la tira cómica o la historieta. No había discriminación de estilos, nacionalidad ni antigüedad, en esa simple página quedó plasmada la creación de mentes brillantes alrededor del mundo y el tiempo. Y este solo era el abrebocas,  en su interior sagradamente tenían su espacio  Bill y Bolin, el fantasma, Mafalda, Calvin y Hobbes, Olafo, Carlitos,  Pepita y por algunas temporadas, las yarumoradas, las tortugas ninja, Justo y Franco, Diógenes y el vagabundo, Atila y Chichacun.  Durante algunos meses fui fiel seguidor del curso de dibujo de historieta que dio Jairo Álvarez, que aún hoy  a pesar del abandono que se le da a las cosas importantes por eso del “adultismo” y “trabajismo” me permite dibujar un monigote ligeramente decente en momentos de tedio laboral. 
Estaba la sección de mascotas, que enseñaba a conocer el mundo animal (mejor que animal planet) y cuidar de cuanto bichito viéramos por ahí. La sección de experimentos denominada “atrévete” la cual despertaba ese MacGyver oculto que todo niño o adolescente ochentero llevaba dentro.   Las vitaminas de cultura general, la figurita de plastilandia  que siempre se veía tan sencilla de crear pero nunca quedaba como tenía que ser. 
La fatídica sección de recetas, por la cual gran parte de estos suplementos quedaron hechos recortes  y por último la sección de cartas y aportes, donde cientos de niños, todos ellos futuros frikis,  enviaban sus opiniones, dibujos, agradecimientos, historietas y cuentos.


Después del 93 el formato cambió, se omitió la reseña del inicio pero se dejaron algunas de las secciones antiguas, luego, con los años, estas también se sacaron quedando solamente las tiras cómicas sin más, y por último todo el suplemento desapareció.  Me imagino que cuando se saca a circulación algún diario, en algún lado debe estar escrito a modo de norma ISO como el tamaño de letra o el color de los encabezados,  que este debe tener una cosa llamada la caricatura del día, así que para seguir con la tradición, El Tiempo  quitó toda esa basura de cultura, ciencia y opinión para  niños, la remplazó por el tarot o el horóscopo (o los dos) y  aquel matachín que se negaba a morir lo apretujo en una sola página con el sudoku y el crucigrama.

¿Qué fue lo que pasó?  ¿Crecieron los niños y murieron las ideas? ¿Murió el comic para los medios de Colombia?   

Yo por mi parte, orgulloso aun guardo en mi cuarto de san alejo mi colección de AVENTURAS, para envidia de muchos…

viernes, 13 de junio de 2014

Superman tan real como usted y yo



Hace muchos años tuve una acalorada discusión con algunos de mis compañeros de escuela  frente a los muros del hospital, donde jugábamos a los pistoleros y ladrones.  Entramos en franco debate y formamos dos grupos; en una esquina esta yo (el burro por delante dicen los viejitos) David y Wilson y en la otra esquina estaban Kiko, Dilmer y Abelardo; los seis, versados académicos de 7 u 8 años. ¿La manzana de la discordia? Un tema trascendental, de importancia vital, prioritario ¿existía Superman? Mi grupo era pro superhéroe y el otro vulgares negacionistas. ¿Cuantos minutos u horas permanecimos allí exponiendo puntos de vista, citando textos filosóficos y pensadores del renacimiento, postulando teorías y encontrando fallas lógicas y falacias en lo que se decía? no lo recuerdo, lo que si recuerdo es que en algún momento del debate vi en los ojos de Wilson (QEPD) cierto atisbo de duda.  David cual pastor  en domingo de evangelización fue fiel hasta los tuétanos. Yo como principal defensor de la existencia del hombre de acero, no podía darme el lujo de permitir que uno de mis adeptos se cambiara de bando como vil político de provincia. En silencio me encomendé al espíritu santo y a las animas benditas (que siempre ayudaban a mi  tía cuando algo se le perdía) y por si hacia falta, también invoque en silencio el poder de Grayskull.  Como era de esperarse, los poderes sobrenaturales nunca dejan pasar la suplica de un niño, vino a mi mente la prueba reina que derrumbaría todos los argumentos de mis opositores, algo tangible, veraz, irrefutable,  y lo mejor, estaba justo en la mesa de la sala de mi casa.  Dije “tay” (no se de donde viene la palabrita, si es de origen quechua, hebreo o celta, pero en mis tierras cuando un niño quiere parar un juego grita a todo pulmón “tay tay” y todos dan un receso) Salí corriendo a mi casa y regresé a los pocos segundos con algo en la mano.  Era un libro (bueno en realidad una revista, pero en el contexto del debate era como un libro) donde quedaba demostrada la existencia de Superman.  Con ceremonialidad busque la página reveladora... y allí, a todo color, estaba el hombre de azul y rojo volando sobre la ciudad de Metrópolis con su mirada fija en un horizonte de peligro. Pero eso no era todo, también reseñaba la actividad que estaba a punto de realizar:  proteger el mundo de las fuerzas oscuras del capitán Zod y sus secuaces, y  para rematar  daba la hora, fecha y canal donde se  documentaría tan prodigiosa hazaña.  

El nombre del libro en cuestión – revista TV guía-.  


Un oscuro silencio embargó a kiko, Abelardo y Dilmer; no tenían nada que decir, si algo salía en los diarios era verdad y punto.  Con el rabo entre las piernas aceptaron que Superman existía, que venía de kriptón, que tenía visión de rayos X, volaba por los cielos, con su súper fuerza nos protegería de todo mal,  perdonaría nuestras culpas y nos acompañaría  en la televisión. Amen.



Ahora,  con unos años encima, debo decir que Superman me causa sentimientos encontrados, primero porque el tipo es uno de esos moralistas, republicano, alienado del carajo  al que nadie le puede hacer nada ni le puede decir nada ya que tienen todos esos superpoderes que lo vuelven invulnerable a todo.  Segundo, porque es de esos superhéroes que se acomodan a todo, algo así como un senador o congresista, siempre del lado del estado, uno pensaría que tiene acciones en alguna EPS o amarrado algún contrato de carreteras.  Tercero, porque un tipo que anda en calzoncillos rojos, con una pijama azul ajustada y un mantel en su espalda es un tipo raro…muy raro.   Pero por otro lado, no me puedo perder ninguna de sus películas ochenteras:  Superman I  y II dos películas tan malas que de lo mismo malas son buenas, la III tiene una escena bárbara que es cuando una maquina atrapa una mujer y la robotiza.


sin contar con el dilema existencial que se formula al existir en un mismo lugar un Superman bueno y uno malo,  la IV hasta hace unos meses no sabia que existía.  De  “Superman retorna” lo mejor es no hablar y la ultima “Superman el hombre de acero” fue buena, aunque creo que estimuló mas la mente calenturienta de unas cuantas mujeres y a los hombres de a pie, los que no tenemos superpoderes pero si una superbarriga nos dejó como un zapato. 

Sin quererlo mi cerebro fue y sigue bombardeado por la creación de Jerry Siegel y Joe Shuster, desde las épocas del hombre calvo en los años 30, el hombre rudo de los 40, el pacifista de los 60, el culebrón que luego se inventaron con las tierras paralelas y los multiuniversos, el cuasi metrosexual Superboy ochentero, el ufológico Clark Kent de smallville, la superchica (superbuena) el súper perro, la liga de la justicia y la súper muerte a manos de Doomsday y su resurrección posterior.


Es innegable, Superman existe, Nietzsche puede descansar en paz. Lo tenemos en todos lados.

miércoles, 28 de mayo de 2014

El dia que Linterna Verde salió del closet




Cierto día llegó un compañero al trabajo con un gorro quirúrgico con dibujos estampados de un conocido súper héroe del mundo DC;   Era linterna verde. El cotilleo de algunos (incluyéndome) no dejó de inquietarlo, días después reapareció con un nuevo gorro, pero  con dibujos de Superman.
¿Qué fue lo que causo tan repentino cambio en la moda quirúrgica?  Entremos un poco en contexto.
En el año 2012 por motivos que desconozco la DC  comics al son de trompetas, flautas y marimondas proclamó a los cinco vientos que uno de sus personajes principales había decidido cambiar de preferencia sexual.  El archiconocido y poco valorado linterna verde había tomado la decisión, después de viejo como en muchos casos, que lo suyo no eran las mujeres de piernas largas, derrier (¿se escribe así?? ¿O mejor le decimos culo?) Redondito, pelvis ginecoide, pechos altaneros y rostros de formas finas,  si no el mero mero macho, con aroma a sudor rancio, pelo en pecho, pistola encintada, barba tipo lija y sombrero de mariachi. En los días siguientes al anuncio en varias regiones del planeta se levantaron voces de protesta, grupos de ultraderecha saquearon y quemaron varias salas de belleza, guerrillas suramericanas fusilaron a varios de sus integrantes al ser descubiertos utilizando EGO champú contra la caspa, en Corea del norte los misiles nucleares fueron reforzados con dos libras más de plutonio enriquecido y el vaticano promulgó una bula donde condenaba el hecho, la “lucernea viridis nec molliculi”.   Por suerte en el barrio donde vivo lo más sobresaliente fue el estornudo de un perro callejero.

¿Pero que fue lo que pasó? 

Retomando la historia de linterna verde, sabemos que esté más que un nombre o personaje como tal es un título que se les da a un grupo de guardianes galácticos, algo así como la SIJIN y el ESMAD combinados. En la tierra este título ha sido portado por  seis o siete individuos, siendo los más representativos Alan Scott y Hal Jordan, este último el más importante y poderoso de todos a tal punto que por puro y físico amor  asesinó a unos cuantos “parceros” verdes, destruyó la batería de poder central (la que les votaba corriente a todas las linternas verdes y sus anillos de poder) reinició el universo conocido, se transformó en una cosa  súper híper poderosa llamada Parallax;  a veces bueno, a veces malo.  Sacrificó su vida cuando el sol se apagó ofreciéndose como combustible (algo  semejante a  unas cuantas trillonadas de trillonadas de trillonadas de toneladas de hidrogeno)  y aun así el verriondo siguió andando como un espíritu llamado Espectro, la personificación universal de la venganza.  Al final se encontró con el padre chucho cuando este aún era seminarista, confesó sus pecados, rezó dos padrenuestros y cinco avemarías y todo quedó perdonado, retomó su cuerpo mortal y siguió su vida como cualquier buen ciudadano.


El del rollo fue Alan Scott el primer linterna, esté, luego de ser linterna verde se casó con otra mohacha me imagino que súper heroína (nada que ver con psicofármacos) tuvo dos hijos;  Jade y Obsidian, este último si gay declarado.  Pero como comentaba,  Alan después de no sé cuántos años de vida de pensionado, decidió renacer de nuevo con bríos juveniles y en este caso, como todo buen linterna verde, alterando un poco el entramado del espacio tiempo regresó en una historia en donde  ya no va en compañía de su novia en aquel viaje que lo entronizaría como guardián galáctico, si no que va en compañía de su novio, que al final muere en un accidente de tren.

Vida trágica la de estos héroes, y pues diré que los prefiero así, soy un hombre enchapado a la antigua, a mí me gustan los superhéroes que cuando no están salvando vidas, finiquitando guerras, evitando invasiones extraterrestres y más, están en su guarida, atentos, expectantes a cualquier llamado de auxilio.  Eso de la vida familiar no es para ellos, eso de los problemas de pareja bien sea hombre con mujer, mujer con hombre, hombre con hombre, mujer con mujer y viceversa no les combina.  No me cabe en la cabeza ver a Superman yendo a la tienda a traer el chocolate para el desayuno o a Batman preocupado por la cita en la EPS, o a Thor dando explicaciones de por qué llegó  tarde un viernes en la noche y mucho menos a linterna verde reclamando a su pareja por utilizar sus calzoncillos.

Al Cesar lo que es del Cesar y a los superhéroes lo que es de superhéroes.

martes, 27 de mayo de 2014

Es domingo, el dia de LOS MONOS



Hay algunos domingos en los que tengo que levantarme temprano (eso de las 6:30 o 7:00) para ir a trabajar (otra de las tantas razones por las cuales iré a parar al infierno, no respetar los días de descanso) y mientras pesaroso llego a mi destino, aprovecho alguna parada de semáforo para comprar los diarios disponibles.  Donde vivo circulan los dos principales a nivel nacional: "el tiempo" y "el espectador" dos regionales principales; "el diario del Huila" y "la nación", y otros que están dando la batalla como "opanoticias" y "el extra".  Trato de evitar algunos temiendo que al tomarlos se les caiga un hígado o un fémur de tanto cadáver y herido plasmado en sus hojas; un escalofrío recorre mi espalda cuando veo sus titulares en fuente 85 y rojos como labial de prostituta pregonando a los cuatro vientos los últimos asaltos, las ultimas bandas delincuenciales desmanteladas, las ultimas “riñas” entre compadres y comadres  y una que otra violación.  ¿En dónde diablos vivo? me pregunto, respiro profundo y recuerdo que somos uno de los países más felices del planeta.

Pero volviendo al tema, uno de los motivos por los cuales me compro los 8 kilos de periódicos es  la infundada esperanza de abrir alguno de ellos y ver caer  un pequeño cuadernillo de vivos colores. La sección de comics que todo buen y respetable diario debería tener. El tiempo y el espectador limitan el espacio a las historietas y de paso a todos los niños (los niños de verdad y los niños ya grandecitos) a una sola página,  tratando  compactar todo en un rinconcito, evitando que esos monigotes le quiten dos o tres centímetros al crucigrama o al sudoku. Los regionales traen dos cartillas que más que secciones de historietas solo son los primeros pasos de las páginas sociales diseñadas para niños. Los últimos traen una vieja buenona mostrando las tetas o la publicidad de algún brujo.

Nunca supe en que momento el comic y la historieta quedaron tendidos  y moribundos para los diarios nacionales, un arte (así algunos lo nieguen) que marcó la forma de pensar de muchos a lo largo de este siglo y el siglo pasado, que hoy renace en películas de alto presupuesto en las salas de cine.


Durante la década del ochenta y los noventas y creo que algunos días del dos mil, el espectador traía un suplemento dominical, dedicado exclusivamente a los niños, la revista LOS MONOS, ricamente ilustrada, sobriamente diseñada, que entre datos curiosos, juegos mentales, reseñas de manualidades y una última página que  ofrecía cursos desde detectivismo hasta hipnotismo, nos deleitaba con las historietas de todo el mundo y todas las épocas, allí conocimos los picapiedra, Pillin y Donald, Ferdinand, Beto el recluta, don Abundio, el gafe gafado, Pomponio, Gardfield y productos nacionales tan destacables como el café y las esmeraldas como los marcianitos, tukano, los cuidapalos y otro montón de personajes que en este momento se escapan de mi memoria.  Era un espacio de diversión y cultura, algo que la niñez y la juventudez, y la adultez y la vejenez siempre han pedido a gritos.  Luz al fondo del túnel para aquellos genios con lápiz y papel que perdían horas creando dibujitos con el anhelo de verlos circulando por todo el mundo y periodistas potenciales como los reporteritos.


Según algunos eruditos "los monos" empezaron a circular en el año 1981 y desaparecieron en el 2000 0 2001, aunque yo podría jurar que en algún momento tuve en mi poder una revista de 1978, con Pomponio somnoliento junto al árbol de navidad mientras una de sus hijas jugaba dichosa con sus nuevos patines, era una revista vieja, enseñaba los pasos de un ritmo hoy desaparecido pero que por el pantalón bota campana y el afro del modelo, era bien setentero.  Tuve una buena colección que leía y releía pero que fue desapareciendo con cada año de escuela de mis hermanos, que las encontraron muy prácticas para sacar recortes para las tareas.  Al final solo escaparon del magnicidio unas diez, con rayones, apuntes, hojas sueltas y  recortadas en el mejor de los casos y otras sencillamente incompletas, cual pergaminos egipcios o códices mayas.


Si  me gano el baloto, lo primero que haré es buscar por cielo y tierra los cientos de números que deben estar rodando por todo el país, o en su defecto, contratar a todo el equipo editorial del espectador de aquellos años junto con Jorge peña, Clara Helena Cano y Efraín Monroy so pena de excomunión,  producir nuevamente una a una cada una de sus revistas. 

Mientras, esperar un golpe de suerte y encontrar algún ejemplar en el fondo de alguna caja en algún cuarto de san alejo.

martes, 6 de mayo de 2014

tintinologos.....¡FILIBUSTEROS! ...¡TROGLODITAS!.....



Fueron varias las tardes que dedique en mis años mozos  en la biblioteca del pueblo,  solitario como una lombriz  ya que ni la bibliotecaria estaba presente (probablemente coqueteando con los policías de la estación cercana,  digamos que por cuestiones de vecindad ellos protegían aquel templo de lectura)  a leer y releer  unos delgados libros amarillos  con aroma a papel nuevo.  Era una colección incompleta de las historietas de tintín, de editorial juventud y en pasta dura.  Desde el primer momento que las tuve en mis manos ejercieron sobre mí un hechizo particular,  mi contacto con el mundo del comic se limitaba a los ocasionales complementos  dominicales de el espectador- los monos-  que llegaban por casualidad  y a alguna revista de Kaliman o Arandu de fecha indeterminada.
 

Para la mente de un niño podían ser historias densas, la mayoría de ellas  de 62 páginas subdivididas en rectangulares y homogéneas viñetas, en donde la mitad  eran ocupadas por los globos de dialogo, pero en ocasiones, saltándome las letras,  solo me dejaba llevar por la fluidez de los dibujos, por lo  realista de sus escenarios  y por aquellas situaciones  en momentos inverosímiles, otras de suspenso  y otras de franca comicidad;  más de una vez ahogaba una risotada al ver las expresiones estrafalarias y grotescas de algunos personajes,   y en una única ocasión fui expulsado de aquel sitio cuando junto a algunos compañeros de escuela soltamos carcajadas descaradas al ver las jugarretas de milu y un chivo malgeniado.   Como todo lector medio, siempre pasó por mi mente la idea de robarme alguno de aquellos ejemplares, pero los editores, todos ellos sabios, previendo esto, crearon las historietas en un formato extra grande que no pasaría  desapercibido en cualquier morral escolar.  Años después, y gracias al internet,  tuve la oportunidad de tener a mi alcance la colección completa de Herge, desde tintín en el país de los soviets, hasta tintín y el arte-alfa.  Luego me aventuré  por las aventura de Jo, zette y jocko, quike y  flupi;  Y por último versiones piratas y apócrifas como tintín vs Batman (donde muere milu) o la vida sexual de tintín o tintín en Tailandia.  Cayendo de esta manera en el maravilloso mundo de la tintinologia (a la fecha ya tengo cuatro álbumes  amarillos y con olor a nuevo, como los de la biblioteca)  Luego vino la película de Peter Jackson, acorde a las historietas y con una estética y efectos notables.  Pero luego de verla, sentía que algo no cuadraba, que a pesar de todo, nunca lograba esa relación íntima que se daba entre el libro y el lector. Días después  conocí la causa (una de tantas).  La línea clara;  aquella escuela belga de dibujo cuyo fiel representante era el propio Herge.  Los dibujos de líneas continuas y precisas, con ganancias lineales que solo aparecían muy de vez en cuando, su grosor estándar tanto en primeros como en segundos planos, la ausencia de sombras y difuminados,  la inexistencia del enfoque en primer plano, los colores básicos, fuertes para los personajes principales que resaltaban su ser en cada viñeta, aquella minuciosidad en los detalles y formas, y el obligado movimiento de los dibujos en dirección izquierda derecha  siguiendo el patrón de lectura, me dieron a entender el porqué de aquel mágico primer impacto.   Tintín había sido hecho para el  disfrute visual,  atraía la mirada del niño cual sonajero musical,  tan solo era dejarse llevar por un hilar de colores, escenas jocosas, gags  e historias de no querer acabar….. En fin, cosas de aficionados, y como diría Serafín latón “tiene gracia”…..el que entendió,  entendió….