Hace muchos muchos años existió
en la tierra un hombre al que dios en su infinita sabiduría decidió probar. Llamando a filas ángeles, arcángeles, serafines, querubines, tronos,
potestades, virtudes, dominios y ángeles caídos, a cada uno le encomendó la tarea de hacerle imposible su efímera
vida en este valle de lágrimas. Este
hombre amante de la estadística y los números (por tal razón no es Job, si
alguien pensaba que era el) sentado en un rinconcito de su hogar, transcribió una
a una todas las leyes que hoy por hoy rigen nuestro diario vivir. Tardó años en esto y cuando ya vio terminado
su trabajo salió de su escondite, se dirigió a una video tienda, alquiló las 13
temporadas con sus 3500 capítulos de padres e hijos, y cuenta la leyenda que en el capítulo 2033 su cuerpo maltrecho
no aguanto más y se volatilizo ante la mirada estupefacta de sus verdugos
celestiales. Nadie sabe dónde fue a parar; algunos físicos teóricos formulan hipótesis
basándose en algunas pruebas del acelerador de partículas de suiza, donde dicen
que entró a un universo paralelo, posiblemente en la séptima dimensión…donde
toca el trombón.
Este hombre era Murphy, el de las
leyes de Murphy (otros afirman que era un capitán de la fuerza aérea de los USA
que por allá en los años cuarenta, ante
la incompetencia de alguno de sus subalternos dijo aquella frase “si algo pueda salir mal, saldrá mal” pero estas solo son conjeturas). ¿Y a qué viene todo esto? A las famosas lluvias de estrellas, aquel fenómeno meteorológico que ocurre unas
pocas veces al año, que sirve de relleno en las noticias y que a pocos nos
importa.
Todos en algún momento de la vida
en un descuido hemos visto cruzar por el firmamento en una noche despejada una estela de luz bien sea blanca, azul, roja o amarilla, un fulgor luminoso que no
dura más de dos segundos, que como niños de preescolar nos hace exclamar
entusiasmados ¡acabó de pasar una estrella fugaz! ¿La vio? y depende de la compañía
las respuestas serian:
-si es un niño ¿Dónde? ¿Dónde?
- si es la esposa, novia o amante -¿y pediste
un deseo?
- Y si es un amigote – hay tan mariquita-.
De todas formas no deja de ser algo curioso y
agradable y según algunos entendidos en el tema, augurio de buena suerte.
De modo que cuando nos enteramos
que tal noche habrá una fantabulosa lluvia de estrellas, los más fanáticos
cuadramos la agenda, nos alistamos para la trasnochada (pues nunca es temprano,
siempre es de la media noche en adelante) les comunicamos la noticia a los
integrantes de la familia que quieran o no serán participes del evento, y muy a
las 10 pm con equipaje en el baúl del
carro, botellitas de agua, paquetes de todito y chitos se
inicia el viaje al lugar de observación astronómica, idealmente un desierto
lejos del bullicio y la luz de la ciudad.
Una vez allí, luego de cruzar kilómetros de carreteras solitarias, so
riesgo de ser víctimas de la patasola o la madremonte (palabras textuales de
una amiga en uno de aquellos viajes) se
arma el sitio de observación, se le informa al niño que llegamos. Pero este en
lo más profundo del sueño, hace caso omiso a todo. Y pacientes con la mirada
puesta en lo alto, maravillados por el manto estelar sobre nuestras cabezas,
esperamos la caída de los primeros meteoros.
Y es en este preciso momento en donde entra a participar Murphy.
El muy infame también postulo sus
leyes para la astronomía, aquí les dejo
algunas:
-Un lugar de observación no
tendrá más de dos de las condiciones siguientes: Cielos oscuros, horizontes sin
obstáculos, suelo firme, o servicios.
Las combinaciones de las
anteriores, para cualquier sitio y noche dados, serán exactamente las opuestas
de las que serían más útiles para el mayor número de personas.
-La distancia al lugar de
observación es directamente proporcional al número de piezas importantes que
habrás olvidado llevar.
-La calidad del cielo [incluyendo
tiempo, número de nubes, etc...] variará de forma inversamente proporcional al
día de la semana que sea; es decir la mejor época de visión caerá invariable en
una noche de trabajo, limitando el tiempo disponible para disfrutarlo.
-Durante los más raros
acontecimientos astronómicos, tales como tránsitos, ocultaciones asteroidales,
o un cometa que pase cerca, le enviarán indudablemente fuera de la ciudad en
viaje de negocios, o sucederá un acontecimiento importante de la familia.
Cuando no esté sucediendo nada en su vida, nada nuevo sucederá en el Cielo.
-En el caso de que no estuviera
fuera de la ciudad, o dedicado a actividades familiares de naturaleza
aplastantemente banal, y además el cielo estuviera despejado, el acontecimiento
transcurrirá a uno o dos grados de la Luna Llena.
-La posibilidad de que se
enciendan luces, linternas, faros, luces interiores o pilotos traseros es
directamente proporcional al número de obturadores abiertos y al número de
observadores que hayan empezado su adaptación a la visión nocturna.
-Los oculares sufren una
atracción magnética irresistible hacia el cemento, a diferencia de los
tornillos y tuercas pequeñas que sufren una atracción magnética irresistible
hacia la hierba alta.
-Todos los apagones suceden en
noches nubladas o de Luna Llena.
-La cantidad de nubosidad es
directamente proporcional al deseo del astrónomo de observar.
-La cantidad de nubosidad es
directamente proporcional a la disponibilidad del astrónomo para observar.
-La cantidad de cobertura nubosa
es inversamente proporcional al porcentaje iluminado de la Luna.
-Bajo cielos parcialmente
nublados, las nubes cubrirán exactamente esos objetos que tenga más ganas de
observar, dejando otras áreas totalmente libres de nubes.
-De las diez noches de mejores
condiciones de visibilidad del año, tendrá que asistir a algún acontecimiento
nocturno dentro de casa al menos durante ocho de ellas.
-Según vayan mejorando las
condiciones de visibilidad, irán aumentando las demandas de su cónyuge para que
vuelva a la cama.
-En invierno, la temperatura es
siempre al menos 10 grados menor que aquella para la que se había vestido.
-Durante el verano, la cantidad
de mosquitos es siempre un diez por ciento superior a lo que se ha previsto -y
para lo que se haya untado con repelente-
-Ley de la Observación Selectiva:
La siguiente supernova surgirá en una galaxia que usted observó en la anterior
noche despejada.
-Ley de la Declinación Selectiva:
El acontecimiento astronómico más interesante del año ocurrirá en una
declinación que estará por debajo del horizonte de su lugar de observación.
-Ley de la Vegetación Selectiva:
El árbol del vecino se desplazara siempre hacia el lugar exacto necesario para
ocultar el objeto que quiere ver.
-Ley del Césped (Variante
astronómica): Un elemento óptico que cae lo hará siempre con la cara convexa
hacia abajo, excepto si se halla tapado o se tira con el propósito expreso de
probar esta ley.
-Ley de la Visión Lateral: El
meteorito más brillante de la noche caerá detrás de usted, siendo visible
solamente a la gente con quien usted esté hablando en ese momento. (esto se
cumple para todos los observadores, incluyendo aquellos con quién estaba usted
hablando).
-Principio de la Radiación Lunar:
Los observadores de cielo profundo hallaran que las noches más claras serán
aquellas en las que haya Luna Llena, cuando la radiación lunar es suficiente
para eliminar las nubes y la calima.
-Enigma de la Luz Solar: Con la
única excepción de los eclipses solares totales, los diez acontecimientos
astronómicos más interesantes del año ocurrirán cuando el sol esté sobre su
horizonte, a menos que esté lloviendo.
De modo que aquella nube lejana en el
horizonte, cubrirá el 90% del firmamento en la hora pico de caída de
meteoros. Y así ocurrirá una y otra vez
en el transcurso del año, a excepción de
la vez en la cual no se fue, en esa noche, hasta naves extraterrestres se
avistaran. Pero como en astronomía nada está dicho, siempre habrá una próxima vez,
y si no se ven estrellas fugaces, planetas o nebulosas, al menos si se podrá disfrutar
de un agradable paseo familiar a altas horas de la noche.
Para los interesados les dejo aquí
el calendario de “inviernos estelares”
Julio 5 – Ocultación de Marte por la Luna visible en México,
América Central, Colombia,
Venezuela , Ecuador, Perú y Bolivia
Julio 7 –
Conjunción de la Luna y Saturno
Julio 28 –
Lluvia de meteoros de las Delta Aquaridas
Agosto 2 – Conjunción de la Luna, Marte y Saturno
Agosto 4 –
Conjunción de la Luna y Saturno
Agosto 12 -
Lluvia de meteoros de las Perseidas
Agosto 17 –
Conjunción de Venus, Júpiter y el Cúmulo de La Colmena en Libra
Septiembre 27- Conjunción de la Luna y Saturno
Octubre 8 – Eclipse total de Luna visible en América,
Asia y Australia
Octubre 21 –
Lluvia de meteoros de las Orionidas
Octubre 23 –
Eclipse parcial de Sol visible en América del Norte
Octubre 25 –
Conjunción de la Luna y Saturno
Noviembre 17 – Lluvia de meteoros de las Leónidas
Diciembre 13 – Lluvia de meteoros de las Gemínidas
Diciembre 22 - Lluvia de meteoros de las
Ursidas