latecleadera

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domingo, 24 de mayo de 2015

"Deseo morir por Cristo y su fe"





En la entrada principal de la casa vieja, unos cuantos centímetros  por encima del dintel, reposa tranquilo desde hace años un cuadro inmune al paso del tiempo, protegido de los descolorizantes  rayos solares, ajeno a la lluvia y posiblemente también al polvo, hogar de generaciones de arañas minúsculas de patas largas y picadura insípida.  Nunca supe quien lo puso, permanece en ese sitio desde que tengo memoria y hasta donde recuerdo nadie lo ha movido de allí.  Centrada,  entre  contrastes de blanco y negro se ve la imagen de un hombre en sus treinta y tantos  años, algo obeso, con gafas redondas y mirada fija y filosofal. 

En algún momento perdido en mi memoria pregunté a mi tía abuela quien era él; ella respondió que era el mártir de Armero, un  sacerdote que muchos años atrás había muerto a manos de gente mala, todo por aquello que aparecía bajo la foto. “deseo morir por cristo y su fe”.

En la casa se ejercía una especial devoción hacia este hombre, encontraba estampillas con su imagen  por todas partes, a tal punto que en ocasiones las utilizaba como material de construcción para los castillos y guaridas en mis juegos.  También estaba rodeado de pequeños relicarios de baja calidad que guardaban en su interior pedacitos de tela negra, según me contaba mi tía (y luego yo lo contaba a mis amigos) eran reliquias de este santo hombre y servían para todo;  eran mágicas y poderosas. Yo había visto como las sumergían en vasos con agua que luego  daban de beber a  enfermos que días después (me imagino) se levantaban de sus camas como si nada hubiese pasado.  Pero antes de continuar con todo aquello que desembocó en tizanas paranormales, sería bueno dar un repaso a la biografía de este cura.

domingo, 19 de abril de 2015

El perfume prohibido


Empecemos por decir que yo del mundo de la perfumería solo sé lo que el libro y película “el perfume historia de un asesino” de Patrick Süskind,  nos ha enseñado.  Soy un invidente olfativo, para mí un Chanel No 5, un Paco Rabanne o un Dior están en el mismo racero de un Yanbal, un Esika o un Suavitel. Aun soy de los que se niegan a utilizar champú  EGO para hombre, temeroso de terminar usando después:  gel, Acondicionador, crema humectante para el cuerpo y para las manos, jabón para el cuerpo y para las zonas intimas, exfoliantes,  suavizantes, crema antiarrugas, tinte para las canas, delineadores, tonificadores, y máquinas de afeitar para barba con barrita de aloe, para las axilas con manzanilla, para el pecho con sábila y para la pelvis y el culo con menta,  claro todos estos productos de la marca MACHO. Mis incursiones cosmetológicas se limitan a todos aquellos menjurjes  que enmascaren el natural aroma de macho alfa dominante que queda después de un día de trabajo bajo el candente sol del valle de las tristezas: polvo mexana para la pecueca, el antitraspirante en oferta en el supermercado para la chucha y la loción de turno de la revista de catálogo.  ¿Y a qué viene todo esto?  Cierto día sentado en el consultorio, divagando sobre la ecuación de Drake y la paradoja de Fermi, entró una paciente y con su aroma impregnó todo aquel recinto;  era algo denso, algo dulce, algo caliente y sofocante, pero principalmente, era algo que me evocaba épocas de mi niñez  cuando aquel aroma se mezclaba con el sudor en las misas del domingo, o cuando llegaban de visita a la casa mi bisabuela y mi tía abuela  para departir el desayuno dominical o cuando entraba a casa una señora toda encopetada, cubierta de chales y rebosos, acalorada, sudando gotas gruesas que se escurrían por su frente y presta a realizar las suscripciones a la liga del mártir de Armero.  Este aroma tan familiar, tan nuestro, tan arraigado en nuestra área olfativa es el aroma de TABU, el perfume prohibido.  Y esta es su historia.

domingo, 15 de marzo de 2015

El demonio sobre el tejado, mi diablo personal



Hace unas  noches  soñé con el diablo.  Me encontraba en la casa vieja del pueblo, en escenarios completamente oníricos, entre planicies inmensas y bosques merodeadores bañados  por la luz de la luna llena parcialmente cubierta de nubes; una luz de medianoche, una luz de perros en silencio y grillos indiscretos, en un lapso de tiempo que bien podrían ser las horas previas  al eterno preámbulo del amanecer, cuando las estrellas preparan su incipiente agonía y el tremor de los rayos solares aun ajenos pero si inminentes anuncian su llegada. 

Por terroríficas y mundanas razones que no van al caso, mi yo imaginario había decidido subir al techo de la casa, buscando con rabia aquello que de forma  silente  acechaba mi familia durmiente y no daba tranquilidad a su descanso.  De pie sobre las viejas láminas de zinc lo vi.  En un principio como algo difuso, enmascarado en el fondo silvestre que se extendía tras él.  Mis ojos algo encandilados por la luz cetrina que desprendía el astro de la noche,  solo lograron distinguir su forma cuando los nubarrones pasajeros descubrieron la cara de Selene y su brillo de misterio cayó sobre nosotros.  Era un figura alta, desgarbada, encorvada, piernas flacas con extrañas incongruencias anatómicas, brazos que llegaban hasta sus rodillas y de los cuales unas manos estilizadas y con garras se aferraban al aire, una cola serpenteante bailaba al compás de las melodías de los grillos y una sombra sobre su espalda -bien podrían ser sus alas o una capa cubriendo su desnudo cuerpo-  se movía al antojo de la brisa nocturna.  Su cuerpo no era de color negro, era oscuro,  y al notar mi presencia giró su cornuda cabeza  hacia mí.  No existía una cara, solo había un agujero de tinieblas delimitado en una fileña silueta, dos brasas ardientes hacían las veces de ojos  y desde ellos me lanzó una mirada mezcla de odio, sorpresa y finalmente indiferencia.  Fue una situación semejante a cuando se  sorprende un gato en el tejado y este planta su mirada ante la nuestra instantes previos a escapar.  De igual forma, este ser, el señor del mal, tal vez buscando un instante de silencio, un momento de soledad o simplemente molesto por la presencia de un simple mortal, decidió desvanecer  su presencia en los sonidos, aromas y visiones que la noche carga y raudo como un ventarrón se abalanzó sobre los techos de las casas vecinas para perderse finalmente en los bosques lejanos.  Yo me quede allí, perplejo,  había visto al mismísimo diablo y vivía para contarlo.   Luego desperté.

lunes, 6 de octubre de 2014

Bochica S.A.S contra Jesucristo Inc.Corporate



Hace unos días cumplí años, y fue grato ver en el muro del Facebook como algunos de mis amigos me felicitaban y me auguraban bendiciones por parte de Bochica.  Pero lo más curioso  fue ver como algunos compañeros de trabajo me preguntaban en tono sincero: “hombre polo ¿Quién es Bochica?” o “¿qué es eso de buchico?” o “¿eso como que es un mito?”

¡Por las ricitos del divino niño! Como puede estar pasando esto en este país mestizo del sacrosanto corazón de Jesús.

Respirando hondo y en tono conciliador respondí que Bochica era algo así como el Jesucristo criollo y todos soltaron una carcajada (incluyéndome) pero… ¿Por qué habría de estar equivocado?

domingo, 17 de agosto de 2014

Guia de supervivencia zombi...por si las moscas..


Nada mejor para esos días en los cuales el tedio tiende a inundarlo todo,  días en los que la existencia se refleja en el espejo de la monotonía, que volverse un poco neurótico…bueno algo más de lo usual.  En este apoteósico  estado de desequilibrio mental la vida  se llena nuevamente de colores y el existir cobra variables significados, pero lo más importante, nuestra meta en este mundo  se vislumbra a nuestro alrededor.

Aprovechando la coyuntura podremos deleitarnos con saber que estamos subyugados al mandato oscuro de los illuminati, o que somos seres semejantes a hormigas en un insectario de reptilianos, niños menores de nuestros hermanos cósmicos de la hermandad blanca, trogloditas ante la confederación galáctica, o pecadores en breve espera del día del juicio final.


Pero sin ir más lejos tan solo tendremos que encender la cajita mágica, sintonizar las noticias y ver que estamos al borde del colapso. Fallaron  algunas  predicciones que científicos y visionarios daban en las décadas de los ochentas y noventas, de un futuro (el hoy) cuasi perfecto, con las enfermedades si no erradicadas si controladas, la pobreza en su mínima dimensión, el hambre solo un fantasma del pasado, carros voladores que nos llevarían a las colonias lunares, casas biosostenibles diseminadas en bosques floridos, niños jugando a la rueda en verdes prados modificados genéticamente, robots semejantes a  C-3PO con juguito de mandarina en su mano tras su dueño de estampa europea en un campo de golf (igual al mundo post apocalíptico que pintan en los panfletos los testigos de jehová). 

domingo, 27 de julio de 2014

Entendiendo el planeta de los simios



Hace poco vi la última película del planeta de los simios.  “el planeta de los simios: confrontación” y no me sentí defraudado en absoluto, aunque esta opinión es poco objetiva, tengo un gran sesgo de  afinidad hacia dicha serie, de modo que cualquier hueso que venga impreso con el adjetivo  “simios” a mi corto parecer será súper. 

El planeta de los simios en cualquiera de sus variantes es una reflexión sobre el papel de los humanos en este planeta, la fragilidad de su supervivencia como especie, la desmitificación de su concepto de pináculo de la creación, y un recordatorio de que no somos más que simples simios tecnológicos. 

¿Y de dónde vino la idea de chimpancés parlanchines y buscapleitos?

Todo nació de la mente del escritor francés  Pierre Boulle  en 1963, allí narra la historia de una pareja de astronautas que encuentra una botella en el espacio,  esta guarda un manuscrito en el cual se narra la historia de otros astronautas que en el año 2500 parten del planeta tierra hacia un planeta de la estrella Betelgeuse y en el encuentran que este está habitado por una raza de simios inteligentes y civilizados y en donde los humanos no son más que simples animalitos salvajes.  Las peripecias de los protagonistas se las dejo a los futuros lectores del libro, por cierto corto y de fácil lectura.

Debido al éxito del libro se creó toda una saga de películas, series de tv y comics, siendo las de mayor influencia las películas, hasta el momento 8.    Las primeras 5 salieron a luz entre los años 1968 y 1973, la sexta en 2001, la séptima en 2012 y la ultima en 2014.  Pero me interesan las 5 primeras, ¿Por qué? Simple, porque de ellas se desprende toda la simio manía que aún persiste en estos días.

Cuando un no existía Caracol, RCN ni el canal del congreso, de  vez en cuando salían por la tv películas  buenas, y  por allá en estos años ochentas  pude ver, no estoy seguro si siguiendo una secuencia, algunas de estas cinco  películas. 

Así que me tomare la molestia de explicarles como es la cosa con dichos miquitos.

lunes, 14 de julio de 2014

Yo zombie



Tendría yo unos 8 años; en el pueblo no había cine ni nada que se le asemejase, algunos parroquianos con ínfulas de empresarios traían películas de la capital en formato beta y en un salón pequeño que servía de oficina de despacho de buses y chivas las exhibían  en un televisor a color de 32 pulgadas. El precio de la entrada nunca lo supe, nunca me dejaban entrar, pero por una rendija de una ventana, junto con algunos amigos, nos alternábamos para ver  películas como Rambo o Cobra.  En una de aquellas oportunidades, ya caída la noche,  pegado al vidrio tratando de distinguir algo en aquella minúscula pantalla, el dueño del local se acercó, me miro con recelo y me dijo –entre chino, pero se queda callado-  en silencio y algo asustado (si mis abuelos se enteraban que estaba  viendo esas cosas que solo mostraban indecencias, el castigo estaba asegurado) me senté en el suelo, junto a unas veinte personas  y disfrute de la función.  El nombre de la cinta “dejad que los muertos descansen en paz” o al menos eso fue lo que entendí  al que estaba a mi lado. Ese fue mi primer contacto con el mundo de los zombis, en ella, un hombre llamado  Martin, luego de morir por   la radiación de una maquinaria industrial se transformaba en un tenebroso y desgarbado ser, sediento de carne humana que acechaba a los habitantes de la región. A medida que trascurría la película por cada mordida que daba y cada brazo o pierna que digería, su víctima se convertía en un muerto viviente mas, extendiéndose la plaga en una orgía de sangre y canibalismo, para finalmente, luego de una lucha a muerte con los sobrevivientes, quedar solo y morir definitivamente a manos de su esposa en lo profundo de una cripta.


¿Qué diablos le pasaba por la mente al tipo que me dejo entrar? no lo sé, tal vez quería darme una lección para que nunca más estuviese pegado  a su ventana, pero el plan no le funciono.  Aunque he de señalar que por varias noches no dormí tranquilo, contando las cuadras que habían desde mi casa hasta el cementerio, triplicando las oraciones que mi tía abuela me había enseñado para antes de acostarme y encomendando a cuanto santo o ángel conocía para que por sus infinitas virtudes y bondades evitaran que los muertos  salieran de sus tumbas y si salían pasaran de largo por mi calle, las de mis familiares y amigos. Por algunos meses tuve pesadillas en las que hordas de muertos atacaban mi casa y en las que conocidos y familiares se convertían es estos monstruos.  Algún erudito psicólogo podría decir que quede traumado, pero no, luego de esa película no perdía la ocasión para ver otra del mismo tipo; se me revolvían las entrañas cuando salían escenas de explicito gore y nuevamente pasaba por las noches de poco sueño, oraciones prolongadas y una mayor confianza en mis aliados celestiales. Al mejor estilo del adulto que promete nunca más volver a tomar en pleno apogeo del guayabo para días después terminar emparrandado,  yo pasaba tragos amargos pero valientemente aceptaba nuevos retos. ¿La razón de esto? no la sé, alguna neurona neurótica o esquizofrénica en alguna circunvolución inconclusa, de las mismas que producen emos, punks, cristianos fanáticos y seguidores de Herbalife.


¿Dónde nacen los zombis?

La primera referencia que podríamos dar de un zombi como tal podría venir de la antigua Mesopotamia, cuando la diosa de los muertos Ereshkigal, luego de sufrir una pena de amor a causa de Nergal hace que este regrese a su lado después de proferir estas tiernas palabras de reconciliación:

“haré que los muertos asciendan y devoren a los vivos, haré que allí arriba haya más muertos que vivos”

Así quien no se enamora.

Luego vendrían  los ritos y cultos funerarios encargados de enviar el alma de los muertos al más allá y evitar que ronden por el mundo de los vivos, pero ese cuento era con el alma, al cuerpo lo dejaban quieto en su natural descomposición.

Adelantándonos en el tiempo la concepción del zombi fue tomando forma gracias a la tradición vudú y la cultura haitiana, allí la mezcla de temores y prejuicios del hombre blanco, junto con los ritos  funerarios, de sangre y la esclavitud dieron nacimiento a lo que sería el “muerto viviente” solo que este  era un sirviente más, una deformación del  esclavo de las plantaciones de caña, una macabra analogía de la denigración de la condición humana.

Luego en los años 30 llego el cine y con ellas las primeras cintas del genero Z, iniciando con “la legión de los hombres sin alma (1932)” “los muertos andantes (1936)” “yo anduve con un zombi (1949)” y “plan nueve del espacio exterior (1959)” esta última catalogada como una de las peores películas en la historia del cine, y en efecto lo es, pero igual es estupenda.

Después en 1968 llego el padre de la cultura zombi al que todo buen fanático del cine tipo B y su subgénero Z debe nombrar con respeto:  George A. Romero. Con “la noche de los muertos vivientes” dio vida al muerto viviente caníbal y bestial, comandado solo por sus instintos básicos de hambre y furia y por supuesto al escenario que se desprendía del actuar de estos seres, el temido apocalipsis zombi. Después de todas sus  películas la cultura zombi adquirió forma y se convirtió en la empresa de entretenimiento que es hoy.  De allí partió la figura típica del cadáver de andar lento, arrastrando su extinta humanidad hecha pedazos en busca de carne y posteriormente cerebros que calmen su dolor. Luego llegarían las hordas brutales y cazadoras, el zombi que persigue sus víctimas dejando escapar macabros gruñidos y gemidos (el amanecer de los muertos y the walking dead tanto el comic como la serie de tv) por ultimo ya se abandonan las pequeñas poblaciones o ciudades y se centra todo en el apocalipsis zombi, el fin del mundo tal como lo conocemos a manos de seres tan depredadores como nosotros.


¿Por qué llama tanto la atención este género de “terror”? será porque el zombi,  al igual que en los tiempos de esclavitud en Haití, es una analogía del hombre moderno, esclavo de un mundo fabricado para generar dinero a costa de la “vida” y libertad del individuo.  Será porque nos sentimos humanos sutilmente deshumanizados, hormigas más dentro del hormiguero, sirvientes sin voluntad de la tecnología y el mercado ¡Muertos vivientes! Y tal vez por eso mismo, es que la imagen del apocalipsis zombi tan pulcramente detallada en la industria del entretenimiento solo refleja nuestra esperanza de un mundo nuevo, la caída del status quo a manos de sus mismos creadores  convertidos en depredadores máximos.

Que irónico que en la representación de la muerte esté reflejada la esperanza… bueno, son solo ideas mías.


martes, 8 de julio de 2014

Espadas magicas y no tan magicas


Por alguna razón estos artilugios siempre han ejercido un extraño poder sobre todo hombre y niño, ¿quién no ha deseado tener en sus manos una fulgurante y letal espada? y con ella entablar senda batalla, bien sea con un único y experimentado maestro de la lucha, donde luego de minutos interminables de sablazos, saltos por el aire, chispas al chocar el metal y muestras de una habilidad sobrenatural, el oponente termine con la hoja atravesando su pecho hasta la empuñadura y exhalando alguna frase reveladora y trascendental antes de su muerte.  O en el otro caso, estar con ella en pleno campo de batalla, ante un muro de enemigos bestiales y sedientos de sangre y romper sus filas mientras brazos, piernas y cabezas saltan por los aires victimas de nuestra fuerza y agilidad descomunal y el filo mortal de nuestra compañera.

Las espadas siempre traen a flote ese guerrero nórdico brutal enclavado en lo más profundo de nuestra esencia chibcha. Su hoja que con un zumbido corta el aire,  por algún desconocido proceso óculo testicular libera torrentes de testosterona  asesina en nuestro torrente sanguíneo y activa la circunvolución infantilus que queda en alguna parte perdida del cerebro.

Las espadas tienen el poder de volvernos nuevamente niños. (Con las mujeres no sé si funcionara, personalmente no conozco a señoritas que quieran cortar cabezas o agarrarse a planazos en una batalla decisiva, aunque existen excepciones como Xena o Sonia la guerrera)

Por desgracia (o fortuna) nacimos en un mundo en donde la espada solo sirve de decoración (los casos que se ven por internet,  del uso de las espadas en el medio oriente digamos que no aplican a la regla) y lo que personalmente vi que más se asemeje a una de aquellas batallas es la pelea de dos borrachos en el pueblo con peinilla en mano dando planazos sin ninguna elegancia y con un poncho enredado en el antebrazo como escudo, pero a pesar de todo no dejan de  ser sobrecogedoras esas escenas.

De vez en cuando me da por consultar en internet sobre venta de espadas; hay unas de lo más regias, otras muy floripintas y otras aterradoramente fascinantes como las katanas japonesas de la china. Por desgracia y aplicando la canción de Jhonny Rivera, no soy un hombre soltero, y si un día llego a aparecer con una de esas en la casa, con esa misma me dan en la cabeza por gastarme la plata en cosas innecesarias y sin utilidad (aunque si pueden ser útiles; si un ladrón entra a la casa puede terminar ensartado en esta, y en los diarios aparecería el titular, “muere ladrón atravesado por una espada” –épico-.  Aunque otro diario local pondría de titular “ladrón fue por lana y le dieron chumbimba con un machete”) de modo que a no ser que me encuentre algún tesoro antiguo debajo de la casa del pueblo y saque de allí alguna espada española de la época de la conquista, o me gane la rifa de una espada medieval pro fondos para el paseo de algún grupo del colegio, tendré que posponer mis inclinaciones vikingas para dentro de unos años, cuando ya no haya niños en la casa que se puedan cortar con su filo.

Así que dejando tanto parloteo a un lado, demos un breve repaso sobre las espadas más famosas del  mundo.

-Excalibur:  la legendaria espada del rey Arturo forjada en Avalon y obsequiada por la dama del lago, Arturo adquirió el derecho a llevarla luego de sacarla de la  piedra en la cual Merlín la había incrustado.

-La espada del augurio: perteneciente al rey de Thundera o a su sucesor en este caso Leon-O.  Tenía en su empuñadura el ojo de Thundera, y con ella se podía ver más allá de lo evidente, disparaba rayos, se encogía de tamaño,  volaba a las manos de su señor y cuando León-O estaba en problemas votaba un rayo de luz a modo de señal de auxilio a los otros thundercats.

-espada de He man: era una espada mágica que servía de puente canalizador entre el poder de greyskull y Adam,  para transformarlo en He man y quitarle lo maricon a Kringer (¿contenía aquella espada la cura contra el homosexualismo que tanto cristiano radical busca?) como toda espada mágica despedía rayos, protegía con campos de fuerza y era indestructible.

-la espada Atlántida: fue la espada con la que Conan el barbaro mutilo a unos cuantos prójimos, de diseño sobrio servía como stiker para pegar en los cuadernos de colegio y protegía contra revisiones de tareas imprevistas, para poseerla se necesitaban dos años de gimnasio, anabolizantes y mucha proteína.

-la espada de Gryffindor: con ella Harry potter mato el basilisco y luego con ella pudo destruir uno de los horrocrux, salía de un sombrero parlanchín y como que no hacía nada más.

-Narsil Anduril: como Narsil fue la espada que utilizo Elendil para cortar el dedo de Sauron y arrebatarle el anillo mágico (la empuñadura para ser preciso) luego fue forjada nuevamente por los elfos, bautizada como Anduril y entregada a Aragorn para que fuese utilizada en la guerra del anillo.

-la espada de Duncan MacLeod: no tenía nada de particular pero por su filo cayeron un montón de cabezas de inmortales.

-Los sables de luz: son el arma de los jedi, solo ellos tienen el poder para usarlos, cuando se mueven producen un sonido como de motor de licuadora fallando y se pueden guardar en el bolsillo, ya que tienen un botón de apagado.

-Frostmourne: usada por el príncipe Arthas  en el mundo de warcraf, con cada episodio aumentaba de poder, con ella mato a su padre y lo acompaño siendo el rey Lich.

- la katana de Michonne: es el vivo ejemplo de lo útil que puede ser una espada ante un eventual apocalipsis zombi, con su hoja mato centenares de muertos vivos  ¿?

-la espada de William Wallace: expuesta en un museo de Irlanda, con ella Mel Gibson. ..Perdón wallace mato unos cuantos ingleses de mierda. Imposible de usar por latinos (mide 168 cm)

-la espada de Bolívar: se la robo el M19 el 17 de enero de 1974 y fue devuelta al gobierno colombiano el 31 de enero de 1991,  reposa en la quinta de bolívar, aunque algunas malas lenguas dicen que yace junto a Hugo Chávez  en su féretro en la luna.

- el chipote chillón: no es una espada pero el chapulín colorado la usa como tal y con eso basta. 




domingo, 8 de junio de 2014

Colombianos orgullosamente groseros (no apto para puristas, niños y mujeres embarazadas)



Hoy sin querer, se me escapó de las manos una de las puertas de la casa y terminó aplastando uno de mis dedos;  la palabrota salió de mi alma, de lo más profundo de mi ser y mejor que un gramo de acetaminofén (el que tanto critica la gente) alivió mi dolor.

En este mundo de eufemismos el lenguaje vulgar es apelativo de anatema, pero curiosamente solo lo es en los medios de comunicación, allí la palabrota es innombrable, en los escritos el insulto de la plebe es intolerable.  En la vida diaria, en la charla cotidiana es el complemento perfecto para todo, sirve de saludo, de despedida, confirma lazos de amistad y en  último caso crea un pronombre más.

¿por qué son  tan detestadas? ¿Qué grupo financia esa cruzada anti palabrotas? uno de los grandes enigmas de la humanidad.

Las hay de muchas formas y colores, largas y cortas, con  mayúsculas y minúsculas, agudas y graves, nacionales y extranjeras.  Y son estas últimas las que como en todo este ambiente de globalización, también tratan de entrar en nuestra mente y usurpar el espacio de nuestras castizas amigas.

Crecí viendo películas y programas de tv donde las expresiones que bien podrían ser de insulto y ofensa, eran el pan de todos los días. Pero eran palabrotas raras.  Robín decía a Batman: -¡santos frijoles saltarines batman!- o –rediantres batman-.  No faltaban los ¡caspitas! o ¡recorcholis!  Otro superhéroe decía:  ¡chanfle!  Y en películas como Rambo, rendir no retroceder para tras nunca jamas  I,II,III, IV, V, VI , en el furor de la batalla, en el peor momento de la tortura (cuando la cámara no enfoca lo que se supone están aplastando) o en el momento final de la gran venganza salen a relucir palabras como:  ¡malditos, lo pagaran!  ¡Miserable muere!  ¡Imbécil ten tu merecido!.  Luego, con los años se permitieron unas más subiditas de tono como malnacido,  infame,  perra  o bastardo y finalmente al desaparecer la censura,  escuchar a diestra y siniestra la concha de tu madre, chingados del demonio, jodete , bitch, shit y la archiconocida fuck you en todas sus formas y presentaciones.


Somos conocidos por muchas cosas, por ejemplo por ser el país más feliz del mundo, el de las mujeres más bellas (aunque noticias que circulan por internet sobre solteronas serbias y ucranianas pondrían en entredicho esto) el  país del café, las esmeraldas, las flores y la cocaína, el país con el segundo mejor himno nacional, con las  mejores virreinas, con la mayor cantidad de reinados, hasta hace pocos días teníamos a gabo, ahora nos queda Shakira, Nairo  y la selección de futbol. Somos el país con el primer puesto en patinaje, tejo y rana y tenemos las capitales mundiales de la salsa, el vallenato y el bambuco. Podríamos nombrar también que ocupamos un tercer puesto en biodiversidad y el segundo en especies de aves (los lagartos, ratas, chulos, víboras y micos del gremio político han aportado  un buen porcentaje en esto).  Y ahora, podría decir sin sostenérselo a nadie, que somos el país con el mayor y el mejor uso de palabrotas del planeta. (Los mexicanos dirán que es México, los españoles que España y los Suazilandeses dirán que es Suazilandia)


Curiosamente la gran mayoría de los insultos radican todo su poder en su clara connotación sexual. Aunque también existen insultos de tipo intelectual como tonto y bobo pero estos peligrosamente se pueden transformar en frases de cariño en boca de chicas románticas,  como “mi bobito lindo” o “que tontito eres, yo te quiero” (quién no recuerda la canción tonto de Miriam Hernández) también están los estúpidos y ridículos que son improperios que lanzan mujeres iracundas cuando se les dicen piropos subidos de tono o académicos y eruditos cuando refutan argumentos de imbéciles.

Los insultos de verdad, la palabrota, el madrazo, la frase que se esconde con un pitido en cualquier parte, es el que sale del alma, el espontaneo, el que busca cumplir su cometido primigenio, insultar y maldecir, pongamos ejemplos:

-MIERDA: producto de desecho del metabolismo humano (el migajón o el popo de perro no cuentan) esta se puede dar de comer, se puede acumular en cerros y ubicar un marco espacio-temporal especifico (vaya como mierda, cómase un cerro de mierda o váyase para la mierda).

-GÜEVON o su variante GÜEVA:  una deformación de la palabra hueva que vendría siendo el femenino de huevo, que vendría siendo una analogía de testículo. ¿Por qué es una ofensa? Ni idea, esa glandulita sí que es importante para  los hombres (curiosamente las mujeres también la utilizan, me imagino como analogía a ovarios poliquisticos) será que cuando se tiene la testosterona y los estrógenos por las nubes  terminamos en actos un poco estúpidos.

-La VERGA: utiliza toda su fuerza lingüística y fonética bien sea para inducir el insulto (usted si es una verga, o ese tipo care verga) o como respuesta a otro insulto (mejor chúpeme la verga) y tiene que ser verga, no pene, ni pipi. No me imagino gritándole a un conductor iracundo: ¡por qué mejor no me chupa el pipi!.

-PAJUELO:  aparte de ser el apellido de un futbolista también es el apelativo que se le asigna a todo aquel que por razones masturbacionales no rinde adecuadamente en una actividad.  (Mano usted si es mucho pajuelo)

-MARICA: muy a pesar de la comunidad LGTB, sigue siendo una de las palabrotas más utilizadas, puede ser sinónimo de tonto (mucho marica no hizo eso) cobarde (hay tan mariquita le da miedo) homosexual (hay tan marica ella ¿? Y el problema es cuando se le dice marica a un marica, el insulto se anula)  otros usos no necesariamente insultantes son como saludo (que mas marica, o que hay de nuevo marica)  o como remplazo del punto y la coma (estábamos en el bar marica y eso vieja vino marica y estaba rebuena marica)

-MALPARIDO: aún guarda toda su energía insultante aunque no es claro en su origen.   ¿Se refiere a productos de partos difíciles o cesáreas?   para que cumpla bien su función lo mejor es usarlo fuera de un contexto clínico y vetarlo para los profesionales de ginecología (enfermera por favor le aplica la vitamina k al malparido de la  paciente de la cama 10)

-GONORREA:  es de las palabrotas de exportación gracias a la virgen de los sicarios y a la vendedora de rosas, se puede anular fácilmente con penicilina, de modo que si se la nombran simplemente  haga uso de sus aptitudes histriónicas y en el mejor paisa posible responda “suerte... aquí tiene su penicilina”.  Si por el contrario tiene una secreción purulenta por su uretra es probable que no sea un gonorrea si no que tenga gonorrea y lo mejor es que vaya al médico.


Gorzofia, gurrupleta y bazofia puede que sean mutaciones de alguna venérea (exceptuando bazofia que la aprendí de los Simpson)

Y por último la señora, la madre de todas, la que por alguna razón esta codificada en nuestro adn, pues es de las primeras palabras que gracias a tíos díscolos o abuelos alcahuetes aprendemos. La archiconocida hijueputa (o jijueputa o jueputa), variante de la españoleta hijo de puta.  Pero aquí en Colombia no nos entrometemos con las putas, estas en sus variantes eufemísticas: damas de compañía, prepagos y fufurufas, quedan en sus respectivos sitios: en burdeles, whiskerías y algunos canales de tv. 

Hijueputa aplica a todo, se combina con todo, y puede ofender a todo, es como el agua, sirve para todo. Si nos va mal es culpa de la hijueputa vida, si un martillo nos cae en el pie es el hijueputa martillo, si nos suben los impuestos es el hijueputa gobierno, si gana Santos es el hijueputa santos y si gana Uribe es el hijueputa Uribe.   En fin, hijueputa representa todo lo que nos molesta, nos incomoda, es algo que nos hace colombianos.  Y para reforzar el porque somos el país con la mejor vulgaridad posible, la podemos potencializar y repotencializar, puede ser ese doblehijueputa dolor  o ese tetradoblehijueputa profesor, la triplehijueputa vieja  o la catrehijueputa cuota, o como dijo un amigo de colegio, la recontratriplecatredoblehijueputa tarea.

Ya quisiera ver yo a Steven Seagal gritando a un grupo de mafiosos:  “salgan recontratriplehijueputas malparidos, que les voy a dar plomo por el culo”  

viernes, 30 de mayo de 2014

San agustin entre charlatanes, mercachifles y marcianos





He visitado  san Agustín muy a mi pesar, en solo dos ocasiones;  la primera, en el colegio cuando cursaba noveno, en bus mochilero y vomitando hasta los hígados,  tanto de ida como de venida.

 -Eso se le va quitando a medida que crezca-

Dijo el doctor a mi tía cuando le consultó mi problema de ver un carro y ya estar mareado con una bolsita negra en la boca. Y en efecto, el sabio galeno tenía razón.  La segunda visita fue en el 2012, en vísperas del fin del mundo, tal como lo profetizaban los mayas, pero en esta ocasión,  de conductor y acompañado de mi esposa y mi hijo.

Siempre me ha gustado el sur del Huila: sus poblaciones desprenden cierto aire colonial, sus paisajes repletos de árboles con salvajinas ondulantes, su historia de orgullo y resistencia.  Y al sur, al sur, al sur como la canción, San Agustín.

Fue un viaje relámpago, planeado 24 horas antes para que nada lo cancelara, con aguacero a la salida de Neiva, desayuno de pandeyuca y avena en Gigante, la foto obligada en la ceiba de la independencia, compra de achiras en Altamira, foto con la gaitana en Timana, almuerzo en la casa de un tío en Pitalito y desembarco victorioso a las 2 de la tarde en la plaza de San Agustín. Y aquí es donde empieza todo… no reservé hotel ni nada por el estilo, llegué al pueblo, asomé la cabeza por la ventana, saqué la lengua y dejé que el viento jugara con mis orejas, luego busqué un hotel donde quedarme; los recuerdos que tenía eran vagos,  habían pasado más de 15 años desde la última vez, por suerte el poblado es pequeño;  lo recorrí lo mejor que pude y no encontré algo que me gustara.  Mi esposa me recordó que a la entrada un guía había levantado la mano al ver mi cara de despistado y yo, orgulloso y altanero me había hecho el de la vista gorda y había seguido derecho.  De modo que como las animas,  recogí mis pasos y regresé. Allí un hombre cincuentón y bonachón, de sonrisa sempiterna en su rostro indígena y portando orgulloso una chaqueta y un carné que lo acreditaba como guía turístico me llevó al hotel que, me imagino,  tenía acordado con el dueño  a las afueras del pueblo, algo modesto  pero agradable, y me enseñó el itinerario del día.  Esa tarde fuimos al parque arqueológico y al bosque de las estatuas, el museo por desgracia estaba cerrado por remodelación. Y junto a Pedro (por ponerle nombre pues no lo recuerdo) empezamos el recorrido. Aquí es donde respiro profundo y suelto mi indignación.  

La cultura de San Agustín es considerada una de las más importantes culturas indígenas de Colombia, abarca un extenso periodo de tiempo, desde los primeros indicios de uso de herramientas  cerca del  año 3000 AC, su edad de oro entre los  años  50 y 700 DC hasta su progresiva desaparición entre el 800 y el 1500. Dejaron un legado lítico y escultural simplemente abrumador, una cosmovisión y cosmogonía aún en fase de estudio, su herencia es algo que  identifica sobre muchas cosas al pueblo opita.  Y yo estaba allí, al lado del guía que aclararía todas esas dudas que llevaba encima por años, cuando junto a cada estatua, con su risa bonachona, me explicaba con la misma complejidad y profundidad de mis maestras de escuela (sin ofenderles en lo más mínimo) me votaba datos erróneos, comparaciones  traídas de los cabellos y en algunos instantes dejaba escapar algunos tópicos muy new age. Al final decidí no  pervertir mis ínfimos conocimientos arqueológicos con tanta charlatanería y me adelante con mi hijo que la estaba pasando de mil maravillas tomándose fotos con cuanta piedra veía en el camino.
Pero la tapa de todo llegó  cuando entre charla y charla con mi esposa terminó ofreciéndonos dos figuritas de oro producto de la guaquería, que curiosamente él como guía turístico y vigía del patrimonio arqueológico estaba promoviendo.  Durante un buen tramo nos habló sobre esta bella labor, sobre la fortuna que significaba encontrar un entierro, sacar sus reliquias y venderlas al mejor postor, nos comentó casos de éxito en ventas y por si acaso nos dejó la  puerta abierta en caso de requerir en algún momento alguna  antigüedad - porque aquí estamos para servirle.-


El día siguiente no fue diferente, esta vez el recorrido fue a caballo y con un guía un poco más serio, que nos explicó lo poco explorada que se encuentra la zona.

 -todas estas montañas están llenas de tumbas – me dijo,

-es más , aquí sobre el terreno en el que estamos parados hay una-

¿Y por qué no la excavan, por que no la estudian? Pregunte extrañado.  

-La gente no quiere, el gobierno tampoco, no hay plata para eso.-

 Este al menos tenía algo de inconformismo por el abandono, pero como el anterior exaltaba la labor del guaquero, desconocía gran parte de la historia de aquel pueblo, era como hablar con un abuelo sobre espantos e indios, no con un guía avalado por las autoridades, y como dato curioso y para cerrar mis interrogatorios, le pregunté en un museo campestre rodeado de cartas de tarot, esencias e imágenes de la cultura egipcia y azteca (¿?) 

- ¿estas cerámicas de aquí más o menos que antigüedad tienen? ¿A qué época corresponden?  Me miro de soslayo y me respondió:

-esas vasijas son viejas…muy viejas.                                                                 

Al día de hoy desconozco si el parque arqueológico de san Agustín solo es un sitio para ir de paseo, tomar la foto obligada al lado de tal o cual estatua, fumar marihuana al gusto y montar a caballo disfrutando el paisaje,  o si es, aparte de todo esto, un sitio serio de estudio e investigación.  Uno de los lugares emblemáticos de nuestra cultura en manos de mercachifles y palabreros. Qué podremos esperar  allí si sus propios habitantes, los descendientes de los escultores y alfareros olvidan su pasado y venden su memoria al mejor postor como prostitutas de mala muerte.

Ese fue el lunar del viaje, quisiera creer que todas esas figuritas de oro y de piedra que circulan en el mercado negro son solo falsificaciones en busca de ingenuos, y que los verdaderos tesoros están aún ocultos (como lo comentaba el segundo guía) a la espera de mentes brillantes.

El resto fue agradable, en sus restaurantes me sentí como un rey y la comida fue exquisita, había hoteles y cabañas para todos los gustos, la fiesta nocturna prometía mucho (pero con un niño de 6 años poco se puede parrandear)  sus gentes amables, caballos de paciencia infinita, escenarios de naturaleza sublime.  A san Agustín he ido dos veces y no veo la hora de ir unas cuantas más, pero esta vez sin la compañía de un guía.


¿Y los marcianos donde quedaron???  Quedaron en el pasado, cuando estos,  luego de alcanzar la plenitud de su civilización viajaron a la tierra y se cruzaron con los homínidos de aquellos remotos tiempos, eso antes (¿o después?) que cayera la segunda luna que teníamos,  que luego de chocar contra la tierra  formaría el continente de lemuria y la Atlántida.  Está escrito en las piedras, está plasmado en el lavapatas, allí se puede ver la evolución desde marcianos a simios luego a simios marcianos, luego a humanos con poquito rabo, luego a humanos más marcianos  que simios y por ultimo a nosotros tal como estamos hoy.  Eso es lo que dice este autor huilense  a mucho honor, Elias Falla Duque,  que al mejor estilo de Erik von daniken postuló su propia teoría de alienígenas ancestrales. Si lo que escribió lo hizo en serio o en broma, no estoy seguro, solo sé  que un  día vi sus otros dos libros y me dio “cosita” comprarlos.  Pero soy un hombre valiente y sé que los leeré.

nota del 2015

leí los libros...y lo que escribió no lo escribió en broma,   su ultimo desvarío fue considerar que una de las esculturas representa   un implante craneal cuya función es alterar las ondas cerebrales  para bloquear el instinto animal y abrir los canales akasicos...  y lo peor es que muchos  se creen este cuento.

martes, 27 de mayo de 2014

Es domingo, el dia de LOS MONOS



Hay algunos domingos en los que tengo que levantarme temprano (eso de las 6:30 o 7:00) para ir a trabajar (otra de las tantas razones por las cuales iré a parar al infierno, no respetar los días de descanso) y mientras pesaroso llego a mi destino, aprovecho alguna parada de semáforo para comprar los diarios disponibles.  Donde vivo circulan los dos principales a nivel nacional: "el tiempo" y "el espectador" dos regionales principales; "el diario del Huila" y "la nación", y otros que están dando la batalla como "opanoticias" y "el extra".  Trato de evitar algunos temiendo que al tomarlos se les caiga un hígado o un fémur de tanto cadáver y herido plasmado en sus hojas; un escalofrío recorre mi espalda cuando veo sus titulares en fuente 85 y rojos como labial de prostituta pregonando a los cuatro vientos los últimos asaltos, las ultimas bandas delincuenciales desmanteladas, las ultimas “riñas” entre compadres y comadres  y una que otra violación.  ¿En dónde diablos vivo? me pregunto, respiro profundo y recuerdo que somos uno de los países más felices del planeta.

Pero volviendo al tema, uno de los motivos por los cuales me compro los 8 kilos de periódicos es  la infundada esperanza de abrir alguno de ellos y ver caer  un pequeño cuadernillo de vivos colores. La sección de comics que todo buen y respetable diario debería tener. El tiempo y el espectador limitan el espacio a las historietas y de paso a todos los niños (los niños de verdad y los niños ya grandecitos) a una sola página,  tratando  compactar todo en un rinconcito, evitando que esos monigotes le quiten dos o tres centímetros al crucigrama o al sudoku. Los regionales traen dos cartillas que más que secciones de historietas solo son los primeros pasos de las páginas sociales diseñadas para niños. Los últimos traen una vieja buenona mostrando las tetas o la publicidad de algún brujo.

Nunca supe en que momento el comic y la historieta quedaron tendidos  y moribundos para los diarios nacionales, un arte (así algunos lo nieguen) que marcó la forma de pensar de muchos a lo largo de este siglo y el siglo pasado, que hoy renace en películas de alto presupuesto en las salas de cine.


Durante la década del ochenta y los noventas y creo que algunos días del dos mil, el espectador traía un suplemento dominical, dedicado exclusivamente a los niños, la revista LOS MONOS, ricamente ilustrada, sobriamente diseñada, que entre datos curiosos, juegos mentales, reseñas de manualidades y una última página que  ofrecía cursos desde detectivismo hasta hipnotismo, nos deleitaba con las historietas de todo el mundo y todas las épocas, allí conocimos los picapiedra, Pillin y Donald, Ferdinand, Beto el recluta, don Abundio, el gafe gafado, Pomponio, Gardfield y productos nacionales tan destacables como el café y las esmeraldas como los marcianitos, tukano, los cuidapalos y otro montón de personajes que en este momento se escapan de mi memoria.  Era un espacio de diversión y cultura, algo que la niñez y la juventudez, y la adultez y la vejenez siempre han pedido a gritos.  Luz al fondo del túnel para aquellos genios con lápiz y papel que perdían horas creando dibujitos con el anhelo de verlos circulando por todo el mundo y periodistas potenciales como los reporteritos.


Según algunos eruditos "los monos" empezaron a circular en el año 1981 y desaparecieron en el 2000 0 2001, aunque yo podría jurar que en algún momento tuve en mi poder una revista de 1978, con Pomponio somnoliento junto al árbol de navidad mientras una de sus hijas jugaba dichosa con sus nuevos patines, era una revista vieja, enseñaba los pasos de un ritmo hoy desaparecido pero que por el pantalón bota campana y el afro del modelo, era bien setentero.  Tuve una buena colección que leía y releía pero que fue desapareciendo con cada año de escuela de mis hermanos, que las encontraron muy prácticas para sacar recortes para las tareas.  Al final solo escaparon del magnicidio unas diez, con rayones, apuntes, hojas sueltas y  recortadas en el mejor de los casos y otras sencillamente incompletas, cual pergaminos egipcios o códices mayas.


Si  me gano el baloto, lo primero que haré es buscar por cielo y tierra los cientos de números que deben estar rodando por todo el país, o en su defecto, contratar a todo el equipo editorial del espectador de aquellos años junto con Jorge peña, Clara Helena Cano y Efraín Monroy so pena de excomunión,  producir nuevamente una a una cada una de sus revistas. 

Mientras, esperar un golpe de suerte y encontrar algún ejemplar en el fondo de alguna caja en algún cuarto de san alejo.

domingo, 25 de mayo de 2014

El rey mono, un milenario super héroe



Hay un libro que siempre he querido leer, y no lo he hecho, no por no tenerlo  disponible, en la internet es fácil encontrarlo,  sino porque he querido tenerlo en mis manos y disfrutar cada una de sus páginas,  ojala ricamente ilustradas.  Solo he visto un ejemplar de él,  cuando era niño y en uno de los trasteos de una inquilina de la casa, mientras ordenaba sus cosas, sobre una mesa  estaba aquel voluminoso ejemplar de pasta dura caratula blanca y ricamente ilustrado con acuarelas y tinta china,  no presté atención  al título, solo me limite a mirar los dibujitos de aquellos personajes ya conocidos, rememorando todas sus aventuras.  Allí, sobre una nube voladora, atravesando bosques inmensos, agitando su peluda cola, con su báculo mágico en posición ofensiva, incrementando día a día su poder estaba mi héroe favorito...  y no, no es goku,  aunque si tiene mucho que ver con él.  Su nombre era (o es) Sun Wukong, el rey mono, personaje de la literatura y mitología china,  y el libro "Viaje Al Oeste" escrito por  Wu Cheng´en  en el año 1590. Este ser, que según algunos podría ser una variante del dios mono indio Hanuman (una de los tantos aspectos del dios Shiva y fiel guerrero contra los demonios ráksasas  en el Ramayana) tiene una hoja de vida que haría poner verde de la envidia a unos cuantos superhéroes contemporáneos,  incluido linterna verde, el mayor superhéroe de todos aunque no lo parezca.


Nació del caos primigenio, de  una roca en forma de huevo  sobre la montaña de las flores y las frutas;  con forma de simio, creció como simio en el reino de los simios, donde fue uno de sus más brillantes representantes, pero aquí empiezan las virtudes de este muchacho, como su propio nombre lo señala, (el simio consiente del vacío) fue consciente de su mortalidad estando entre sus peludos congéneres, de modo  que haciendo caso omiso a los guiños que de vez en cuando le hacia la muerte, optó por buscar la respuesta y solución definitiva a esta situación,  busco un tutor como ningún otro, el maestro Bodhi, que algo reacio dada su condición de simio, le enseñó todas sus artes, resultando un alumno excepcional, allí adquirió sus poderes como la transmutación (la técnica de las 72 transformaciones), su increíble táctica de lucha, los  84000 avatares que tenía, correspondientes cada uno a sus pelos, la técnica del súper salto,  la posibilidad de volar en una nube, algo que solo un alma pura podría realizar  y el uso excepcional de su arma, el báculo dorado, el pilar que pacifica los océanos, que muy astutamente robó  al rey dragón de los mares orientales. No contento con esto, visitó el inframundo y allí borró su nombre de la lista del destino, y cual rebelde sin causa, ante la invitación del emperador de  jade (el Zeus chino) al reino celestial,  sin permiso comió los melocotones  de la inmortalidad de la emperatriz (se presta para otras interpretaciones) y las píldoras de la indestructibilidad.  Forjó su propio destino, se igualó a los dioses letárgicos y armó un zafarrancho en el cielo.  sin resultado trataron de controlarlo, como pollo de sancocho de río, fue hervido por 49 días en un caldero mágico para destilar su poder, pero contrario a lo que se esperaba esto solo lo aumento, solo el mismísimo Buda  ante tanta algarabía le puso el tatequieto,  cuando esté,  en tono arrogante aceptó una apuesta con el pobre viejito,  al final quedó prisionero bajo una montaña  como castigo, hasta que fue puesto al servicio  del monje Xuanzang, que ayudado por la santa Guayin, la cual por medio de argucias colocó una corona de control sobre el volátil semidiós.  Inició el épico viaje hacia el oeste en busca de  libros budistas perdidos en la india, a su paso fue reclutando al cerdo Zho Wuneng  y al duende/monje  Sha Seng, compañeros de viaje  que redimirían sus faltas en aquel peregrinaje, y claro el caballo del monje Xuan, un príncipe dragón, antiguo contendiente de Wukong convertido en bestia como castigo. Cinco peregrinos, cinco héroes de la verdad y justicia en busca de la sabiduría.  Este es el libro que quiero leer.

Esta de más decir que sobre esta historia se fundó gran parte del anime oriental,  creaciones de Masashi Kishimoto  y la misma historia de Goku   tienen sus raíces en esta narración. Por lo que he leído, el rey mono es uno de los superhéroes preferidos de los chinos de la china, algo semejante al Superman nuestro de cada día.  Entre los zapatos, electrodomésticos y juguetes, también nos han llegado algunas pequeñas muestras del rey mono, como la serie de televisión emitida a mediados de los 80s, monkey magic, entretenida como toda película de karate o kunfu emitida por canal peruano, y dos o tres adaptaciones cinematográficas, protagonizadas por Jackie chan, Jet Li y otro gringo.   Si lo que dicen los especialistas es cierto y la globalización y la influencia de la cultura china va en aumento, no me molestaría en lo absoluto  tener una pequeña figurita de Son Wukong en el jardín, cual gruta del divino niño, guardián ante eventuales fuerzas del mal.