Nunca me había preguntado quien
realizaba los dibujos de las láminas del álbum de historia natural de
chocolatina jet, en algunos casos solo me limitaba a pensar que las imágenes presentes en las nuevas versiones (excluyendo
las fotografías) solo habían disminuido en calidad, aunque seguían siendo fieles al espécimen que representaban les faltaba ese toque de realismo y drama
propio de las primeras. En especial las más
impresionantes eran todas las que formaban parte del mundo prehistórico, en ellas aparecían ricamente ilustradas todas
aquellas bestias que poblaban el planeta hace millones de años: dinosaurios de
aspecto aterrador deambulando por escenarios tropicales con vida en
formación, mega fauna acechando sus
presas, herbívoros colosales pastando placidos en planicies ardientes, volcanes de roja lava, y ocasionalmente
animales contemporáneos embistiendo la inexistente “lente” del pintor. Todos aquellos dibujos coloridos, con finos
detalles, conservando una violenta vitalidad en el escenario, sombras marcadas, contornos definidos; un
perfecto testigo de un mundo perdido.
domingo, 8 de febrero de 2015
jueves, 29 de enero de 2015
disfunción eréctil e infertilidad secundaria a Chicungunya.
Últimos estudios realizados al
80% de infectados por chicungunya en las instituciones de salud encargadas del
manejo de la epidemia en Puerto Rico, encontraron una clara
relación causa efecto entre la
aparición de la enfermedad y problemas de disfunción eréctil en hombres
de 20 a 40 años. Estudios
anatomopatologicos evidenciaron en el
85% de los casos, lesiones causadas por
el virus en la capsula de mielina de rama dorsal del nervio pudendo, encargado del mecanismo de erección,
llevando esto a una lesión posiblemente irreversible en la función
eréctil del pene, de igual forma se encontraron lesiones de aspecto
multiquistico en los ovarios del 64% de las mujeres infectadas en edad
reproductiva, con un alto nivel de virus
encapsulados en membranas fosfolipidicas,
como consecuencia de ello se prevé una tasa de infertilidad cercana al
78% en este grupo de mujeres.
El ministerio de salud de
Colombia a la cabeza del doctor Gaviria,
conformó un grupo técnico científico encargado de estudiar una serie de casos
presentados en la ciudad de Neiva, donde
se han evidenciado lesiones de tipo necrótico en el pene en 5 pacientes hospitalizados por dicha infección, buscando hallar la
relación con dicho virus y su adecuado manejo.
Como se pueden dar cuenta, es grave
la situación que acabo de exponer, dado que toda ella es una completa mamadera
de gallo, tiene el mismo nivel de evidencia y fiabilidad que todos y cada uno
de los comentarios ridículos que escucho todos los días, en lo referente a esta
enfermedad.
No pensaba escribir nada al
respecto, pero ya me resulta tan irritante la situación, en la que con cuanta
persona que me encuentro, y en la cual
necesariamente sale el tema de le epidemia, esta, luego de pedir asesoría
medica exprés, termina toda la charla
con un escéptico ¿pero eso si será
verdad?
martes, 20 de enero de 2015
EL CAZADOR VALIENTE *
No
es justo, no es justo que la profesora piense montar una obra de teatro y que
el personaje principal sea yo, o bueno el que interprete el personaje.
La
cosa empezó mal en la mañana, cuando nos comunicó que para la próxima semana
tendría lugar la jornada cultural, y que al grado le correspondía una obra de
teatro. Hasta allí todo iba bien. Luego dijo que ya sabía que obra de teatro
era la que había que preparar; eso tampoco me preocupo, pues era a voces sabido de mis pocos dotes de
actor, ya habría más de uno que levantaría
la mano para estar ahí, yo no. Y esta era
la historia: Un cazador va por el bosque cazando animales, cuando de
pronto una serpiente venenosa sale entre
las ramas de un árbol y le muerde, el
cazador cae mal herido y próximo a la muerte, pero en aquel instante una joven
y bella campesina que pasaba por esos lados lo encuentra y con un solo beso lo
cura, y viven felices por el resto de su vida.
Una historia interesante, lo malo es que sacó una cartilla donde estaba
escrita y ante todo el grupo la leyó: “Iba
el joven alto y delgado cazador, de pelo negro y piel blanca recorriendo los
bosques en busca de su presa…” e inmediatamente todos me miraron. Yo
simplemente moví la cabeza en señal de negativa, mientras la profesora me decía
que yo era el propio para el papel.
Alegue, ¿por qué no podía ser Juan Pablo? si él también era blanco,
incluso más pálido que yo y además flaco, pero ella dijo que no era alto ni de cabello
oscuro. Así que le bote la pelota a
Diofante, pero él dijo que no era
paliducho como yo y además estaba calvo,
luego mire a Abelardo y simplemente dijo que su pelo rojo no salía con
el cuento, y el único que me podía sacar de aquel embrollo era David, pero
apenas lo miraron se puso más tartajoso que de costumbre, así que quedó
inmediatamente descalificado.
sábado, 10 de enero de 2015
Mi derecho a escribir lo que se me de la gana
¿Y que si pienso diferente y contrario a lo que se supondría debería
pensar?
En parís tres sociópatas ingresan
a la sala de redacción de un diario satírico y acribillan sin remordimiento a quienes allí se encuentran. La noticia se riega como pólvora, los videos
de la toma se vuelven virales en internet, y en uno de ellos se ve como uno de
los asaltantes ultima con una ráfaga en la cabeza a uno de los policías herido
en la calle, cual si fuera una escena de videojuego.
Europa se viste de luto, el mundo
se indigna, pero ¿Por qué tiene que ser tan importante y trascendental la muerte
de estos 12 hombres? ¿Qué hace que la muerte de estas personas merezca el
rechazo global? Pocas semanas antes cientos
de niños pakistaníes eran ejecutados en
una escuela, la noticia no dura más de dos días en primera plana, poco se
movieron las redes sociales y es probable que este suceso estuviese a la par de
la última selfie ridícula de cualquier famoso. Retrocedemos el reloj y en México
decenas de estudiantes son reducidos a cenizas por fuerzas policiales, México
convulsiona, el resto del mundo mira apacible. Meses atrás Israel arrasa con
pueblos palestinos, todo se convierte en una buena nota de mitad de noticiero,
en las redes se comenta que es por legítima
defensa del pueblo de Israel. En fin,
todos los días y a toda hora aparecen noticias como aquellas, donde el cuerpo
sangrante de cualquier persona es el plato predilecto del lente morboso del
corresponsal. ¿Por qué estos 12 nuevos
muertos tendrían que ser diferentes? ¿Acaso los franceses son seres de primera categoría a diferencia del resto
de la humanidad? Bueno tal vez ellos estén menos acostumbrados a estos hechos
de bestialidad tan usuales en nuestras tierras y que por desgracia nos han dado
un vergonzoso escudo de olvido e indiferencia.
Pero no creo que sea eso, estos doce hombres que perdieron la vida en un
acto cobarde no son diferentes a los niños pakistaníes, a los estudiantes
mexicanos, a los palestinos desterrados, a los soldados israelitas, a los
colombianos diariamente asesinados.
Simplemente es el hecho de lo que su labor significaba. 10 hombres (2 eran policías) cuyo trabajo era
el periodismo; irónico, vulgar, ofensivo o lo que fuese, pero a final de
cuentas representaban uno de los tantos derechos que todos en algún momento de
la vida hemos sacado a relucir, el
derecho a la libertad de expresión.
sábado, 13 de diciembre de 2014
¿Jesus era mujer?
Cuando llega la época de navidad,
algunos compañeros de trabajo me preguntan si yo puedo celebrar dichas fiestas.
Yo ni corto ni perezoso respondo que sí, que yo canto los villancicos en la
novena, rezo la oración a san José o los gozos (todo por la merienda que se da)
armo el arbolito, me gustan los pesebres y doy regalos a los niños. Algunos me miran con desaprobación. ¡Claro! Valiente ateo. Ateo de ocasión. En realidad no, para desgracia de muchos extremistas
ideológicos, la navidad dejó de ser parte exclusiva de su credo y se convirtió
en un agradable fenómeno cultural, una
época de catarsis, de reflexión sobre lo
hecho en el transcurso del año y sobre lo que se piensa hacer para el
próximo. Eso sin contar el reencuentro
de familias y amigos, los anhelos infantiles embutidos en un consumismo brutal
y toda aquella parafernalia que nos han vendido como “espíritu navideño” que abarca desde el bonachón lapones hasta
las melodías de Roberto Aicardi. Muchos se desgarran las vestiduras por aquellas costumbres paganas que hoy de
forma subrepticia adornan nuestros hogares, se quejan de la hipocresía al
recitar una novena sin el debido recogimiento (culpen a sor Bertilda Samper y
fray Fernando de Jesús Larrea por crearla tan confusa pero a la vez tan
agradable) y maldicen ese mercado persa en el cual se convirtió todo, allá ellos, yo la paso de mil maravillas.
Y estando en este diáfano estado
navideño, con un árbol de material sintético a mi lado adornado con luces y
bolas rojas, tranquilamente me dedico a leer cuanta cosa postean en el
Facebook, hasta que una de ellas llama mi atención. La leo una vez, me rasco la cabeza, vuelvo y
la leo y suelto una carcajada, nuevamente la leo y me pregunto ¿pero qué mierda
estoy leyendo? Hace poco había leído sobre los tenebrosos tres días de oscuridad
que se avecinan y de las diabólicas
bases sobre la que se edifica el día de las brujas. Ahora estos locos del carajo venían a aguarme
la navidad. Según la nota, algo llamado
“The physics of Christianity” de Frank Tipler, brindaba la explicación de lo
que podría haber ocurrido para que se produjese el nacimiento virginal de
Jesús. Nuevamente un grupo de
desquiciados religiosos buscaba dar sustento “científico” a una de sus
historias fantásticas, se niegan a entender que todo lo que aparece en su libro
sagrado y posteriormente en su manual de dogmas y prohibiciones solo se puede
sustentar a través de la fe y de sus amigas la filosofía y la teología (y en los
casos más bizarros con la metafísica) pretender darle asidero científico a sus
leyendas solo es buscarle la quinta pata al gato.
miércoles, 3 de diciembre de 2014
Yo no soy de los Franco
Agradezco inmensamente al Canal
A, luego Canal 1 y finalmente canal Caracol, el haber permitido educar y
mantener en estricto orden y armonía mi agitado sistema gastrointestinal,
principalmente en sus primeras porciones y funciones, iniciando por la parte estimulativa de la
región olfativa de mi nariz, la secreción de mis glándulas salivales, el cálido
preámbulo acidificante de mi estómago en espera del bolo alimenticio y los
primeros dos metros de intestino degradando el quimo en sustancias solublemente
nutritivas.
Eran los 90s, años agitados y de
cambio, el sol estaba en su cenit, los buitres giraban en espirales juguetonas
cerca de las nubes, los ruidos de los trastes de cocina escapaban al compás de
los vapores que desprendían los platos servidos en la mesa del comedor: aroma de arroz cocido con trocitos de cebolla,
carne frita en aceite viejo, papa cubierta de una exquisita mezcla de tomate,
cebolla (nuevamente cebolla) color, caldo Maggui y dios sabe que otro
ingrediente secreto (ricostilla no, esta llegó después) comúnmente conocida
como “hogo” y la papa ascendida al título de “papa chorriada”, sopa de plátano
y jugo de guayaba. Y en toda esta escena completa y absolutamente hogareña, se
elevaba sobre las tapias y los techos de las casas, escapaba por las rendijas
de las ventanas y por las puertas abiertas inundándolo todo, aquel sonido que salía
de la cajita mágica llamada televisor, aquella melodía que si el oído no me
engaña era interpretada por un sintetizador, un piano, una flauta?? Y una
guitarra. Algo así como “pa papa papa, pa paparapa, pa papapa parapa, papa
papa parapa parapa, pa papa, pa parapa papa, pa pa”. Esa endemoniada melodía del programa número
dos de los colombianos (el numero uno es sábados felices) Padres e Hijos.
jueves, 27 de noviembre de 2014
Doce monos
En ocasiones despertaba en la
madrugada algo sobresaltado, era el
mismo sueño, para muchos podría pasar como pesadilla, para mí un anhelo remoto,
enclaustrado en lo más profundo de mí ser.
Despertaba recordando aquellos artefactos metálicos que descendían de
nubes tormentosas en medio de un cielo azul solar. Siempre se posaban frente a mí, expectantes,
misteriosos. me acercaba y los tocaba,
rozaba con mis dedos sus botones, sus ángulos y antenas, para finalmente verlos
nuevamente partir al infinito celeste - en una onírica alteración temporal- en un anochecer cuando las primeras estrellas
se asomaban, la brisa fría movía las copas de los arboles con pocas hojas y
muchas flores y los aromas de la cocina de las casas cercanas lo inundaban
todo; nadie se percataba de nada, todo
el mundo seguía absorto en su vida, en lo cotidiano de su existir, mientras, yo
veía como un punto luminoso irregular se confundía en las nacientes
constelaciones. Se convertiría en un
delirio nocturno recurrente, podrían cambiar sus formas, desde simples esferas
plateadas no mayores a un balón de futbol a gigantescas ciudades angulosas y silentes, pasando por
discos luminosos, catálogos de naves peliculeras, aviones de diseño anti
aerodinámico y finalmente un cohete que entre nubes de gases de ignición
descanso su estructura en el patio de mi casa, entre los arboles de golgota,
naranjos y orquídeas. Solo en esa ocasión
vi uno de sus ocupantes; por fortuna mi cerebro me protegió de duendes verdes, zoomórficos
invasores, seres de luz mesiánicos, enanos cabezones o nórdicos profetas. Aquel
tripulante que simplemente se limitó a bajar de su aparato era un humano, alto
como seria cualquier hombre ante los ojos de un niño, forrado en su traje
espacial blanco con insignias
desconocidas, con sus instrumentos de investigación y navegación saliendo del
equipo que llevaba en su espalda y un
enorme casco que desprendía visos iridiscentes al incidir los rayos solares
sobre él. Se acercó, solo necesito unos
pasos, y bajó su imponente humanidad a mi altura, el visor era oscuro como el
espacio, tras el no pude ver nada, no había nadie que me hablara, nadie que me
interrogara con su mirada, solo vi una imagen, la del único viajero estelar, vi
mi reflejo sobre aquel cristal, vi la
cara de un niño lleno de curiosidad. El
astronauta se irguió de nuevo, me dio la espalda, entró al cohete y nuevamente,
entre el destello de las toberas, las nubes de humo diseminándose por todas
partes y el estruendo de los motores arrancando, se elevó dejándose caer en un azul infinito.
miércoles, 19 de noviembre de 2014
Sin Título
Anochecer iluminado. Timothy Sorsdahl, copia de Javier Haeger Soto |
Es tarde ya, las aves nocturnas
lanzan gritos de valentía sobre las copas de los árboles y raudas recorren los
techos de las casas. El gato de pelo
gris y mirada amarilla levanta la cabeza y observa los insectos sonámbulos que
golpean las bombillas de la calle. Un perro pendenciero olfatea el rastro que
dejo un eterno contrincante hace ya muchas horas, y oculto en la sombra que
derrama un árbol de almendro un pequeño ratón sigiloso espera que todo pase.
El caminante hace resonar la
suela de sus zapatos en el asfalto frio; y durante un solo segundo el ratón, el perro,
el gato, el insecto, el ave, el verde opaco y el azul profundo, junto con la
luna y todas las constelaciones nocturnas posan su mirada en su presencia.
Paseo al anochecer. Jorge Flores |
miércoles, 12 de noviembre de 2014
Interstellar, en el filo del tiempo.
Nunca había visto un agujero
negro en el cine, y fue por ello -desconociendo absolutamente todo lo
demás de la película- que estaba a la
espera de su llegada a la cartelera; después me entere que era la nueva obra
de Christopher Nolan, el mismo que había reivindicado la imagen de Batman,
devolviendo la dignidad pisoteada por tantas interpretaciones chillonas del
superhéroe, y del mismo Nolan que había sacado a Inception,
el ladrón de sueños en el cual se convirtió Leonardo di caprio luego de
ahogarse en el océano entre los restos del Titanic.
A mi corto parecer la película es
el antiguo y universitario arte de copiar y pegar llevado a la perfección, una armónica
amalgama de cintas previas de ciencia
ficción, y es precisamente por esto que la considero una de las mejores
películas de ciencia ficción. Su falta de originalidad permitió que tomase lo
mejor de otras y creara una obra maestra. Sin renegar de ellas, ya era hora que
apareciera algo diferente a las historias moralistas, con su organigrama de
corte militar estadounidense propio de
Star Wars, Star Trek o los Guardianes de la Galaxia. Ya no más confederaciones,
senadores, imperios y comerciantes intergalácticos.
domingo, 9 de noviembre de 2014
Interstellar de Christopher Nolan version merengue
Como preámbulo diré que hace
pocas semanas en los diarios nacionales salió
una noticia, (una más entre tantas) para algunos irrelevante, paro otros
positiva; en ella se informaba que
nuestro país del sagrado corazón había decidido echar por la borda la idea loca
de conseguir un satélite propio, so excusa que había cosas más importantes en
las cuales invertir el dinero, que dadas las características de nuestra red
informática era mejor seguir como estamos, que hay muchas familias con sus
necesidades básicas insatisfechas, principalmente las familias de los
congresistas, representantes, ministros, alcaldes, asesores, contratistas y
subcontratistas y toda aquella multitud que no cumple con los criterios para
salir en familias en acción. Que a pesar de que Venezuela, Perú, Bolivia y Ecuador
entre otros, tienen su propio aparatico, esto probablemente se debía a las heréticas concepciones socio comunistas de sus
gobiernos, y aquí lo nuestro es el capitalismo salvaje; que bien podrán todos
estos indios patirrajados arribistas que habitan por debajo de la línea del
ecuador, tener sus satélites, sus estaciones, sus astronautas, podrán tener lo
que quieran, pero nunca serán lo que nosotros somos, los colosos del norte, los
atenienses suramericanos. Necesitaran de nosotros cuando tengan que construir
plataformas de lanzamiento y todo su andamiaje, allí si suplicaran por nuestro saber, porque lo
nuestro es el cemento, y no cualquier
cemento, el cemento caro y por caro delicado; allí nos verán levantando sus
lanzaderas, bases y torres, de esas que
uno ve por la tele, que cuando sale el cohete se caen a pedazos, ahí nos tendrán
a nosotros, construyendo cosas que se desbaratan al primer uso, como se
necesita. Allí llegaremos con nuestras
carreteras de cemento, no en tren como esos retrógrados gringos y europeos,
cruzaremos caminos inhóspitos y sobre ríos bravíos levantaremos puentes de un
solo carril por el que puedan circular nuestros camiones y mulas, fieles representantes de nuestra
pujante raza.
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