Últimos estudios realizados al
80% de infectados por chicungunya en las instituciones de salud encargadas del
manejo de la epidemia en Puerto Rico, encontraron una clara
relación causa efecto entre la
aparición de la enfermedad y problemas de disfunción eréctil en hombres
de 20 a 40 años. Estudios
anatomopatologicos evidenciaron en el
85% de los casos, lesiones causadas por
el virus en la capsula de mielina de rama dorsal del nervio pudendo, encargado del mecanismo de erección,
llevando esto a una lesión posiblemente irreversible en la función
eréctil del pene, de igual forma se encontraron lesiones de aspecto
multiquistico en los ovarios del 64% de las mujeres infectadas en edad
reproductiva, con un alto nivel de virus
encapsulados en membranas fosfolipidicas,
como consecuencia de ello se prevé una tasa de infertilidad cercana al
78% en este grupo de mujeres.
El ministerio de salud de
Colombia a la cabeza del doctor Gaviria,
conformó un grupo técnico científico encargado de estudiar una serie de casos
presentados en la ciudad de Neiva, donde
se han evidenciado lesiones de tipo necrótico en el pene en 5 pacientes hospitalizados por dicha infección, buscando hallar la
relación con dicho virus y su adecuado manejo.
Como se pueden dar cuenta, es grave
la situación que acabo de exponer, dado que toda ella es una completa mamadera
de gallo, tiene el mismo nivel de evidencia y fiabilidad que todos y cada uno
de los comentarios ridículos que escucho todos los días, en lo referente a esta
enfermedad.
No pensaba escribir nada al
respecto, pero ya me resulta tan irritante la situación, en la que con cuanta
persona que me encuentro, y en la cual
necesariamente sale el tema de le epidemia, esta, luego de pedir asesoría
medica exprés, termina toda la charla
con un escéptico ¿pero eso si será
verdad?
En un principio pensé que dicha
actitud solo sería propia de uno o dos despistados, producto de mala
información o falta de información, pero con el pasar de los días, y gracias al
Facebook y twitter las ideas conspiranoicas fueron brotando como nubes de
mosquitos en charco de casa abandonada;
de esta manera un extraño escepticismo fue naciendo en todos, la duda-
la sagrada duda- aplicaba para todo
aquello que “lo oficial” postulaba, pero desaparecía ante cualquier teoría estúpida que se exponía,
de modo que la misma pregunta ridícula que
en el peor de los casos pasó a ser una afirmación, la he escuchado de abogados, docentes
universitarios, madres comunitarias, ingenieros, periodistas, taxistas, amas de
casa y claro… personal de salud.
Como en toda teoría conspirativa,
siempre se culpa al estado, multinacionales, industria farmacéutica, OMS,
illuminati y reptilianos de las causas de
todos nuestros males, (cabe aclarar que el estado si tiene gran parte de
responsabilidad en esto, a mi parecer,
dada su respuesta ineficiente y lenta ante una epidemia que a todas
luces se veía nos iba a golpear duro). Las
multinacionales y farmacéuticas no serán
unos angelitos de dios, pero tampoco se le puede achacar cuanta cosa suceda, igual
si ocurre, como toda empresa que se
respete es probable que busquen ganancias, o las obtengan sin querer
queriendo. Los iluminatis y reptilianos…que dios nos
proteja.
Bueno aquí van las más conocidas
teorías que circulan por todos lados.
1- Entre los post de la virgencita de
Guadalupe, yo amo a Jesús y las chicas súper borrachas aparece una foto de un
tipo de espaldas con la piel repleta de manchas, y un encabezado que proclama
que el tal chicungunya no existe, que
solo es una intoxicación masiva por plomo presente en el medio
ambiente, que la enfermedad se llama
saturnismo y que todo la bulla de la epidemia del mosquito solo es una trama
para vender la cura que ya las multinacionales tienen lista llamada “asetaminofen”.
El que lanzó esta idea en efecto tal vez si
presentó saturnismo. A vuelo de pájaro esto es la intoxicación por plomo, que se puede presentar
de manera aguda o crónica; la aguda se
da cuando el organismo se expone a concentraciones elevadas de dicho metal y sus efectos, la mayoría graves, con daño profundo a nivel neurológico pueden desencadenar en coma o muerte. La enfermedad crónica se produce luego de una
exposición lenta a dicho elemento, el cual llega al cerebro, riñones e hígado,
también se acumula en el sistema óseo,
produce lesiones a nivel
neurológico principalmente, siendo estas de mayor relevancia en los
menores de edad, cuando ya se ha acumulado suficiente aparecen los signos en
las encías (reborde oscuro) e iris. Los
síntomas varían dependiendo de la exposición y el paciente, y pueden ser desde alteraciones en aprendizaje, lesiones
neurológicas, problemas de hipertensión, anemias, problemas renales, entre
otros. Como se ve el cuadro clínico de
ambas enfermedades es algo diferente, y
como ahora está de moda achacarle al plomo cuanta mancha, brote o desmayo se
presenta, no falta el internauta con
fallas de aprendizaje que a todo mal lo etiqueta como “secundario al plomo”. Aunque sé que no nos caracterizamos por cuidar nuestras
fuentes hídricas y que en ellas arrojamos cuanta porquería se puede, esto no es
indicativo de alteración por plomo, tampoco recuerdo que nos hayan rociado con
plomo en los últimos meses, ni que los restaurantes se hayan confabulado con
las multinacionales para aplicar a cada plato su letal dosis plúmbica, otra
cosa es que alguien accidentalmente se haya tragado una batería o en el peor de
los casos le hayan metido contra su voluntad una bala de plomo, esa si es peligrosa. Luego el autor que como ya hemos visto
posiblemente sí estuvo expuesto a altas dosis dadas las estupideces con las que
sale, suelta su perla máxima al decir que la cura para ello es el “asetaminofen”. Pobre pastillita, pasó de ser la villana, la
que nadie quería, la que los médicos no sabían sino formular y formular para
todo, paso a ser la cura mágica. Y lo que más coraje da es ver que bajo el post
aparece un sinfín de “me gusta” y
comentarios como: “malditos” “compartamos esto” ”por la defensa a nuestra
salud” y más estupideces apoyando ese descalabro mental. Sería bueno que todos aquellos que piensen
que estamos ante una intoxicación masiva de plomo dejaran un día de ver la rosa de Guadalupe y vieran el capítulo de Cosmos donde se
explica claramente la lucha contra el plomo por parte de Clair Patterson.
2- Un inminente doctor proclama a cuatro vientos que el virus del chicungunya
es un virus creado en laboratorios gringos y que estos lo han distribuido a lo
largo y ancho del mundo esperando que la infección sea global, para luego ellos
vender la vacuna que ya tienen lista.
El hecho de que este tipo sea médico
o psicólogo o lo que sea (experto en socio biología de la mente ¿?) no resta
que sea un charlatán. El tipo que niega de todo, desde el ébola, el sida, las
vacunas y cuanta infección aparece, que es de los seguidores del gobierno
reptiliano y demás babosadas, sale con el cuento de que tiene las pruebas para
demostrar que el virus es un producto de
ingeniería norteamericana,(muestra una serie de patentes )que fue creado en el
2006 y que ya tienen lista la vacuna y que todo es un complot con las
farmacéuticas para vendernos a precio de oro dicha vacuna que de paso también
nos va a alterar el ADN.
Peligroso el muchacho, primero
porque al parecer tiene sus títulos universitarios, lo cual hace que no sea ignorante respecto al
tema, lo que da a pensar que todo esto
lo hace a conciencia no por simple ignorancia.
Olvida este ilustre personaje que el virus no fue “creado” en el 2006,
se sabe de él desde 1952 cuando causo
una epidemia en Tanzania, aunque algunos afirman que ya desde
1770 se documentaban casos con características clínicas semejantes. Olvida el “dotor” que los virus presentan “ciclos de vida e
infección” que durante décadas ha azotado al áfrica (si no nos enteramos de los
cientos de africanos que todos los días se mueren de hambre como vamos a saber
o como nos va a interesar una fiebre más o una fiebre menos en ellos) que se extendió
por Asia, en el 2007 visito Italia, en
el 2010 a Francia y en el 2013 llego a costas americanas donde felizmente
sigue haciendo de las suyas. Las pruebas
que muestra son solo pruebas de su mala fe, pues dichas secuencias víricas o moléculas
son experimentos que buscan “inactivar”
el virus, (en efecto la vacuna) y claro está que se han probado vacunas en la
población , y se tienen que probar, y este proceso dura años (pregúntenle a Patarroyo)
por eso pensar que una farmacéutica se tomaría el problema de crear un virus
(mezclo dos proteínas y listo ya tengo un virus) y luego crear la vacuna, luego distribuir el virus y luego la vacuna,
es algo complejo y dispendioso, si fuese
así, estas multinacionales se estarían
yendo a perdidas, pues el virus una vez infecta la persona da inmunidad
de por vida, la epidemia está a toda
marcha y se maneja con pasticas de acetaminofén, ¿ ya para que carajos la
vacuna? Eso solo sirve para guiones de películas de fin de semana.
3- No hay tal virus ni nada, lo que hay es
un infección que hay en el ambiente (se lo escuche a un vecino) es la clara muestra de un escepticismo
ridículo, que niega sin argumentos y justifica la negación sin evidencias.
4- Sí existe el virus pero este no es
transmitido por el mosquito, se transmite por el aire.
La escuche de muchos al exponer que si el
virus es transmitido por el mismo mosquito que trasmite el dengue, ¿por qué ahora todo el mundo tiene chicungunya y no dengue?, o por qué hay una explosión de chicungunya
y el dengue sigue en sus porcentajes
normales.
Fue una buena pregunta ¿Qué hacía
más virulento el chicungunya que al dengue? Hay varias razones: el chicungunya es nuevo en América, y ningún
americano tiene inmunidad ante él, corrimos con suerte, es altamente mórbido
pero escasamente mortal, hace unos siglos pasó algo semejante, llegó la viruela
y se cargó a la mitad de la población indígena. Ojala el ébola, se pueda controlar, de lo contrario y dado nuestro sistema
sanitario y folclorismo lloraremos muchos muertos. Segundo, hay menos dengue que chicungunya porque el
dengue ha estado con nosotros por años, y aunque hay varios serotipos (4) se
adquiere inmunidad contra el serotipo infectante. Eso quiere decir que es probable que muchos
durante nuestra vida hayamos presentado algún tipo de infección del dengue en
alguno de sus serotipos, y hemos quedado
inmunizados contra este, y que el
serotipo actual circulante sea el que ya hemos tenido, lo cual nos protegerá de
él, pero no del chicungunya. Y por último
el periodo de viremia del chicungunya es mayor que el del dengue, lo cual favorece su mayor propagación.
5- Una vez infectado nada mejor que tomar
guarapo de caña para que no nos dé tan duro.
No tengo nada en contra del
guarapo, me gusta y si va acompañado con empanadas y guacamole mucho mejor. Viene de la falsa creencia de que este ayuda a subir las plaquetas, que
usualmente se vienen al suelo cuando da dengue, pero el problema es que el chicungunya no baja las
plaquetas, ni da anemia ni sangrado, cosa que si da el dengue (de ahí la importancia de
no confundirlos) de modo que aparte de calmar la sed, subir la glicemia y
ocasionalmente producir diarrea, el
guarapo no tiene mayor efecto.
6- La cura para la enfermedad es una mezcla
de miel, carbonato y limón. Que es lo mismo que tomarse una Seven Up o una
limonada cóndor con miel, ¿de dónde salió la formula? Ni idea, lo único es que
el voz a voz entre amas de casa es
completamente efectivo, a tal punto que mi hijo que ya sufrió el chicungunya, ya recibió su dosis de guarapo y el trifásico
ese, y de paso, si me llega a dar no tendría problema en tomarlo también, sabe
delicioso. El problema radica en el
folclorismo que ello representa, en tratar de buscar la solución fácil y tonta a problemas complejos,
en abandonar aquellos tratamientos que
está demostrados funcionan (tanto clínicos
como sanitarios) y ante los cuales guardamos una duda malsana, y nos abalanzamos sobre terapias alternas de
dudosa justificación, por el simple hecho de ser dichas por la
vecina, o aparecer en una imagen del Facebook;
en ese punto es donde abandonamos toda duda, donde
evidenciamos nuestra ingenuidad, nuestra completa ausencia de pensamiento crítico, de escuchar algo y aparte
de dudar, confirmar nuestras dudas. Pero solo creemos porque si, por nuestra innata
necesidad de creer, la misma que cada cuatro años nos condena a elegir a los
mismos ladrones como gobernantes.
7- Existen curas espirituales para el chicungunya,
productos naturales y demás menjurjes que garantizan su cura.
Como siempre no faltan los avivatos
y estafadores para todo.
Y es probable que la lista siga,
que cada uno aporte su grano de paranoia a cada historia y la vuelva más
truculenta, más llamativa, más macondiana, más nuestra. Para finalmente terminar todos con fiebres y
artralgias, sentados en un servicio de urgencias de una clínica cualquiera por
horas y horas de inhumana espera, con la remota esperanza de que el galeno de
turno nos formule algo diferente al “dolex” o el “miprufeno”, que nos ordene un
examen de sangre de esos que dicen de todo y que sirven para todo, o que como mínimo
nos den la incapacidad de ocho largos días,
todo ello por culpa de esos malditos gringos imperialistas que buscan
mantenernos enfermos para vendernos sus productos químicos en complicidad con
todos esos médicos y enfermeras del carajo.
Por fin estamos de acuerdo en algo ;) ... buen post mi apreciado amigo :)
ResponderEliminarExcelente ...
ResponderEliminarPensamiento mágico diría nuestro profesor Acevedo...
ResponderEliminar