Como preámbulo diré que hace
pocas semanas en los diarios nacionales salió
una noticia, (una más entre tantas) para algunos irrelevante, paro otros
positiva; en ella se informaba que
nuestro país del sagrado corazón había decidido echar por la borda la idea loca
de conseguir un satélite propio, so excusa que había cosas más importantes en
las cuales invertir el dinero, que dadas las características de nuestra red
informática era mejor seguir como estamos, que hay muchas familias con sus
necesidades básicas insatisfechas, principalmente las familias de los
congresistas, representantes, ministros, alcaldes, asesores, contratistas y
subcontratistas y toda aquella multitud que no cumple con los criterios para
salir en familias en acción. Que a pesar de que Venezuela, Perú, Bolivia y Ecuador
entre otros, tienen su propio aparatico, esto probablemente se debía a las heréticas concepciones socio comunistas de sus
gobiernos, y aquí lo nuestro es el capitalismo salvaje; que bien podrán todos
estos indios patirrajados arribistas que habitan por debajo de la línea del
ecuador, tener sus satélites, sus estaciones, sus astronautas, podrán tener lo
que quieran, pero nunca serán lo que nosotros somos, los colosos del norte, los
atenienses suramericanos. Necesitaran de nosotros cuando tengan que construir
plataformas de lanzamiento y todo su andamiaje, allí si suplicaran por nuestro saber, porque lo
nuestro es el cemento, y no cualquier
cemento, el cemento caro y por caro delicado; allí nos verán levantando sus
lanzaderas, bases y torres, de esas que
uno ve por la tele, que cuando sale el cohete se caen a pedazos, ahí nos tendrán
a nosotros, construyendo cosas que se desbaratan al primer uso, como se
necesita. Allí llegaremos con nuestras
carreteras de cemento, no en tren como esos retrógrados gringos y europeos,
cruzaremos caminos inhóspitos y sobre ríos bravíos levantaremos puentes de un
solo carril por el que puedan circular nuestros camiones y mulas, fieles representantes de nuestra
pujante raza.
Volviendo al tema (me ofusque un
poco) algunos periodistas dieron una breve reseña de lo inútil que resulto la comisión
colombiana del espacio, un ente gubernamental que, si mal no estoy, en sus
inicios estuvo en manos de la vicepresidencia o sea en mano se pachito santos,
y pues hasta donde tengo entendido se gastó un cojonal de plata en estudios
para medir viabilidad de proyectos que dieron como resultados que eran muy
costosos y por tal motivo nunca se realizaron. Hoy por suerte dicho organismo está
en manos del ilustre investigador y científico German Vargas lleras. Luego apareció otra cosa llamada el programa
presidencial para asuntos espaciales, que duro como un año y se acabó, tal vez
porque lo único que hicieron fue colgar las fotos de los seminarios a los
cuales asistieron, eso sí, las fotos quedaron muy bien, como pal face. Ahora solo queda encomendarnos al divino niño
del veinte de julio y rogar para que las pocas universidades que están trabajando
en
temas aeroespaciales no vayan a cerrar
sus laboratorios o facultades y terminen inaugurando nuevas facultades de
derecho, contaduría y administración de empresas (me disculparan mis amigos
abogados, contadores y administradores…pero ustedes entenderán)
Después de estas noticias, la
tristeza embargo mi corazón, me encerré en mi cuarto, saque dos botellas de
cola y pola que tenía guardadas en la
nevera y me embriague tratando ahogar mis penas, me concientice que ese sueño
loco que tenia de ser astronauta ya quedaba enterrado, y que posiblemente mis
hijos tampoco lo alcanzarían, probablemente mis nietos pudiesen pararse de
cabeza en la estratosfera, cuando para aquellos tiempos, los viajes
interplanetarios pudiesen solventarse con el carne de comfamiliar o estuviese incluido
en los planes turísticos de peregrinación a Buga, Gallardo y Nataga.
Que rabia, y saber que los temas astronómicos
nos tocan todos los días, desde los cálculos
que realizan los distintos maestros esotéricos
de los distintos programas de variedades en la mañana, sin los cuales les sería
imposible diseñar su complejo y acertado horóscopo, pasando por la paranoia de
los tres días de oscuridad que ocurrirán en diciembre, las flotillas intergalácticas
que según los ilustres personajes de la mega paranormal cada tanto nos visitan
y el guiño apocalíptico que nos hizo el asteroide 2014 UR116.
¿Y dónde diablos quedo la película?
Bueno…iba a escribir sobre ella,
pero ya es la media noche del sábado y mi vecino está de fiesta, y cordialmente
ha compartido sus gustos musicales con todos los habitantes del barrio, y en mi
cerebro solo puede escuchar este estribillo:
“te compro tu novia/ pues tú me has dicho como es ella y me gusto
la información/ te la compro /pues nunca he tenido suerte con las que he tenido
yo/ te compro tu novia/ no voy a regatear el precio dime pronto por favor/te la
compro/ no creo que saldría cara aunque cueste un millón/ pues tú me has dicho
que es linda/ y apasionada/ que es buena y adinerada/ no cela nunca por nada/ y
sabe hacerlo todo en la casa/ no sale ni a la esquina/ no habla con la vecina/
no gasta y economiza/ y todo lo resuelve tranquila/ véndela, véndela/ o dile a
su madre que fabrique otra igualita/ véndela véndela/ si quiere una mía por
ella se la cambio toditas/ te compro tu
novia.”
Jamas se borra el sueño mas profundo.
ResponderEliminarJAJAJAJA
ResponderEliminarMe arrancó muchas carcajadas nerviosas porque la triste realidad de este país da para reír y para llorar.
No tenía ni idea de que habíamos tenido siquiera planes para lanzar nuestro propio satélite...