Hay un libro que siempre he
querido leer, y no lo he hecho, no por no tenerlo disponible, en la internet es fácil
encontrarlo, sino porque he querido
tenerlo en mis manos y disfrutar cada una de sus páginas, ojala ricamente ilustradas. Solo he visto un ejemplar de él, cuando era niño y en uno de los trasteos de
una inquilina de la casa, mientras ordenaba sus cosas, sobre una mesa estaba aquel voluminoso ejemplar de pasta
dura caratula blanca y ricamente ilustrado con acuarelas y tinta china, no presté atención al título, solo me limite a
mirar los dibujitos de aquellos personajes ya conocidos, rememorando todas sus
aventuras. Allí, sobre una nube
voladora, atravesando bosques inmensos, agitando su peluda cola, con su báculo
mágico en posición ofensiva, incrementando día a día su poder estaba mi héroe
favorito... y no, no es goku, aunque si tiene mucho que ver con él. Su nombre era (o es) Sun Wukong, el rey mono,
personaje de la literatura y mitología china,
y el libro "Viaje Al Oeste" escrito por Wu Cheng´en en el año 1590. Este ser, que según algunos
podría ser una variante del dios mono indio Hanuman (una de los tantos aspectos
del dios Shiva y fiel guerrero contra los demonios ráksasas en el Ramayana) tiene una hoja de vida que
haría poner verde de la envidia a unos cuantos superhéroes contemporáneos, incluido linterna verde, el mayor superhéroe
de todos aunque no lo parezca.
Nació del caos primigenio,
de una roca en forma de huevo sobre la montaña de las flores y las frutas; con forma de simio, creció como simio en el
reino de los simios, donde fue uno de sus más brillantes representantes, pero
aquí empiezan las virtudes de este muchacho, como su propio nombre lo señala, (el
simio consiente del vacío) fue consciente de su mortalidad estando entre sus peludos
congéneres, de modo que haciendo caso
omiso a los guiños que de vez en cuando le hacia la muerte, optó por buscar la
respuesta y solución definitiva a esta situación, busco un tutor como ningún otro, el maestro
Bodhi, que algo reacio dada su condición de simio, le enseñó todas sus artes,
resultando un alumno excepcional, allí adquirió sus poderes como la transmutación
(la técnica de las 72 transformaciones), su increíble táctica de lucha,
los 84000 avatares que tenía,
correspondientes cada uno a sus pelos, la técnica del súper salto, la posibilidad de volar en una nube, algo que
solo un alma pura podría realizar y el uso excepcional de su arma, el báculo
dorado, el pilar que pacifica los océanos, que muy astutamente robó al
rey dragón de los mares orientales. No contento con esto, visitó el inframundo
y allí borró su nombre de la lista del destino, y cual rebelde sin causa, ante
la invitación del emperador de jade (el
Zeus chino) al reino celestial, sin
permiso comió los melocotones de la
inmortalidad de la emperatriz (se presta para otras interpretaciones) y las píldoras
de la indestructibilidad. Forjó su
propio destino, se igualó a los dioses letárgicos y armó un zafarrancho en el
cielo. sin resultado trataron de
controlarlo, como pollo de sancocho de río, fue hervido por 49 días en un
caldero mágico para destilar su poder, pero contrario a lo que se esperaba esto
solo lo aumento, solo el mismísimo Buda ante tanta algarabía le puso el
tatequieto, cuando esté, en tono
arrogante aceptó una apuesta con el pobre viejito, al final quedó prisionero bajo una montaña como castigo, hasta que fue puesto al servicio del monje Xuanzang, que ayudado por la santa
Guayin, la cual por medio de argucias colocó una corona de control sobre el volátil
semidiós. Inició el épico viaje hacia el
oeste en busca de libros budistas
perdidos en la india, a su paso fue reclutando al cerdo Zho Wuneng y al duende/monje
Sha Seng, compañeros de viaje que redimirían sus faltas en aquel
peregrinaje, y claro el caballo del monje Xuan, un príncipe dragón, antiguo contendiente
de Wukong convertido en bestia como castigo. Cinco peregrinos, cinco héroes de
la verdad y justicia en busca de la sabiduría.
Este es el libro que quiero leer.
Esta de más decir que sobre esta
historia se fundó gran parte del anime oriental, creaciones de Masashi Kishimoto y la misma historia de Goku tienen
sus raíces en esta narración. Por lo que he leído, el rey mono es uno de los superhéroes
preferidos de los chinos de la china, algo semejante al Superman nuestro de
cada día. Entre los zapatos, electrodomésticos
y juguetes, también nos han llegado algunas pequeñas muestras del rey mono,
como la serie de televisión emitida a mediados de los 80s, monkey magic, entretenida
como toda película de karate o kunfu emitida por canal peruano, y dos o tres
adaptaciones cinematográficas, protagonizadas por Jackie chan, Jet Li y otro
gringo. Si lo que dicen los especialistas
es cierto y la globalización y la influencia de la cultura china va en aumento,
no me molestaría en lo absoluto tener una pequeña figurita de Son Wukong en el
jardín, cual gruta del divino niño, guardián ante eventuales fuerzas del mal.