José Alfredo Cedeño recuerda que cuando chico, en las ocasionales fiestas que se hacían
en su casa, era tomado de la mano por su padre y llevado al frente de un grupo
de personas mayores para que lo escucharan cantar, y él ni corto ni perezoso
los deleitaba con su interpretación de los éxitos musicales del momento. Poco tiempo después, al cumplir los 10 años,
como recompensa por su colaboración en las labores de la finca le fue regalada su primera guitarra, instrumento musical del cual nunca más se separaría y quien lo acompañaría
en las buenas y en las malas.
Su primera canción “quiero ser feliz” la compuso a los 14 años y estaba dedicada a una niñita que le
quitaba el sueño en su pueblo natal
Iquira, por allá en la década de los ochentas, y sin que él se lo imaginara, se
convertiría en uno de sus más grandes éxitos.
Luego de graduarse de bachiller viajó a la ciudad de Neiva y
en la capital hizo parte de importantes orquestas de música tropical como “la
cheverísima”, “la séptima dimensión”, “el grupo bache” y tendría su propia
orquesta, donde sería conocido como “rey Cedeño”.
Sus canciones más conocidas y que seguramente todos en algún
momento de nuestra vida hemos escuchado
y posiblemente bailado (o ver bailar a nuestros padres) son: “quiero ser
feliz” “te amaré” “entre dos juegos” y “me enamore otra vez”.
Pero rey Cedeño no solo ha compuesto música tropical y
balada, a finales de los 90 incursionó
en el rock con el grupo Ekhymosis (sí,
el mismo de Juanes) y actualmente
trabaja en proyectos que abarcan géneros como el reggae, la cumbia, el flamenco y salsa.
Definitivamente rey Cedeño es todo un rey de la música
opita.
*publicado en revista güipas diario la nación 05-05-2019
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