¿Y que si pienso diferente y contrario a lo que se supondría debería
pensar?
En parís tres sociópatas ingresan
a la sala de redacción de un diario satírico y acribillan sin remordimiento a quienes allí se encuentran. La noticia se riega como pólvora, los videos
de la toma se vuelven virales en internet, y en uno de ellos se ve como uno de
los asaltantes ultima con una ráfaga en la cabeza a uno de los policías herido
en la calle, cual si fuera una escena de videojuego.
Europa se viste de luto, el mundo
se indigna, pero ¿Por qué tiene que ser tan importante y trascendental la muerte
de estos 12 hombres? ¿Qué hace que la muerte de estas personas merezca el
rechazo global? Pocas semanas antes cientos
de niños pakistaníes eran ejecutados en
una escuela, la noticia no dura más de dos días en primera plana, poco se
movieron las redes sociales y es probable que este suceso estuviese a la par de
la última selfie ridícula de cualquier famoso. Retrocedemos el reloj y en México
decenas de estudiantes son reducidos a cenizas por fuerzas policiales, México
convulsiona, el resto del mundo mira apacible. Meses atrás Israel arrasa con
pueblos palestinos, todo se convierte en una buena nota de mitad de noticiero,
en las redes se comenta que es por legítima
defensa del pueblo de Israel. En fin,
todos los días y a toda hora aparecen noticias como aquellas, donde el cuerpo
sangrante de cualquier persona es el plato predilecto del lente morboso del
corresponsal. ¿Por qué estos 12 nuevos
muertos tendrían que ser diferentes? ¿Acaso los franceses son seres de primera categoría a diferencia del resto
de la humanidad? Bueno tal vez ellos estén menos acostumbrados a estos hechos
de bestialidad tan usuales en nuestras tierras y que por desgracia nos han dado
un vergonzoso escudo de olvido e indiferencia.
Pero no creo que sea eso, estos doce hombres que perdieron la vida en un
acto cobarde no son diferentes a los niños pakistaníes, a los estudiantes
mexicanos, a los palestinos desterrados, a los soldados israelitas, a los
colombianos diariamente asesinados.
Simplemente es el hecho de lo que su labor significaba. 10 hombres (2 eran policías) cuyo trabajo era
el periodismo; irónico, vulgar, ofensivo o lo que fuese, pero a final de
cuentas representaban uno de los tantos derechos que todos en algún momento de
la vida hemos sacado a relucir, el
derecho a la libertad de expresión.