latecleadera

viernes, 18 de octubre de 2019

Gerardo Meneses, el gran escritor de los pequeños




El niño Gerardito nació en la turbulenta década de los sesenta  en un pueblo al sur del Huila llamado Pitalito.  Era el menor de 11 hermanos y por lo mismo el consentido de la casa.  Desde muy pequeñito sintió una atracción mágica por los libros;  desde las cartillas de escuela que se heredaban del hermano mayor al hermano menor, con sus dibujos coloridos y  palabras que aún no lograba entender, hasta los libros que las profesoras de escuela tenían guardados en la biblioteca, con los cuales dejaba escapar su imaginación recreando en su mente las historias de los personajes fabulosos que allí aparecían.  Así trascurrían los días  en la  casa donde  vivía, rodeado  de  pájaros cantores  que se acercaban a comer los bananos que dejaban en las ramas de los árboles  y el aroma del café que su papa negociaba en el pueblo.

En la escuela normal superior de Pitalito descubrió que las letras serían el amor de su vida y sin que tuviese necesidad de pensarlo dos veces, una vez terminados sus estudios de secundaria viajó a Bogotá a estudiar literatura en la universidad Pedagógica Nacional de Colombia y posteriormente en la Universidad Surcolombiana, además fue  egresado del taller de escritores de la universidad central de Bogotá.




Una vez terminó sus estudios regresó a su pueblo a trabajar de  profesor en el colegio que le había visto crecer,  y allí, mientras enseñaba la importancia del español a sus pupilos, creaba personajes con base en sus recuerdos de infancia, las experiencias en distintos trabajos  y las opiniones y vivencias de sus alumnos,  así nacería su primer libro “Danilo Danilero cabeza de velero” y desde ese momento y por cerca de 15 años escribiría   más de  20 libros,  todos ellos enfocados en el  público infantil y juvenil,  obras que le han dado reconocimiento  no solo nacional sino también internacional, pues muchas de ellas fueron ganadoras de premios y concursos y publicadas en países como  México, Ecuador, España  y Cuba.

Actualmente sigue en su profesión  de maestro, oficio  que le llena de alegría y que le permite continuar con su labor literaria,  escribiendo en la casona  donde transcurrió su niñez, acompañado del aroma de las frutas de su tierra y el canto de los pájaros multicolores en las ramas de los árboles. 

*publicado en revista güipas diario la nación 24-03-2019

Dueto ensueños…Opitas de corazón.




Eduardo era un paisa de nariz grande, cabello rubio y ojos verdes
.
Jaime  era un opita de ojos pequeños, cabello oscuro  y sonrisa de oreja a oreja.

Eduardo venia de cañasgordas en Antioquia, había estudiado odontología en la Universidad Nacional, le gustaban los deportes como el futbol y la natación  y ya llevaba sus primeros pinitos en el mundo de la música participando fugazmente en programas  concurso de canción  en la tv   como: ‘La Nueva Estrella de la Canciones’ de Jorge Barón Televisión,  ‘Cuanto Vale su Actuación’ dirigido por Fanny Mickey  y  ‘Compre La Orquesta’ de Fernando González Pacheco.

Jaime era de San Agustín, bachiller normalista de Pitalito, había terminado sus estudios de licenciatura en educación física en la Universidad Surcolombiana, además era maestro en educación del arte de la Universidad de Cuba y  trabajaba como docente en el CEINAR.   Su amor por la música lo había llevado a formar parte de la agrupación “alma huilense” del maestro José Ignacio Olave.

Eduardo  y Jaime se conocieron una noche de agosto, cuando eran jurados del concurso de canto “ISS de oro” realizado por el seguro social,    en un intermedio de    la celebración    fueron invitados a cantar ante el público que los acompañaba.  Acordaron interpretar dos temas,  y para sorpresa de todos, incluyendo la de ellos mismos,   armonizaron tan bien que continuarían reuniéndose y ensayando por varias oportunidades, para finalmente en el año 1991 crear el dueto “ensueños”.

Desde ese instante  su carrera como artistas dio increíbles frutos;  grabaron 8 discos que incluían cerca de 114 canciones, todas ellas  bambucos, pasillos y sanjuaneros;  siendo 20 temas de su autoría.  Participaron en reconocidos concursos de música colombiana y ganaron varios premios como  el Primer puesto en la categoría duetos del Festival Mono Núñez  en 1993, el Primer puesto en la categoría duetos en el Festival Garzón y Collazos en 1996, fueron Nominados al "Gran Premio Mono Núñez" en 1994 y 2001 y ocuparon el Primer puesto “duetos Antioquia le canta a Colombia" en 1998.   

Pero todo no podía ser dicha, en lo mejor de su carrera Eduardo enfermó  y falleció en la ciudad de Neiva en noviembre del 2008, eso sí, hasta que su cuerpo resistió, cantó  con su amigo del alma  aquellos pasillos que tanto lo enamoraban.


Jaime decidió continuar con el legado musical; por un tiempo junto al joven nicolas gutierrez conformó el dueto “mi maestro y yo”,  luego se dedicó por completo a su proyecto musical "grupo de voces CANORAS estudiantiles SEMILLITAS" con el cual busca llevar en alto la música colombiana a todo el mundo.


* publicado en revista güipas del diario la nación 17-03-2019

jueves, 17 de octubre de 2019

Jose Eustasio Rivera. Una historia para niños





Le decían “tachito” y nació el 19 de febrero de 1888 en el caserío de Aguascalientes cerca del corregimiento de San Mateo  en el Huila, aunque algunos dicen que en realidad nació en Neiva, en una casa ubicada en todo el centro de la ciudad; como ha pasado tanto tiempo nadie se pone de acuerdo sobre esto, de todas formas en 1945 cuando San Mateo se convirtió en municipio se le decidió cambiar el nombre a Rivera, en honor al escritor.

Fue uno de los 11 hijos de don Eustasio Rivera y de doña Catalina Salas,   familia prestante del Huila, con muchos miembros pertenecientes a las fuerzas armadas y a la clase política.

Como era un muchacho alegre, algo travieso e indisciplinado  su infancia transcurrió entre su finca  (en la cual  aprendería a asombrarse con  belleza de la naturaleza) y los colegios Santa Librada de Neiva y el colegio San Luis Gonzaga en el municipio de Elias al sur del Huila,  como en ninguno de ellos se sintió conforme,   terminó estudiando en la Nueva Escuela Normal de Bogotá,  allí cultivaría su amor por la literatura, especialmente la poesía, dándose a conocer con sus primeros sonetos y también allí empezó su interés por la política y la situación nacional.

Después de trabajar un tiempo en la ciudad de Ibagué como inspector escolar inició la carrera de derecho en la Universidad Nacional, una vez graduado como abogado intentó sin resultado ingresar al mundo de la política huilense.   Como eso de la política no le dio resultado formó parte de una comisión del gobierno para que viajara a los llanos orientales  a definir los límites con Venezuela, pues para ese entonces, como los países apenas se estaban formando  no se sabía con precisión dónde empezaba uno y terminaba el otro. 

En este trabajo,  navegando ríos caudalosos, atravesando selvas inexploradas  y recorriendo llanuras sin fin,  fue que inició a escribir su obra cumbre “la vorágine”   una novela  que entre historias de amor y lucha narra los abusos de la casa cauchera Arana, todo ello magistralmente ambientado en la selva colombiana.  



Luego de terminar ese peligroso trabajo  pudo publicar su novela y entrar de lleno (ahora sí) en la actividad política nacional, donde veló  incansablemente por los derechos de las persona más necesitadas y  criticó  con firmeza los  actos de corrupción en el gobierno.

En abril  1928 viaja a New York  con la idea de crear una editorial que permitiera  llevar la literatura colombiana a todo el mundo, traducir “la vorágine” al inglés y porque no, crear una adaptación al cine.   Pero estos sueños no se  concretaron  pues cayo gravemente enfermo pocos meses después de su llegada y murió el 1 de diciembre de ese mismo año.


Sin lugar a dudas José Eustacio Rivera es uno de los grandes hombres que ha dado la tierra opita y su legado literario perdurará por generaciones.

*publicado en revista güipas del diario la nación  3-03-2019

Revista "Güipas" de La Nación.




Cierto día me preguntaron a modo de sutil reclamo sobre el por qué ya casi no subía contenidos al blog, como andaba de afán respondí que era porque andaba muy ocupado.   Poco me creyeron, tal vez pensaron que me había alejado del mundo virtual  y que ahora solo me dedicaba a disfrutar de las mieles de la fama.

Como las cosas no han cambiado y sigo igual de ocupado, solo puedo decir que no he parado de escribir y que las mieles de la fama y la fortuna andan un poco extraviadas.  Simplemente estoy escribiendo y dibujando para una revista infantil dominical  de uno de los principales diarios de la región, el diario “la nación”.



El trabajo resultó de la nada luego de que un amigo que en ese momento era un administrativo del diario me propusiera la idea de cambiar el formato del suplemento infantil dominical;  yo sin tener la menor  idea  sobre el  tema dije que sí.  Tal como lo habíamos planeado la cosa se veía interesante, pero  por cuestiones que no van al caso, mi amigo renunció al diario y el nuevo proyecto cambio un poco,  finalmente hice un trueque de trabajo por libros (los libros de Federico) y la nueva revista “Güipas” salió con nuevo rostro y nuevos temas;  sinceramente desconozco cual habrá sido su impacto y qué tanto ha gustado… yo solo envió los contenidos y en la empresa se encargan del resto.  De todas formas este proyecto me ha enseñado demasiado,  me ha obligado a dejar la procrastinación a un lado,  nuevamente retomé el mundo del comic que durante años había dejado a un lado, y adquirí cierta versatilidad para inventarme cosas que antes ni por las moscas se me pasaban por la cabeza.
Por desgracia la revista no se encuentra en formato virtual, (una de las ideas originales del proyecto) es una pena,   tal vez peque con algo de paternalismo,  pero cada domingo sagradamente compro el diario y tomo la revista  colorida y divertida  tratando rememorar  las viejas épocas de la infancia cuando esperaba  que llegara “el tiempo” o “el espectador” y disfrutar de “los monos” o la sección de “aventuras”. 


En cierta forma, la nueva güipas en un modesto homenaje a estos dos iconos del comic en Colombia.

Creo que no hay problema  al subir al blog parte de los contenidos publicados;  la caricatura de “Federico el aventurero” usualmente la comparto en mis redes sociales.


El curso del comic, 


los libros recomendados para leer, 


el experimento casero, 


el dato curioso 


y la reseña de una historieta famosa 


las dejaré para los lectores de la revista,  pero con el articulo principal que usualmente es una reseña de un personaje local,   me tomaré la molestia de dejarlo como entradas en la tecleadera…en parte porque ya me da pena ver el blog tan abandonado, en parte porque por cuestiones de extensión muchas de las entrevistas no se pueden publicar completas,  y en parte porque sí.

Así que sin más preámbulos,  en las próximas entradas echemos un vistazo a los principales mitos del Huila y  a reconocidos escritores y artistas del departamento.

viernes, 27 de septiembre de 2019

Un rápido viaje al pasado


Mi tía guardaba este álbum en uno de los cajones de la gran cómoda,  entre algunos trapos y papeles de importancia relativa,  podría decir que aunque no estaba prohibido verlo,  no era particularmente fácil llegar a él,  guardaba cierto toque de misterio, cierto recelo...tal vez había impresos allí recuerdos que era mejor dejar en el pasado, o puede que simplemente me esté imaginando cosas y lo único que buscase era evitar que yo lo terminará garrapiñando, como ocurriría años después, cuando abandonó sus seguros aposentos en aquel cajón y terminó en una de mis cajas de cuadernos y cachivaches.
Solo puedo decir que cada una de aquellas imágenes de poca resolución guardan una historia enmarañada y oculta, casi una propia existencia,  algo tan diferente a las efímeras instantáneas que nos atropellan cada segundo en las redes sociales.



Siempre les pregunté a mis tíos quienes eran esos personajes que posaban orgullosos con su uniforme militar,   nunca me daban respuesta clara, divagaban sobre el hombre con el rifle en la mano,  que podía ser el hijo de fulanito  o que podía ser sutanito quien ya había muerto,  lo único que quedaba claro era que correspondían al periodo de la violencia y que no habían sido tomadas en el pueblo.  El señor elegante del centro era un desconocido para mi,  en algún momento me dieron su nombre que igual se fue al olvido pues demasiado tiempo había pasado, y el niño de la guitarra que yo equivocadamente relacionaba con el viejo alfonso castillo, por aquellas historias que me contaban sobre su díscola vida, eran rápidamente corregidas...era solo uno de los muchos anónimos personajes del pasado.


La imagen guarda el concepto clásico de la vida en el campo cerca de algún río.  Podría asegurar que el hombre sentado sería el tío joven y extrovertido en compañía de los dos mocosos traviesos que años después remplazarían los mayordomos de la finca,  la niña de pose austero  con el tiempo  se casaría para dar una larga progenie y ser hoy la abuela querida por todos.  el perro era el kaiser o el joster aguerrido y leal que cazaría conejos y moriría de viejo o por alguna indigestión.   como siempre, personajes que ahora me son desconocidos,  algo me comentaron sobre quienes eran, poca atención presté.


Un héroe anónimo de la época de la violencia, posiblemente murió en alguna emboscada, o salvó su vida y se convirtió en uno de los ancianos que todas las tardes veían pasar las horas bajo la sombra de un samán,  rememorando los años en los que era fácil y permitido manchar las manos con sangre inocente.




Una página curiosa del álbum, el niño si mal no estoy es ulises santos,  o al menos eso me comentaron mis tíos,  el hombre que luego se convertiría en alcalde y cacique de la región.  la foto  arrancada fue obra de  mi tía,  en ella había un grupo de personas sobre las raíces de un árbol al borde de un río,  creo que el sitio se llamaba "el raicero" y quedaba en la mestiza, ya no existe, el río cambio de curso y dejó seca esa zona.  el personaje principal de la imagen era una mujer con traje de baño y amplia sonrisa rodeada por hombres jóvenes.  Tía siempre comentaba algo malo de ella, que era una desvergonzada o que era una sinvergüenza por andar en esas pintas provocando los hombres. finalmente cumplió con su idea de borrar del álbum su recuerdo,  solo quedaron sus largas y blancas piernas mezcladas con las raíces secas de los árboles.


Ellos son los hermanos Andrade, me imagino que primos de mis abuelos,  el señor se llamaba Luis y de el recuerdo que era un anciano que poco podía ver pues cerraba sus parpados con fuerza, como si a toda hora el sol le estuviese dando en la cara,  se sentaba en la sala de la casa con mis tíos a hablar de religión y cosas fantasiosas,  fue en una charla que el tuvo junto a don guillermo, otro personaje curioso que visitaba la casa en mi niñez, que me explicaron como era que se habían formado los ángeles:  al inicio de la creación, en los aposentos del todo poderoso, había un gran espejo de agua,  el Altisimo en una pasada que hizo por allí, metió su mano en las aguas y sacándola con rapidez la sacudió sobre la tierra, de las gotas que saltaron de su sacrosanta extremidad nacieron los ángeles.  la señora era doña carmen, la esposa de don roberto santos, quienes daría nacimiento a la tribu de los santos.  el joven con el fusil es un desconocido,  al parecer todos esos jóvenes murieron pues nunca se daba razón de ellos.  la imagen con la estatua de la virgen detrás sobre el pedestal de madera con símbolos litúrgicos es fantástica.


La foto más familiar,  de las personas alrededor de la mesa solo puede reconocer a mi tía o si no es ella sería mi abuela, la casa pareciera que fuese la casa de los bisabuelos en potosí, aunque mu tía me dijo que era la casa de otra finca.  el soldado era el el novio de mi tía abuela lilia, uno de los muchos que dejo la vida tendida en algún potrero en la época de la violencia.  la mujer trigueña de pelo largo no se quien es,   el joven que mira fijamente la cámara es mi tío abuelo  ascencio,  el niño muerto es un anónimo cadáver,  sospecho que pertenecía a la familia, no habria otra razón para tener una imagen de él.  la mujer con la niña es mi tía apoyando a doña vicenta tamayo o monje sobre el lomo de una vaca.




Nuevamente el funeral de un niño,  creo que es el mismo de la imagen anterior,  a la única persona que reconozco es a mi tía, por lo que por un tiempo pensé que había sido un hijo de tiempos remotos fallecido y olvidado, ella no negó, y mis abuelos también lo negaron, solo quedan como padres del bebe los otros dos adultos de la foto,  nunca me dijeron quienes eran,  pero doy por sentado que eran familiares o muy allegados a la casa.  la otra imagen es de un militar muerto en la época de la violencia, desconozco quien era, mis tíos y mis abuelos nunca me supieron dar razón,  lo máximo que me contestaron era que en esos tiempo mataban mucha gente y estaba de moda guardar las imágenes de sus entierros.


El hombre con sombrero que corta el marranito es mi bisabuelo jeronimo, ya casi llegaba el san pedro y había que preparar el asado,  la mujer no se quien es, el perro tampoco, pero podemos llamarlo firulais.


la mujer era doña fulanita que vivía en no sé donde, y que llevaban mucho tiempo sin saber de ella (eso es lo poco que recuerdo de lo que me contaron mis tíos) el soldado es otro anónimo mártir, espero que no sea la versión en vida del tipo de la procesión fúnebre, que como ya había comentado era usual fotografiar para la posteridad. El bebe es otro anónimo personaje, espero que siga vivo.

viernes, 30 de agosto de 2019

Navegando en oniria


pongo esto por aquí como excusa por no haber escrito nada en este mes,  pero es que he andado algo ocupado...muy ocupado.

como dato curioso,  la pintura que se colocó en el póster no se expone, ya esta vendida.   Después contaré cómo me fue.

martes, 16 de julio de 2019

en tres meses nos cae un asteroide y usted sentado leyendo bobadas.




Por salud mental he tomado la costumbre de leer solo los titulares de las noticias y cotejarlos con los memes que brotan como hierba mala en el Facebook, todo ello me ha servido como efectivo  indicador de los temas de interés y prioridad a nivel nacional y mundial.  En mi querida Colombia lo que pulula es la política y su más grandiosa cualidad llamada corrupción… ya nos acostumbramos a ella,  ya nos familiarizamos, ya la hicimos parte de nuestros afectos, de modo que más que indignarnos solo nos limitamos a burlarnos de ella y por ende de  nosotros mismo con un buen meme.   En el ámbito internacional  lo mismo de siempre,   todo el mundo queriéndose cagar en todo el mundo y una eterna conspiración a puertas abiertas que promulga para que todos nos embadurnemos en la misma mierda con suficiente criterio y  valentía que nos impida perder los escrúpulos al hacerlo.

Y en este escenario es cuando empiezo a ver un reiterado meme que habla sobre el inminente choque de un asteroide con la tierra en cuestión de semanas.

Dadas las circunstancias uno pensaría que esta sería la salida más digna para este mundo.  Ya que nos faltaron las pelotas suficientes para acabar este planeta en la primera década del nuevo milenio, entonces que mi diosito venga de los  profundos rincones del universo y nos lance una piedra que con toda su sacrosanta furia  borre de la faz de la tierra a millones de impíos y libere de este juicio de fuego a los pocos elegidos previamente salvados gracias a sus oraciones,  en ovnis multicolores pilotados por psicodélicos extraterrestres iluminados.

Pero como se sospechaba,   este nuevo apocalipsis terminó siendo una completa farsa,  nuevamente sobreviviremos a otro final planetario. 



He sobrevivido a todos los fines de mundos y raptos proclamados por los desquiciados evangélicos desde la década del setenta,  sobreviví al “rey terror” augurado por Nostradamus para 1999, sobreviví al colapso del Y2K,  sobreviví al fogonazo galáctico profetizado por los mayas en el 2012,  sobreviví al ascenso de las maquinas previsto en 1997 a cargo  de skinet, he sobrevivido a infinidad de tres días de oscuridad, creo que sobreviví a las profecías de san Malaquías y su papa negro, también me libré del agujero negro artificial del 2015 cuando el CERN  buscaría quien sabe que partícula elemental, me salvé de la inversión de los campos magnéticos de la tierra en el 2016 y con dolor en el alma puedo decir que no veré cohetes partiendo de la tierra con vaqueros comandados por bruce Willis  cabalgando  máquinas perforadoras y bombas atómicas, dispuestos a estallar en rocas espaciales;  por desgracia puedo decir que no seré testigo de la primera vez en la cual los gringos salven la humanidad.



El meme y por ende la noticia rezan que para el próximo 3 de octubre es probable que un asteroide de cerca de 340 metros de diámetro y 55 millones de kilos se estrelle con la tierra, por desgracia la noticia es una verdad a medias,  en efecto si existe un asteroide de este tamaño (2007 ft3) sí pertenece al grupo de asteroides cuya orbita “cruza” la de la tierra,  sí se acercará a la tierra para la fatídica fecha y por último, sí es posible y muy probable que en cualquier momento un asteroide o cometa de gran tamaño choque con la tierra y nos mande  a todos al carajo,  todo es cuestión de paciencia. Pero este en cuestión pasará a una distancia  de 420 mil kilómetros (que a escalas astronómicas es cerca) pero que para efectos apocalípticos solo tendrá una probabilidad de choque del 0.0000092%,  siendo honestos, es más probable que la luna nos caiga encima, pues ella está a una distancia promedio de 384 mil kilómetros.

Solo como dato curioso, para el próximo 9 de septiembre otro asteroide pasará por nuestro vecindario, se trata del 2006 QV89, una piedra de 40 metros de diámetro con suficiente poder en caso de chocar como para arrasar unos 2000 km cuadrados (algo así como borrar de una sola manotada a Bogotá y pueblitos vecinos)  pero por suerte, este pasará a una distancia de 7 millones de km de la tierra.

Podemos decir que por ahora nos salvamos (nuevamente) pero solo es cuestión de que los dioses mejoren un poco la puntería…solo están practicando.



lunes, 3 de junio de 2019

Federico y los días de colores. la historia.



Cuando terminé “Federico corre bajo la lluvia”, tenía mis dudas sobre si valía la pena continuar con la historia del niño travieso que vivía feliz (como deberían vivir todos los niños) en un pueblito cualquiera rodeado de sus amigos y familiares.  Sabía que muchas ideas  habían quedado en el tintero,  el experimento de la autoedición y auto publicación me había quedado gustando, a pesar de todos los inconvenientes implícitos en ellos y por primera vez en mi vida, después de años de buscar alternativas  a mi trabajo,   estaba realizando algo que me apasionaba, que por mucho tiempo y recursos que requiriera parecía no menguar mis energías.

Una noche cualquiera, luego de quedar la casa en silencio, me senté frente al computador y empecé la historia… sin una idea clara,  simplemente dejándome llevar por el impulso de escribir.  4 meses después  terminé el último párrafo del nuevo libro y me centré en las ilustraciones,   mas coloridas que las del anterior libro, pero para mi disgusto muy pocas…simplemente sentía la necesidad de ver el primer ejemplar en mis manos lo antes posible.  Como no quise utilizar los medios litográficos ni editoriales del mercado local,  junto a mi esposa iniciamos de cero: Estudiamos que tipo de papel sería el mejor,  lo compramos, lo cortamos,  lo metimos a la impresora de la casa, que luego de unas miles de hojas se dio por vencida, para dar paso a otra impresora en esta ocasión nueva,   que se dio por vencida mucho antes que su antecesora.




Con la caratula,  en un inicio pensamos hacerla en madera, compramos la madera, que luego de una semana de estar  guardada se dobló y agrietó, por lo cual optamos por el  cartón y tela, sobre la cual dibujamos las figuras y el título y terminamos adornándola con bisutería… debo confesar que el resultado fue  algo muy bonito.



Por vueltas de la vida y gracias a la idea de un amigo que en ese momento tenía un cargo administrativo en el  principal diario de la región,  logré sacar un tiraje muy superior al que mis vetustas maquinas lograrían.   A cambio,  cada semana entregaría parte de los contenidos para el suplemento  infantil del domingo, tratando de emular las antiguas revistas  de  los monos de “el espectador” o aventuras de “el tiempo”,  de paso y aprovechando la oportunidad,  experimenté al llevar a Federico al mundo de la historieta,   como siempre conociendo nuevos trucos, rascándome la cabeza sobre que dibujar, en ocasiones dando resultados algo mediocres, otras veces   dando resultados curiosamente asombrosos.



“Federico y los días de colores” me ha traído más sorpresas de las que me esperaba,  no guarda la carga sentimental y casi autobiográfica del primer libro,  no trae a mi mente el niño que fui, sino el niño que sueña, en ocasiones pretende ser poesía, en ocasiones me impulsa a mirar la vida no como algo que pasó sino como algo que tiene que pasar.



Hoy sé que cada uno de los libros que junto a mi esposa construimos hasta altas horas de la noche, han llegado a las manos de niños  y adultos que han soltado una sonrisa o simplemente han despertado un viejo recuerdo,   Federico ha viajado a la capital y tímido ha estado al lado de los grandes de las letras,  ha viajado al país del norte, dueño y señor del mundo, ha viajado  al Ecuador y de las manos de un amigo ha llegado a Argentina,  sé que cruzará el Atlántico y que como todo sueño se ira construyendo paso a paso, se deconstruirá y renacerá como nueva historia, al día de hoy, Federico quiere ser un nuevo libro.



gracias a todos aquellos que han creído y han sido partícipes de esta aventura literaria. 













jueves, 23 de mayo de 2019

4 tiras cómicas.




Había olvidado subir al blog las viñetas de federico.  Es que ando un poco ocupado;  pero aquí están para todos aquellos que no tienen la posibilidad de tener la revista "güipas" del diario la nación,