Mi tía guardaba este álbum en uno de los cajones de la gran cómoda, entre algunos trapos y papeles de importancia relativa, podría decir que aunque no estaba prohibido verlo, no era particularmente fácil llegar a él, guardaba cierto toque de misterio, cierto recelo...tal vez había impresos allí recuerdos que era mejor dejar en el pasado, o puede que simplemente me esté imaginando cosas y lo único que buscase era evitar que yo lo terminará garrapiñando, como ocurriría años después, cuando abandonó sus seguros aposentos en aquel cajón y terminó en una de mis cajas de cuadernos y cachivaches.
Solo puedo decir que cada una de aquellas imágenes de poca resolución guardan una historia enmarañada y oculta, casi una propia existencia, algo tan diferente a las efímeras instantáneas que nos atropellan cada segundo en las redes sociales.
Siempre les pregunté a mis tíos quienes eran esos personajes que posaban orgullosos con su uniforme militar, nunca me daban respuesta clara, divagaban sobre el hombre con el rifle en la mano, que podía ser el hijo de fulanito o que podía ser sutanito quien ya había muerto, lo único que quedaba claro era que correspondían al periodo de la violencia y que no habían sido tomadas en el pueblo. El señor elegante del centro era un desconocido para mi, en algún momento me dieron su nombre que igual se fue al olvido pues demasiado tiempo había pasado, y el niño de la guitarra que yo equivocadamente relacionaba con el viejo alfonso castillo, por aquellas historias que me contaban sobre su díscola vida, eran rápidamente corregidas...era solo uno de los muchos anónimos personajes del pasado.
La imagen guarda el concepto clásico de la vida en el campo cerca de algún río. Podría asegurar que el hombre sentado sería el tío joven y extrovertido en compañía de los dos mocosos traviesos que años después remplazarían los mayordomos de la finca, la niña de pose austero con el tiempo se casaría para dar una larga progenie y ser hoy la abuela querida por todos. el perro era el kaiser o el joster aguerrido y leal que cazaría conejos y moriría de viejo o por alguna indigestión. como siempre, personajes que ahora me son desconocidos, algo me comentaron sobre quienes eran, poca atención presté.
Un héroe anónimo de la época de la violencia, posiblemente murió en alguna emboscada, o salvó su vida y se convirtió en uno de los ancianos que todas las tardes veían pasar las horas bajo la sombra de un samán, rememorando los años en los que era fácil y permitido manchar las manos con sangre inocente.
Una página curiosa del álbum, el niño si mal no estoy es ulises santos, o al menos eso me comentaron mis tíos, el hombre que luego se convertiría en alcalde y cacique de la región. la foto arrancada fue obra de mi tía, en ella había un grupo de personas sobre las raíces de un árbol al borde de un río, creo que el sitio se llamaba "el raicero" y quedaba en la mestiza, ya no existe, el río cambio de curso y dejó seca esa zona. el personaje principal de la imagen era una mujer con traje de baño y amplia sonrisa rodeada por hombres jóvenes. Tía siempre comentaba algo malo de ella, que era una desvergonzada o que era una sinvergüenza por andar en esas pintas provocando los hombres. finalmente cumplió con su idea de borrar del álbum su recuerdo, solo quedaron sus largas y blancas piernas mezcladas con las raíces secas de los árboles.
Ellos son los hermanos Andrade, me imagino que primos de mis abuelos, el señor se llamaba Luis y de el recuerdo que era un anciano que poco podía ver pues cerraba sus parpados con fuerza, como si a toda hora el sol le estuviese dando en la cara, se sentaba en la sala de la casa con mis tíos a hablar de religión y cosas fantasiosas, fue en una charla que el tuvo junto a don guillermo, otro personaje curioso que visitaba la casa en mi niñez, que me explicaron como era que se habían formado los ángeles: al inicio de la creación, en los aposentos del todo poderoso, había un gran espejo de agua, el Altisimo en una pasada que hizo por allí, metió su mano en las aguas y sacándola con rapidez la sacudió sobre la tierra, de las gotas que saltaron de su sacrosanta extremidad nacieron los ángeles. la señora era doña carmen, la esposa de don roberto santos, quienes daría nacimiento a la tribu de los santos. el joven con el fusil es un desconocido, al parecer todos esos jóvenes murieron pues nunca se daba razón de ellos. la imagen con la estatua de la virgen detrás sobre el pedestal de madera con símbolos litúrgicos es fantástica.
La foto más familiar, de las personas alrededor de la mesa solo puede reconocer a mi tía o si no es ella sería mi abuela, la casa pareciera que fuese la casa de los bisabuelos en potosí, aunque mu tía me dijo que era la casa de otra finca. el soldado era el el novio de mi tía abuela lilia, uno de los muchos que dejo la vida tendida en algún potrero en la época de la violencia. la mujer trigueña de pelo largo no se quien es, el joven que mira fijamente la cámara es mi tío abuelo ascencio, el niño muerto es un anónimo cadáver, sospecho que pertenecía a la familia, no habria otra razón para tener una imagen de él. la mujer con la niña es mi tía apoyando a doña vicenta tamayo o monje sobre el lomo de una vaca.
Nuevamente el funeral de un niño, creo que es el mismo de la imagen anterior, a la única persona que reconozco es a mi tía, por lo que por un tiempo pensé que había sido un hijo de tiempos remotos fallecido y olvidado, ella no negó, y mis abuelos también lo negaron, solo quedan como padres del bebe los otros dos adultos de la foto, nunca me dijeron quienes eran, pero doy por sentado que eran familiares o muy allegados a la casa. la otra imagen es de un militar muerto en la época de la violencia, desconozco quien era, mis tíos y mis abuelos nunca me supieron dar razón, lo máximo que me contestaron era que en esos tiempo mataban mucha gente y estaba de moda guardar las imágenes de sus entierros.
El hombre con sombrero que corta el marranito es mi bisabuelo jeronimo, ya casi llegaba el san pedro y había que preparar el asado, la mujer no se quien es, el perro tampoco, pero podemos llamarlo firulais.
la mujer era doña fulanita que vivía en no sé donde, y que llevaban mucho tiempo sin saber de ella (eso es lo poco que recuerdo de lo que me contaron mis tíos) el soldado es otro anónimo mártir, espero que no sea la versión en vida del tipo de la procesión fúnebre, que como ya había comentado era usual fotografiar para la posteridad. El bebe es otro anónimo personaje, espero que siga vivo.
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