latecleadera

jueves, 27 de julio de 2023

Onírico 1999-2004


 Onírico es el cuarto libro que publico, el más viejo de todos y al que menos publicidad se le ha hecho.  Esencialmente porque tenía pocas ganas de sacarlo a la luz, tal vez por sus tintes románticos  y algo degenerados, típicos del joven que lo escribió en épocas universitarias, rozando peligrosamente esa poesía arjoniana o esa prosa de canción indie noventera.  Por irónico que parezca, justamente en este momento de la vida en donde la poesía y principalmente los poetas se me hacen irremediablemente insoportables, que bien quisiera hacerles tragar con todo y carátulas sus versos insufribles,  decido sacar un "poemario" repleto de pura y física pseudopoesía, debo aclarar que lo hago  movido por intereses netamente monetarios, ya que  al ser lo único que tenía medianamente organizado y listo para presentar, pues se hizo de tripas corazón y se le dio forma.

Con él no se realizó el trabajo artesanal de los federicos, ni el lobby administrativo del simio tecleador, solo lo subí a las plataformas Amazon (donde aun tiene algunos errores de maquetación) y a Autoreseditores, donde si está como debe ser.  

Sin quererlo y sin serlo, recibió el trato del hijo feo que nadie quiere presentar.

De todos modos, dejo el enlace por si están interesados en conseguirlo

https://www.autoreseditores.com/libro/23228/fredy-alberto-polo-osso/onirico.html


onírico


 

martes, 18 de julio de 2023

Mitos del Huila. Espantos del camino


mitos del Huila

Recuerdo que cuando niño, en algunas noches de luna nueva, los viejos se reunían en la casa vieja y sentados en los taburetes que rodeaban la mesa del comedor, mientras degustaban con calma una aguapanela caliente con pan de trigo,  rememoraban las aventuras y tragedias que la vida había colocado en sus hombros, y entre todo ese discurso de anécdotas, eran infaltables las historias de los espantos que con frecuencia los asediaban, las apariciones que les evitaban olvidar que había un mas allá al cual debían llegar con el alma pura, o los endriagos nocturnos que asechaban a todos aquellos alejados del buen camino.

Los viejos ya murieron, y sus hijos en ocasiones recuerdan sus historias, también en la casa vieja, sentados en los mismos taburetes de madera y con una taza de café oscuro y pan de trigo que permite hacer llevadera la tertulia.

Cuando sea mi turno, contaré las historias que los hijos de los viejos recordaban, tal vez me invente mis propios fantasmas, o tal vez, en el mejor de los casos, rememore las escenas reales de la partida hacia tierras inhóspitas de todos aquellos espectros que deambulaban por los caminos en épocas de antaño.

Mitos del Huila, un episodio donde buscaremos desenterrar los secretos que aun se esconden en las calles solitarias de un pueblo entre las montañas.



 

martes, 20 de junio de 2023

Carmine Carrato. Mucho más que una iglesia

 


Hace unos años escribí una entrada sobre el cura Carmine Carrato, en ella hice una muy escueta referencia sobre el paso de este hombre en la vida de los parroquianos de un pueblo encaramado en las faldas de una cordillera.  Pero definitivamente, para el tamaño del personaje, aquellas  letras eran pocas.  Casi nueve años después, en el desarrollo de un proyecto de podcast y YouTube y aprovechando que uno de los participantes del mismo era precisamente el personaje que   lo acompañó en sus últimos días de  vida, dimos una larga tertulia sobre la dimensión humana (bastante humana) de aquel hombre que muchos pretendían sepultar tras sus hábitos sacerdotales.

domingo, 23 de abril de 2023

Mefistofélicos

 


Ya casi completo dos meses sin escribir en el blog, pero, es que aparte de la inherente pereza que con inusitada frecuencia se presenta por estas épocas, también puedo decir a mi favor que parte del tiempo libre que me queda lo he estado utilizando en el desarrollo de un nuevo proyecto (otro) que junto con el canal de YouTube del blog, una cuenta de tik tok exclusiva para material mitológico (esta aplicación ya me está sacando el malgenio con la saturación de contenido basura y memoria en dispositivos), las discusiones con desconocidos aleluyos, terraplanistas, conspiranoicos, ultraderechistas, progres, feministas y otro 98% de la comunidad facebokera, el tramite y proceso para publicar un libro en Amazon (yo tengo el primero, desgraciadamente costoso por aquello del envío), las ilustraciones de no sé qué cantidad de cosas que tengo pendientes,  el asunto de las abejas y cuatro o cinco cosas más que ya ni me acuerdo, pues me mantienen algo ocupado, aunque no tanto como otra gente que procrastina menos y se enfoca más en sus metas y obsesiones.

Onírico (voces de una luciérnaga al anochecer - fragmento)

 


La criatura yacía al borde del mar inmenso, azul, transparente y profundo.  Sus pies inmersos en el agua fría y limpia se enterraban en la arena carente de vida, conjugada con conchas y guijarros verdes y rojos, otros cristalinos y brillantes.  Buscaba el sonido gutural  de algún ser no semejante, desconocido y confiable, que le llevara lejos de la humedad perpetua en la cual vivía.  Levantó su rostro gris al firmamento sin fin y vacío, custodiado por cúmulos hechos cirros, lejanos y brillantes en sus contornos por un astro llamado sol por hombres inexistentes; anhelando la muerte salvadora que lo arrebatase de su prisión de placer diáfano y celestial, que lo aniquilara en mil almas transeúntes en los universos esporádicos que surgían al chapotear las gotas ocasionales en la quietud oceanal de su mundo.

lunes, 27 de febrero de 2023

La ciudad y los perros; bajo la sombra del monte. Sobre la sombra del sayón y ellos estaban solos frente al monte

 



Un día cualquiera, entre Junio y Julio del año 2020, la ciudad mostró un extraño aire de antigüedad, pero no  la antigüedad propia de los ideales clásicos en un remoto mundo medieval ni tampoco en un mitológico estado prehispánico, sino esa sensación de envejecimiento que se pega en las paredes de bahareque en las casas de altas puertas que se niegan a sucumbir a los diseños minimalistas contemporáneos.

En cierta forma la modernidad radica en el bullicio que genera la masa humana en todas sus manifestaciones:  la música a todo volumen en parlantes ubicados en los andenes, el griterío de los vendedores ambulantes, el estridor de los pitos combinados con el rugir de lo los motores de los automóviles y el murmullo omnipresente de miles de voces diluidas en un día cálido; todo esto devela la vitalidad de una urbe.  Aunque si se es observador, el verdadero sonido citadino es aquel que producen los ladridos de los perros callejeros.  Una ciudad a la distancia solo deja escapar las voces de los cánidos, no es el hombre quien demarca su territorio sino el perro que lo protege.

martes, 31 de enero de 2023

Crono el devorador de dioses


 No me había dado cuenta de que ya hoy es el último día de enero, y no he subido nada al blog, y como lo que estoy escribiendo no alcanza a cocinarse antes de la media noche, dejo este video del canal mientras tanto.

viernes, 30 de diciembre de 2022

Subir al cerro del Pacandé


 Todos los que crecimos en el departamento del Huila tenemos grabado en lo más profundo de nuestra mente el estribillo de una canción que era obligatoria en las izadas de bandera en la escuela:

"Al sur, al sur, al sur, del cerro del Pacandé..."

El nombre de este cerro también ha servido para designar hoteles, restaurantes, fincas, centros recreacionales y cuánta cosa que se quiera adornar con cierto toque de folclor típico del Tolima grande.

Llevaba años con la idea de subir esa montaña, que sobresale en el valle ardiente del Magdalena cuando uno transita la vía hacia la capital nacional 

Así que aprovechando el impulso senderista post pandemia armé viaje con el único amigo que estaba desprogramado un domingo y muy a las 10 de la mañana estábamos en el punto de inicio de ascenso.

martes, 29 de noviembre de 2022

Humor blasfemo.

 


Como ya casi se acaba noviembre y debo subir algo al blog (por exigencias de los accionistas y la administración...que soy yo) mientras limpio la memoria del celular, aprovecho para no dejar en el olvido de la papelera de reciclaje estas emotivas, divertidas y condenatorias imágenes que tenía guardadas desde hace años, a la espera de utilizar en alguna publicación de un hipotético ciber creyente.

Sin más explicaciones aquí dejo esto y que Dios me proteja de esos asuntos de derechos de autor.