latecleadera

viernes, 27 de septiembre de 2019

Un rápido viaje al pasado


Mi tía guardaba este álbum en uno de los cajones de la gran cómoda,  entre algunos trapos y papeles de importancia relativa,  podría decir que aunque no estaba prohibido verlo,  no era particularmente fácil llegar a él,  guardaba cierto toque de misterio, cierto recelo...tal vez había impresos allí recuerdos que era mejor dejar en el pasado, o puede que simplemente me esté imaginando cosas y lo único que buscase era evitar que yo lo terminará garrapiñando, como ocurriría años después, cuando abandonó sus seguros aposentos en aquel cajón y terminó en una de mis cajas de cuadernos y cachivaches.
Solo puedo decir que cada una de aquellas imágenes de poca resolución guardan una historia enmarañada y oculta, casi una propia existencia,  algo tan diferente a las efímeras instantáneas que nos atropellan cada segundo en las redes sociales.



Siempre les pregunté a mis tíos quienes eran esos personajes que posaban orgullosos con su uniforme militar,   nunca me daban respuesta clara, divagaban sobre el hombre con el rifle en la mano,  que podía ser el hijo de fulanito  o que podía ser sutanito quien ya había muerto,  lo único que quedaba claro era que correspondían al periodo de la violencia y que no habían sido tomadas en el pueblo.  El señor elegante del centro era un desconocido para mi,  en algún momento me dieron su nombre que igual se fue al olvido pues demasiado tiempo había pasado, y el niño de la guitarra que yo equivocadamente relacionaba con el viejo alfonso castillo, por aquellas historias que me contaban sobre su díscola vida, eran rápidamente corregidas...era solo uno de los muchos anónimos personajes del pasado.


La imagen guarda el concepto clásico de la vida en el campo cerca de algún río.  Podría asegurar que el hombre sentado sería el tío joven y extrovertido en compañía de los dos mocosos traviesos que años después remplazarían los mayordomos de la finca,  la niña de pose austero  con el tiempo  se casaría para dar una larga progenie y ser hoy la abuela querida por todos.  el perro era el kaiser o el joster aguerrido y leal que cazaría conejos y moriría de viejo o por alguna indigestión.   como siempre, personajes que ahora me son desconocidos,  algo me comentaron sobre quienes eran, poca atención presté.


Un héroe anónimo de la época de la violencia, posiblemente murió en alguna emboscada, o salvó su vida y se convirtió en uno de los ancianos que todas las tardes veían pasar las horas bajo la sombra de un samán,  rememorando los años en los que era fácil y permitido manchar las manos con sangre inocente.




Una página curiosa del álbum, el niño si mal no estoy es ulises santos,  o al menos eso me comentaron mis tíos,  el hombre que luego se convertiría en alcalde y cacique de la región.  la foto  arrancada fue obra de  mi tía,  en ella había un grupo de personas sobre las raíces de un árbol al borde de un río,  creo que el sitio se llamaba "el raicero" y quedaba en la mestiza, ya no existe, el río cambio de curso y dejó seca esa zona.  el personaje principal de la imagen era una mujer con traje de baño y amplia sonrisa rodeada por hombres jóvenes.  Tía siempre comentaba algo malo de ella, que era una desvergonzada o que era una sinvergüenza por andar en esas pintas provocando los hombres. finalmente cumplió con su idea de borrar del álbum su recuerdo,  solo quedaron sus largas y blancas piernas mezcladas con las raíces secas de los árboles.


Ellos son los hermanos Andrade, me imagino que primos de mis abuelos,  el señor se llamaba Luis y de el recuerdo que era un anciano que poco podía ver pues cerraba sus parpados con fuerza, como si a toda hora el sol le estuviese dando en la cara,  se sentaba en la sala de la casa con mis tíos a hablar de religión y cosas fantasiosas,  fue en una charla que el tuvo junto a don guillermo, otro personaje curioso que visitaba la casa en mi niñez, que me explicaron como era que se habían formado los ángeles:  al inicio de la creación, en los aposentos del todo poderoso, había un gran espejo de agua,  el Altisimo en una pasada que hizo por allí, metió su mano en las aguas y sacándola con rapidez la sacudió sobre la tierra, de las gotas que saltaron de su sacrosanta extremidad nacieron los ángeles.  la señora era doña carmen, la esposa de don roberto santos, quienes daría nacimiento a la tribu de los santos.  el joven con el fusil es un desconocido,  al parecer todos esos jóvenes murieron pues nunca se daba razón de ellos.  la imagen con la estatua de la virgen detrás sobre el pedestal de madera con símbolos litúrgicos es fantástica.


La foto más familiar,  de las personas alrededor de la mesa solo puede reconocer a mi tía o si no es ella sería mi abuela, la casa pareciera que fuese la casa de los bisabuelos en potosí, aunque mu tía me dijo que era la casa de otra finca.  el soldado era el el novio de mi tía abuela lilia, uno de los muchos que dejo la vida tendida en algún potrero en la época de la violencia.  la mujer trigueña de pelo largo no se quien es,   el joven que mira fijamente la cámara es mi tío abuelo  ascencio,  el niño muerto es un anónimo cadáver,  sospecho que pertenecía a la familia, no habria otra razón para tener una imagen de él.  la mujer con la niña es mi tía apoyando a doña vicenta tamayo o monje sobre el lomo de una vaca.




Nuevamente el funeral de un niño,  creo que es el mismo de la imagen anterior,  a la única persona que reconozco es a mi tía, por lo que por un tiempo pensé que había sido un hijo de tiempos remotos fallecido y olvidado, ella no negó, y mis abuelos también lo negaron, solo quedan como padres del bebe los otros dos adultos de la foto,  nunca me dijeron quienes eran,  pero doy por sentado que eran familiares o muy allegados a la casa.  la otra imagen es de un militar muerto en la época de la violencia, desconozco quien era, mis tíos y mis abuelos nunca me supieron dar razón,  lo máximo que me contestaron era que en esos tiempo mataban mucha gente y estaba de moda guardar las imágenes de sus entierros.


El hombre con sombrero que corta el marranito es mi bisabuelo jeronimo, ya casi llegaba el san pedro y había que preparar el asado,  la mujer no se quien es, el perro tampoco, pero podemos llamarlo firulais.


la mujer era doña fulanita que vivía en no sé donde, y que llevaban mucho tiempo sin saber de ella (eso es lo poco que recuerdo de lo que me contaron mis tíos) el soldado es otro anónimo mártir, espero que no sea la versión en vida del tipo de la procesión fúnebre, que como ya había comentado era usual fotografiar para la posteridad. El bebe es otro anónimo personaje, espero que siga vivo.

viernes, 30 de agosto de 2019

Navegando en oniria


pongo esto por aquí como excusa por no haber escrito nada en este mes,  pero es que he andado algo ocupado...muy ocupado.

como dato curioso,  la pintura que se colocó en el póster no se expone, ya esta vendida.   Después contaré cómo me fue.

martes, 16 de julio de 2019

en tres meses nos cae un asteroide y usted sentado leyendo bobadas.




Por salud mental he tomado la costumbre de leer solo los titulares de las noticias y cotejarlos con los memes que brotan como hierba mala en el Facebook, todo ello me ha servido como efectivo  indicador de los temas de interés y prioridad a nivel nacional y mundial.  En mi querida Colombia lo que pulula es la política y su más grandiosa cualidad llamada corrupción… ya nos acostumbramos a ella,  ya nos familiarizamos, ya la hicimos parte de nuestros afectos, de modo que más que indignarnos solo nos limitamos a burlarnos de ella y por ende de  nosotros mismo con un buen meme.   En el ámbito internacional  lo mismo de siempre,   todo el mundo queriéndose cagar en todo el mundo y una eterna conspiración a puertas abiertas que promulga para que todos nos embadurnemos en la misma mierda con suficiente criterio y  valentía que nos impida perder los escrúpulos al hacerlo.

Y en este escenario es cuando empiezo a ver un reiterado meme que habla sobre el inminente choque de un asteroide con la tierra en cuestión de semanas.

Dadas las circunstancias uno pensaría que esta sería la salida más digna para este mundo.  Ya que nos faltaron las pelotas suficientes para acabar este planeta en la primera década del nuevo milenio, entonces que mi diosito venga de los  profundos rincones del universo y nos lance una piedra que con toda su sacrosanta furia  borre de la faz de la tierra a millones de impíos y libere de este juicio de fuego a los pocos elegidos previamente salvados gracias a sus oraciones,  en ovnis multicolores pilotados por psicodélicos extraterrestres iluminados.

Pero como se sospechaba,   este nuevo apocalipsis terminó siendo una completa farsa,  nuevamente sobreviviremos a otro final planetario. 



He sobrevivido a todos los fines de mundos y raptos proclamados por los desquiciados evangélicos desde la década del setenta,  sobreviví al “rey terror” augurado por Nostradamus para 1999, sobreviví al colapso del Y2K,  sobreviví al fogonazo galáctico profetizado por los mayas en el 2012,  sobreviví al ascenso de las maquinas previsto en 1997 a cargo  de skinet, he sobrevivido a infinidad de tres días de oscuridad, creo que sobreviví a las profecías de san Malaquías y su papa negro, también me libré del agujero negro artificial del 2015 cuando el CERN  buscaría quien sabe que partícula elemental, me salvé de la inversión de los campos magnéticos de la tierra en el 2016 y con dolor en el alma puedo decir que no veré cohetes partiendo de la tierra con vaqueros comandados por bruce Willis  cabalgando  máquinas perforadoras y bombas atómicas, dispuestos a estallar en rocas espaciales;  por desgracia puedo decir que no seré testigo de la primera vez en la cual los gringos salven la humanidad.



El meme y por ende la noticia rezan que para el próximo 3 de octubre es probable que un asteroide de cerca de 340 metros de diámetro y 55 millones de kilos se estrelle con la tierra, por desgracia la noticia es una verdad a medias,  en efecto si existe un asteroide de este tamaño (2007 ft3) sí pertenece al grupo de asteroides cuya orbita “cruza” la de la tierra,  sí se acercará a la tierra para la fatídica fecha y por último, sí es posible y muy probable que en cualquier momento un asteroide o cometa de gran tamaño choque con la tierra y nos mande  a todos al carajo,  todo es cuestión de paciencia. Pero este en cuestión pasará a una distancia  de 420 mil kilómetros (que a escalas astronómicas es cerca) pero que para efectos apocalípticos solo tendrá una probabilidad de choque del 0.0000092%,  siendo honestos, es más probable que la luna nos caiga encima, pues ella está a una distancia promedio de 384 mil kilómetros.

Solo como dato curioso, para el próximo 9 de septiembre otro asteroide pasará por nuestro vecindario, se trata del 2006 QV89, una piedra de 40 metros de diámetro con suficiente poder en caso de chocar como para arrasar unos 2000 km cuadrados (algo así como borrar de una sola manotada a Bogotá y pueblitos vecinos)  pero por suerte, este pasará a una distancia de 7 millones de km de la tierra.

Podemos decir que por ahora nos salvamos (nuevamente) pero solo es cuestión de que los dioses mejoren un poco la puntería…solo están practicando.



lunes, 3 de junio de 2019

Federico y los días de colores. la historia.



Cuando terminé “Federico corre bajo la lluvia”, tenía mis dudas sobre si valía la pena continuar con la historia del niño travieso que vivía feliz (como deberían vivir todos los niños) en un pueblito cualquiera rodeado de sus amigos y familiares.  Sabía que muchas ideas  habían quedado en el tintero,  el experimento de la autoedición y auto publicación me había quedado gustando, a pesar de todos los inconvenientes implícitos en ellos y por primera vez en mi vida, después de años de buscar alternativas  a mi trabajo,   estaba realizando algo que me apasionaba, que por mucho tiempo y recursos que requiriera parecía no menguar mis energías.

Una noche cualquiera, luego de quedar la casa en silencio, me senté frente al computador y empecé la historia… sin una idea clara,  simplemente dejándome llevar por el impulso de escribir.  4 meses después  terminé el último párrafo del nuevo libro y me centré en las ilustraciones,   mas coloridas que las del anterior libro, pero para mi disgusto muy pocas…simplemente sentía la necesidad de ver el primer ejemplar en mis manos lo antes posible.  Como no quise utilizar los medios litográficos ni editoriales del mercado local,  junto a mi esposa iniciamos de cero: Estudiamos que tipo de papel sería el mejor,  lo compramos, lo cortamos,  lo metimos a la impresora de la casa, que luego de unas miles de hojas se dio por vencida, para dar paso a otra impresora en esta ocasión nueva,   que se dio por vencida mucho antes que su antecesora.




Con la caratula,  en un inicio pensamos hacerla en madera, compramos la madera, que luego de una semana de estar  guardada se dobló y agrietó, por lo cual optamos por el  cartón y tela, sobre la cual dibujamos las figuras y el título y terminamos adornándola con bisutería… debo confesar que el resultado fue  algo muy bonito.



Por vueltas de la vida y gracias a la idea de un amigo que en ese momento tenía un cargo administrativo en el  principal diario de la región,  logré sacar un tiraje muy superior al que mis vetustas maquinas lograrían.   A cambio,  cada semana entregaría parte de los contenidos para el suplemento  infantil del domingo, tratando de emular las antiguas revistas  de  los monos de “el espectador” o aventuras de “el tiempo”,  de paso y aprovechando la oportunidad,  experimenté al llevar a Federico al mundo de la historieta,   como siempre conociendo nuevos trucos, rascándome la cabeza sobre que dibujar, en ocasiones dando resultados algo mediocres, otras veces   dando resultados curiosamente asombrosos.



“Federico y los días de colores” me ha traído más sorpresas de las que me esperaba,  no guarda la carga sentimental y casi autobiográfica del primer libro,  no trae a mi mente el niño que fui, sino el niño que sueña, en ocasiones pretende ser poesía, en ocasiones me impulsa a mirar la vida no como algo que pasó sino como algo que tiene que pasar.



Hoy sé que cada uno de los libros que junto a mi esposa construimos hasta altas horas de la noche, han llegado a las manos de niños  y adultos que han soltado una sonrisa o simplemente han despertado un viejo recuerdo,   Federico ha viajado a la capital y tímido ha estado al lado de los grandes de las letras,  ha viajado al país del norte, dueño y señor del mundo, ha viajado  al Ecuador y de las manos de un amigo ha llegado a Argentina,  sé que cruzará el Atlántico y que como todo sueño se ira construyendo paso a paso, se deconstruirá y renacerá como nueva historia, al día de hoy, Federico quiere ser un nuevo libro.



gracias a todos aquellos que han creído y han sido partícipes de esta aventura literaria. 













jueves, 23 de mayo de 2019

4 tiras cómicas.




Había olvidado subir al blog las viñetas de federico.  Es que ando un poco ocupado;  pero aquí están para todos aquellos que no tienen la posibilidad de tener la revista "güipas" del diario la nación,





viernes, 26 de abril de 2019

Mimético dragón.





El atardecer descolgaba sus últimas horas sobre los muros de la casa uniforme y blanca; la ventana de madera carcomida, con estampillas de dioses decadentes y rollizos se encontraba de par en par.

La princesa, sonriente con la mirada al vacío yacía tras ella.

La brisa  transportaba hasta mí  su aroma, mezcla de perfume modesto y sudor reciente... algo dulce.

Revolotee por aquel caserío unas mil veces, deseoso  lanzar fuego y en mis garras arrebatar el temporal sentido del ser.  Me abstuve por sortilegios  y truenos impresos en los pisos rojos como el ocaso, colocados allí por algún infame brujo enemigo de dragones.

Paciencia, resoplaron los juncos de la quebrada cercana, mientras veía estupefacto la caída de muchos soles, vigilante en los montes áridos y colosales.

Unos días la vi rosada, como antaño vestían las doncellas que sereno devoraba.  Aveces era azul, enjuta en sus atavíos como hormiga en tela de araña.  Por años toleré gustoso el humo de los incensarios y las palabras iracundas e ilógicas de clérigos turbados por fuerzas telúricas.

Mimético, cual camaleón, me deslizaba por mis sueños soleados en potreros y sabanas de pastizales amarillos con guayabos estériles y gigantes.  Rozando mi piel en su hogar, ingenuo en apariencia, mientras, inconsciente afilaba la daga de mi ceremonial sacrificio.

Fue en una de tantas noches, bajo el brazo fuerte del cazador estelar, cuando, tranquilo, deambulando por calles luminosas, acero ardiente sentí en mis costados; La trampa había sido tendida, y yo, majestuoso y humillado, luchaba desesperadamente en su interior.  Los verdugos quebraron mi pétrea piel y con cadenas y grillos, en mallas finas y fuertes como el silencio, fui llevado a mi prisión.  Largas jornadas duró mi transporte, y los hombres sombríos pero satisfechos, arrastrado me llevaron - al colmo de sus fuerzas – a mi destino final.  Allí, inmerso en muros de fuego y rocas lisas y filosas permanecí; atado, mutilado, vilmente despojado de mi poder, mascullando venganzas futuras, sacrílegas.  



Dragón no podía ser más, y como una ilusión fui capaz de morir, soberbio en ríos de calor.

Hace unas noches, ligeramente disuelto en las sombras cual nueva criatura soy, la vi.  En boca de madre ajena, multiplicando su vida... alegre.

Las hojas caen, los árboles inquietos murmuran, los animales de ojos profundos, atentos observan al mago, sentado sobre las ruinas del templo antiguo, su santuario.



“Una sombra ha llegado, extraño ser que recuerda los míticos dragones” comentan las flores entre sí.  Nuevas noticias trae a su señor.  Un fugaz brillo brota de sus ojos; de esperanza, de sabiduría... de divina venganza.



martes, 12 de marzo de 2019

Federico el aventurero...un día perfecto


En los días perfectos las mañanas iniciaban con el saludo del sempiterno compañero, continuaban con el aleteo de las mariposas de verano; las horas emergían de los golpes del balón en la pared  y se aceleraban en los columpios colgados de los arboles de antaño.  las horas de los días perfectos se eternizaban en las historias sin fin con los juguetes de plástico que a la hora de dormir reposaban al borde de la cama, como ángeles guardianes del soñador que nunca habría de desparecer.


domingo, 24 de febrero de 2019