viernes, 30 de agosto de 2019
Navegando en oniria
pongo esto por aquí como excusa por no haber escrito nada en este mes, pero es que he andado algo ocupado...muy ocupado.
como dato curioso, la pintura que se colocó en el póster no se expone, ya esta vendida. Después contaré cómo me fue.
martes, 16 de julio de 2019
en tres meses nos cae un asteroide y usted sentado leyendo bobadas.
Por salud mental he tomado la costumbre de leer solo los
titulares de las noticias y cotejarlos con los memes que brotan como hierba
mala en el Facebook, todo ello me ha servido como efectivo indicador de los temas de interés y prioridad
a nivel nacional y mundial. En mi
querida Colombia lo que pulula es la política y su más grandiosa cualidad
llamada corrupción… ya nos acostumbramos a ella, ya nos familiarizamos, ya la hicimos parte de
nuestros afectos, de modo que más que indignarnos solo nos limitamos a
burlarnos de ella y por ende de nosotros
mismo con un buen meme. En el ámbito
internacional lo mismo de siempre, todo el mundo queriéndose cagar en todo el
mundo y una eterna conspiración a puertas abiertas que promulga para que todos
nos embadurnemos en la misma mierda con suficiente criterio y valentía que nos impida perder los escrúpulos
al hacerlo.
Y en este escenario es cuando empiezo a ver un reiterado
meme que habla sobre el inminente choque de un asteroide con la tierra en
cuestión de semanas.
Dadas las circunstancias uno pensaría que esta sería la
salida más digna para este mundo. Ya que
nos faltaron las pelotas suficientes para acabar este planeta en la primera
década del nuevo milenio, entonces que mi diosito venga de los profundos rincones del universo y nos lance
una piedra que con toda su sacrosanta furia borre de la faz de la tierra a millones de
impíos y libere de este juicio de fuego a los pocos elegidos previamente
salvados gracias a sus oraciones, en
ovnis multicolores pilotados por psicodélicos extraterrestres iluminados.
Pero como se sospechaba,
este nuevo apocalipsis terminó siendo una completa farsa, nuevamente sobreviviremos a otro final
planetario.
He sobrevivido a todos los fines de mundos y raptos proclamados
por los desquiciados evangélicos desde la década del setenta, sobreviví al “rey terror” augurado por Nostradamus
para 1999, sobreviví al colapso del Y2K,
sobreviví al fogonazo galáctico profetizado por los mayas en el
2012, sobreviví al ascenso de las maquinas
previsto en 1997 a cargo de skinet, he
sobrevivido a infinidad de tres días de oscuridad, creo que sobreviví a las
profecías de san Malaquías y su papa negro, también me libré del agujero negro artificial
del 2015 cuando el CERN buscaría quien
sabe que partícula elemental, me salvé de la inversión de los campos magnéticos
de la tierra en el 2016 y con dolor en el alma puedo decir que no veré cohetes
partiendo de la tierra con vaqueros comandados por bruce Willis cabalgando máquinas perforadoras y bombas atómicas,
dispuestos a estallar en rocas espaciales;
por desgracia puedo decir que no seré testigo de la primera vez en la
cual los gringos salven la humanidad.
El meme y por ende la noticia rezan que para el próximo 3 de
octubre es probable que un asteroide de cerca de 340 metros de diámetro y 55
millones de kilos se estrelle con la tierra, por desgracia la noticia es una
verdad a medias, en efecto si existe un
asteroide de este tamaño (2007 ft3) sí pertenece al grupo de asteroides cuya
orbita “cruza” la de la tierra, sí se
acercará a la tierra para la fatídica fecha y por último, sí es posible y muy probable
que en cualquier momento un asteroide o cometa de gran tamaño choque con la
tierra y nos mande a todos al
carajo, todo es cuestión de paciencia.
Pero este en cuestión pasará a una distancia de 420 mil kilómetros (que a escalas
astronómicas es cerca) pero que para efectos apocalípticos solo tendrá una
probabilidad de choque del 0.0000092%,
siendo honestos, es más probable que la luna nos caiga encima, pues ella
está a una distancia promedio de 384 mil kilómetros.
Solo como dato curioso, para el próximo 9 de septiembre otro
asteroide pasará por nuestro vecindario, se trata del 2006 QV89, una piedra de
40 metros de diámetro con suficiente poder en caso de chocar como para arrasar
unos 2000 km cuadrados (algo así como borrar de una sola manotada a Bogotá y pueblitos
vecinos) pero por suerte, este pasará a
una distancia de 7 millones de km de la tierra.
Podemos decir que por ahora nos salvamos (nuevamente) pero
solo es cuestión de que los dioses mejoren un poco la puntería…solo están
practicando.
lunes, 3 de junio de 2019
Federico y los días de colores. la historia.
Cuando terminé “Federico corre bajo la lluvia”, tenía mis
dudas sobre si valía la pena continuar con la historia del niño travieso que
vivía feliz (como deberían vivir todos los niños) en un pueblito cualquiera
rodeado de sus amigos y familiares.
Sabía que muchas ideas habían quedado
en el tintero, el experimento de la
autoedición y auto publicación me había quedado gustando, a pesar de todos los
inconvenientes implícitos en ellos y por primera vez en mi vida, después de
años de buscar alternativas a mi
trabajo, estaba realizando algo que me
apasionaba, que por mucho tiempo y recursos que requiriera parecía no menguar
mis energías.
Una noche cualquiera, luego de quedar la casa en silencio,
me senté frente al computador y empecé la historia… sin una idea clara, simplemente dejándome llevar por el impulso
de escribir. 4 meses después terminé el último párrafo del nuevo libro y me
centré en las ilustraciones, mas coloridas
que las del anterior libro, pero para mi disgusto muy pocas…simplemente sentía
la necesidad de ver el primer ejemplar en mis manos lo antes posible. Como no quise utilizar los medios
litográficos ni editoriales del mercado local,
junto a mi esposa iniciamos de cero: Estudiamos que tipo de papel sería
el mejor, lo compramos, lo
cortamos, lo metimos a la impresora de
la casa, que luego de unas miles de hojas se dio por vencida, para dar paso a
otra impresora en esta ocasión nueva,
que se dio por vencida mucho antes que su antecesora.
Con la caratula, en
un inicio pensamos hacerla en madera, compramos la madera, que luego de una
semana de estar guardada se dobló y agrietó,
por lo cual optamos por el cartón y
tela, sobre la cual dibujamos las figuras y el título y terminamos adornándola
con bisutería… debo confesar que el resultado fue algo muy bonito.
Por vueltas de la vida y gracias a la idea de un amigo que
en ese momento tenía un cargo administrativo en el principal diario de la región, logré sacar un tiraje muy superior al que mis
vetustas maquinas lograrían. A cambio, cada semana entregaría parte de los contenidos
para el suplemento infantil del domingo,
tratando de emular las antiguas revistas de los
monos de “el espectador” o aventuras de “el tiempo”, de paso y aprovechando la oportunidad, experimenté al llevar a Federico al mundo de
la historieta, como siempre conociendo
nuevos trucos, rascándome la cabeza sobre que dibujar, en ocasiones dando
resultados algo mediocres, otras veces dando resultados curiosamente asombrosos.
“Federico y los días de colores” me ha traído más sorpresas
de las que me esperaba, no guarda la
carga sentimental y casi autobiográfica del primer libro, no trae a mi mente el niño que fui, sino el
niño que sueña, en ocasiones pretende ser poesía, en ocasiones me impulsa a
mirar la vida no como algo que pasó sino como algo que tiene que pasar.
Hoy sé que cada uno de los libros que junto a mi esposa
construimos hasta altas horas de la noche, han llegado a las manos de
niños y adultos que han soltado una
sonrisa o simplemente han despertado un viejo recuerdo, Federico ha viajado a la capital y tímido ha
estado al lado de los grandes de las letras,
ha viajado al país del norte, dueño y señor del mundo, ha viajado al Ecuador y de las manos de un amigo ha
llegado a Argentina, sé que cruzará el Atlántico y que como todo sueño se ira construyendo paso a paso, se deconstruirá
y renacerá como nueva historia, al día de hoy, Federico quiere ser un nuevo
libro.
gracias a todos aquellos que han creído y han sido partícipes de esta aventura literaria.
jueves, 23 de mayo de 2019
4 tiras cómicas.
Había olvidado subir al blog las viñetas de federico. Es que ando un poco ocupado; pero aquí están para todos aquellos que no tienen la posibilidad de tener la revista "güipas" del diario la nación,
viernes, 26 de abril de 2019
Mimético dragón.
El atardecer descolgaba sus últimas horas sobre los muros de la casa
uniforme y blanca; la ventana de madera carcomida, con estampillas de dioses
decadentes y rollizos se encontraba de par en par.
La princesa, sonriente con la mirada al vacío yacía tras ella.
La brisa transportaba hasta mí su aroma, mezcla de perfume modesto y sudor reciente... algo dulce.
Revolotee por aquel caserío unas mil veces, deseoso lanzar fuego y en
mis garras arrebatar el temporal sentido del ser. Me abstuve por sortilegios y truenos impresos en los pisos rojos como el
ocaso, colocados allí por algún infame brujo enemigo de dragones.
Paciencia, resoplaron los juncos de la
quebrada cercana, mientras veía estupefacto la caída de muchos soles, vigilante
en los montes áridos y colosales.
Unos días la vi rosada, como antaño vestían las doncellas que sereno
devoraba. Aveces era azul, enjuta en sus
atavíos como hormiga en tela de araña.
Por años toleré gustoso el humo de los incensarios y las palabras
iracundas e ilógicas de clérigos turbados por fuerzas telúricas.
Mimético, cual camaleón, me deslizaba por mis sueños soleados en
potreros y sabanas de pastizales amarillos con guayabos estériles y
gigantes. Rozando mi piel en su hogar,
ingenuo en apariencia, mientras, inconsciente afilaba la daga de mi ceremonial
sacrificio.
Fue en una de tantas noches, bajo el brazo fuerte del cazador estelar,
cuando, tranquilo, deambulando por calles luminosas, acero ardiente sentí en
mis costados; La trampa había sido tendida, y yo, majestuoso y humillado,
luchaba desesperadamente en su interior.
Los verdugos quebraron mi pétrea piel y con cadenas y grillos, en mallas
finas y fuertes como el silencio, fui llevado a mi prisión. Largas jornadas duró mi transporte, y los
hombres sombríos pero satisfechos, arrastrado me llevaron - al colmo de sus
fuerzas – a mi destino final. Allí,
inmerso en muros de fuego y rocas lisas y filosas permanecí; atado, mutilado,
vilmente despojado de mi poder, mascullando venganzas futuras, sacrílegas.
Dragón no podía ser más, y como una ilusión
fui capaz de morir, soberbio en ríos de calor.
Hace unas noches, ligeramente disuelto en las sombras cual nueva
criatura soy, la vi. En boca de madre
ajena, multiplicando su vida... alegre.
Las hojas caen, los árboles inquietos murmuran, los animales de ojos
profundos, atentos observan al mago, sentado sobre las ruinas del templo
antiguo, su santuario.
“Una sombra ha llegado, extraño ser que recuerda los míticos dragones” comentan
las flores entre sí. Nuevas noticias
trae a su señor. Un fugaz brillo brota
de sus ojos; de esperanza, de sabiduría... de divina venganza.
martes, 12 de marzo de 2019
Federico el aventurero...un día perfecto
En los días perfectos las mañanas iniciaban con el saludo del sempiterno compañero, continuaban con el aleteo de las mariposas de verano; las horas emergían de los golpes del balón en la pared y se aceleraban en los columpios colgados de los arboles de antaño. las horas de los días perfectos se eternizaban en las historias sin fin con los juguetes de plástico que a la hora de dormir reposaban al borde de la cama, como ángeles guardianes del soñador que nunca habría de desparecer.
domingo, 24 de febrero de 2019
sábado, 16 de febrero de 2019
Suscribirse a:
Entradas (Atom)