Con la nueva película de Batman vs Superman de un momento a otro todo el mundo habla de dos cosas llamadas Marvel y DC, que según parece se encuentran en franca contienda desde que empezó la moda de los filmes de superhéroes. A muchos les importa un pepino qué o quienes son estas dos señoras, otras personas saben lo que son pero a medias, lo suficiente como para estar atentas a la salida de un viejito de bigote blanco en cualquier momento de la película y otros entran en acaloradas discusiones en pro y contra de cada una de ellas.
¿Qué son Marvel y DC?
¿Por qué son tan importantes en el mundo?
Empezare dando respuesta a la segunda pregunta: a grandes rasgos si cualquiera de las dos sube o baja no tendrá ninguna repercusión en mi vida cotidiana, si Marvel fracasa yo seguiré todos los días yendo al trabajo, si DC llega al éxito igual tendré que hacer fila en el banco para pagar los recibos, si Marvel gana los ladrones de cuello blanco seguirán robando el dinero para la comida de los niños pobres y si DC fracasa el promedio de vida del ciudadano normal no variara mucho. A largo plazo tal vez (y muy probablemente) la influencia de los productos de estas dos señoras influyan en el pensar de generaciones futuras y es posible (si es que hay generaciones futuras) que con base en ellas se tomen decisiones que puedan cambiar el estilo de vida de muchas personas en aquel hipotético mañana…pero eso lo dejaremos para más adelante.
Y ahora la respuesta de la primera pregunta:
Son las dos grandes editoriales de comics de Norteamérica… si, simplemente dos fábricas de superhéroes para el consumo de una sociedad sedienta de contenido barato. Hasta este punto parece que no tiene sentido tanto problema con las disputas comerciales y financieras entre dos de las miles de empresas estadounidenses, pero la cosa puede ser un poco más compleja e interesante. Al mejor estilo del programa periodístico amarillista de las noches de los fines de semana… esta es su historia.
Aunque no parezca el comic guarda íntima relación con el desarrollo cultural del hombre a lo largo de la historia; el grafiti, la caricatura, el dibujo de mofa siempre han representado esa necesidad de rebelión y libertad inherente al ser humano, pero sin irnos muy lejos diremos que el comic como tal nació de una mezcla de influencias tanto narrativas como pictóricas que se dieron a finales del siglo XIX tanto en Europa como en Estados Unidos, aunque hubo una clara simbiosis entre las dos, por razones geográficas y políticas con el pasar de los años siguieron caminos diferentes; el comic europeo evoluciono a su modo, un modo al que personalmente guardo una gran admiración y cariño, unos cuantos kilómetros más allá el comic oriental también daba pasos de gigante, pero por el momento lo que nos importa es el comic americano, este, partiendo de simples viñetas que paso a paso fueron adquiriendo estructura y estilo desembocaron en un medio que de la crítica social pasó al humor y del humor al contenido infantil, su mismo nombre “comic” es un remanente de aquellos tiempos, luego se daría un paso al mal llamado género “pulp” historietas hechas en papel de baja calidad que narraban historias de vaqueros, bandoleros, policías, terror, ciencia ficción y algo de pornografía.
Con la llegada de la década de los veinte llegó la gran depresión, la miseria rondaba por todos lados y el fantasma de la primera guerra mundial aún se conservaba en la mente de muchos, una desesperanza generalizada se diluía por todos lados, y es en este punto, cuando un país se levantaba lentamente de esta depresión, que entraron a jugar estas editoriales, o para ser preciso entró en juego DC, descendiente de una editorial de revistas policiales y de contenido gracioso, "National Allied Publications" se jugó su suerte al plantear un nuevo tipo de personaje, el superhéroe, un elemento que brindara esperanza y fuerza a un pueblo letárgico. En 1938 de la mente y pluma de Jerry Siegel y Joe Shuster nacería el hombre de acero, el primer superhéroe de la historia y sin lugar a dudas el más influyente. en un principio se planteó como villano (1933) pero primaría su esencia heroica, su legado judío era claro, guardaba todas las características que un Moisés mesiánico necesitaba, era la nueva versión del dios judeo cristiano. La primera revista de aquella serie editorial “Actions Comics” enmarcaría el nacimiento de los superhéroes, su éxito fue abrumador, a pesar de no contar aún con las características cuasi divinas que adquiriría con los años, brindó un punto de anclaje para que el ciudadano promedio se identificara y donde se postulará como verdad fundamental el concepto de vida americano. Antes que un superhéroe Superman era el gran patriota. Un año después se consideró necesaria la creación de un personaje que sin serlo directamente fuera la antítesis del hombre de acero; si Superman era la luz, este tenía que ser la oscuridad, si Superman era el dios, este tendría que ser el hombre, si Superman era el ideal, este simplemente tendría que ser el brazo de la justicia, nacería Batman, un héroe que en sus inicios guardaba cierto aire diabólico y brutal.
En sus primeros años estos personajes se limitaban a luchar contra delincuentes comunes, algo local, algo propio de la vecindad de sus lectores, pero llegaría la segunda guerra mundial y aunque aún los Estados Unidos no estaban inmersos en ella, los superhéroes tanto principales como secundarios (Flash, Linterna Verde, Aquaman, Hombre Halcón, Dr. Fate, Atom) ya habían cambiado de enemigo y los alemanes y japoneses se convirtieron es sus objetivos, fue en este escenario que se dio nacimiento a la tercera persona de la trinidad de papel, una princesa de una tierra perdida entraba en escena, versátil y fuerte, hermosa y sensual, extrañamente enmarcada en un curioso fetichismo y porque no, supeditada al machismo (como se supone debería ser) la Mujer Maravilla fue la cuota femenina, la que se encargaría de despertar las mentes dormidas de aquella inmensa masa de mujeres que miraba con antipatía la guerra.
Llegó Pearl Harbor y fue necesario que nuestros héroes entraran de lleno a la guerra, los personajes de los comics se convirtieron en agente propagandísticos del gobierno y abiertamente promotores del apoyo al conflicto bélico, a tal punto que después de los cigarrillos y las cartas de amor, los comics eran la otra cosa que se llevaba a las trincheras, allí sus historias de lucha contra el enemigo fascista y nazi emulaban una realidad alterna, donde los ejércitos del eje caían rendidos ante los poderes de los héroes y los malévolos dictadores sucumbían a su poder, extrañamente el holocausto por su misma barbarie se ignoró y los medios y métodos que utilizaron estos personajes para vencer sus enemigos eran la misma esencia que se trataba destruir, los más grandes nazis y fascistas fueron los mismos superhéroes, una raza superior que imponía su visión a punta de fuerza. Fue en este contexto cuando Marvel empezó a gestarse, como subproducto de otra editorial “Timely Productions” y regida por un cerrado grupo familiar que intercambian libretistas y dibujantes de otras editoriales incluida la DC, fue creando la serie de superhéroes que también lucharían en la guerra (aun antes que los de DC) entre ellos el Capitán América, La antorcha humana y Namor. La gran diferencia entre los dos estilos editoriales es que DC fue la conservadora, la de las ideas simples cuasi infantiles, Marvel se la jugó por historias más profundas y una línea de dibujo más dinámica.
Buscando llegar a todos los rangos de edad, las editoriales consideraron necesario hacer un poco más accesibles sus figuras de poder, identificar a la población juvenil con ellas, motivo por el cual fueron apareciendo en escena los “ayudantes” de los héroes, cada personaje contaría con su correspondiente asistente, casi siempre un adolescente, alguien con quien cada joven se sintiera reflejado, nacieron los chicos maravilla, indudablemente el más famoso seria Robín.
La guerra terminó, y con ella los grandes enemigos de los superhéroes y sin némesis que los respaldaran su gloria se fue opacando. La gente estaba cansada de guerras y exterminios globales y dirigió su mirada a nuevas géneros que colmaran su sed de entretención, el comic giro al terror, a los casos policiales, a los animales antromorfizados (el auge de Disney) y a series de la vida cotidiana, ya era hora de encontrar la paz en la vida cotidiana. Este fue el primer golpe que recibieron los superhéroes y por ende sus fábricas productoras, el segundo y más fuerte provino del mismo estado, aunque parezca gracioso el comic fue puesto en la palestra pública, llevado a debate al mismísimo senado norteamericano, un psiquiatra (Fredric Wertham) escribió el libro “la seducción de los inocentes” en el cual, luego de mostrar un sesgado estudio entre presidiarios y enfermos mentales en el cual relacionaba su conducta antisocial con la influencia que sobre ellos los comics habían ejercido. Curiosamente estos últimos, después de la guerra habían alcanzado cierto grado de libertad expresiva tanto en ilustraciones como en contenido al nacer la necesidad de explorar nuevos campos narrativos. A la trilogía súper poderosa se le acuso fuertemente: Superman era el ideal de una realidad que exaltaba la violencia e inferiorizaba a los niños predisponiéndoles a la delincuencia. Batman y Robín eran clara muestra de un comportamiento homosexual inadmisible, el Capitán América reflejaba una concepción fascista, la mujer maravilla iba en contra del ideal de mujer de hogar además de mostrar una tendencia algo masculinizada (por no decir lesbiana) por su fuerza y agresividad y a la vez dando guiños de innombrables tendencias sexuales reprochables (fetichismo). Se creó el código de censura del comic, cada revista que saliera tenía que pasar por él y tener su visto bueno, de lo contrario presentaría grandes trabas para su publicación y comercialización. Era una versión de la inquisición contemporánea, y más o menos rezaba lo siguiente:
-Los crímenes nunca serán presentados de modo que creen simpatía por el criminal, promuevan desconfianza de las fuerzas de seguridad o inspiren a desear imitar a los criminales.
-Si el crimen es representado, lo será como una actividad sórdida y desagradable.
-Los criminales no serán presentados como glamurosos o que ocupen una posición que cree el deseo de emularlos.
-En cada momento el bien triunfará sobre el mal y los criminales serán castigados por sus acciones.
-Las escenas de excesiva violencia serán prohibidas. Las escenas de tortura brutal, el excesivo e innecesario uso de pistolas y cuchillos, la agonía física y los crímenes sangrientos y truculentos serán eliminados.
-Ninguna revista de cómics usaran la palabra horror o terror en su título.
-Todas las escenas de horror, demasiado sangrientas o repelentes, la depravación, la lujuria, el sadismo y el masoquismo no serán permitidos.
-Todas las ilustraciones repelentes y soeces serán eliminadas.
-La inclusión de historias sobre tratos con el Mal serán usadas o publicadas solo cuando su intención sea ilustrar moralmente y no en caso que el Mal se presente atractivo ni cuando se dañe la sensibilidad del lector.
-Las escenas que traten con, o con instrumentos asociados con muertos vivientes, tortura, vampiros y vampirismo, ghouls, canibalismo y licantropismo están prohibidas.
-La profanación, obscenidad, el lenguaje soez, la vulgaridad o palabras o símbolos que puedan adquirir significados indeseables están prohibidos.
-La desnudez en cualquier forma está prohibida, así como poses indecentes o inapropiadas.
-Las ilustraciones sugerentes o libidinosas o en poses sugerentes son inaceptables.
-Las mujeres serán dibujadas realísticamente sin exageración de ninguna cualidad física.
-Las relaciones sexuales ilícitas no serán retratadas ni insinuadas. Las escenas de amor violento, así como anormalidades sexuales son inaceptables.
-La seducción y la violación nunca serán mostrados o sugeridos.
-La perversión sexual o cualquier inferencia a lo mismo está estrictamente prohibido.
-La desnudez con intenciones prostituidoras y posturas salaces no serán permitidas en la publicidad de ningún producto; Las figuras vestidas nunca serán presentadas de modo alguno que sean ofensivas o contrarias al buen gusto y a la moral.
Ante esto el mercado se vino al suelo, las pequeñas editoriales quebraron y las grandes se vieron sometidas, muchos superhéroes desaparecieron y los que quedaron sufrieron agrias modificaciones, Batman paso de ser una figura oscura a convertirse en una figura paternal, que finalmente desencadenaría en el famoso Batman de Adam West. Superman entró a formar parte del cuerpo policías y se convirtió en el más republicano de los superhéroes. La Mujer Maravilla se tornó recatada, y aparecieron los dúos dinámicos heterosexuales: batichica, superchica, el agente Steve Trevor, que tratarían de borrar cualquier atisbo de homosexualidad en ellos, a tal punto que muchos personajes simple y llanamente se convirtieron en superhéroes con familia. Salvo algunas excepciones como la revista MAD y algunas editoriales de comic underground, el mundo del comic cayó en un somnífero idilio de moralidad. Es en este punto en donde finaliza la edad dorada del comic y se da inicio a la edad de plata.
Pero las cosas no podían quedar ahí, era inconcebible que los grandes señores del pasado, los cuasi dioses terminaran sus días como cualquier asalariado de clase media, DC optó por crear la liga de la justicia de América y dio nacimiento a lo que posteriormente seria el multiverso DC, cada superhéroe se rehízo, se amoldó a las nuevas circunstancias y además fue entrando a mundos algo sosos, ñoños o infantiles, aparecieron las baticosas, las súper mascotas y otras más que parecieran llevar nuevamente el comic a su estado infantil.
En los 60 Marvel se la jugó y muy a su estilo dio nacimiento a nuevos personajes que de forma sutil y subrepticia subvirtieran el código de censura y entraran en la onda de rebeldía de la década, nacieron los X-MEN; los desadaptados, los incomprendidos, los diferentes, llegaría el Hombre Araña, un héroe en el cuerpo de un adolescente que a pesar de toda la carga emocional y hormonal de su edad y porque no de su inmadurez tenía que llevar su rol, y Hulk, la rebelión en su máxima expresión, la furia ante lo establecido, la libertad esencial. Estos personajes catapultarían a Marvel y la pondrían por encima de DC por muchos años, ya que esta en cierta forma, prefería seguir la corriente impuesta.
En los ochentas nuevamente los comics tomarían fuerza gracias a su interacción con las series de tv y su incursión en el cine, como ejemplo DC entraría con las películas del Superman de Reeve, y Hulk arrasaba con la interpretación de Ferrigno. En este punto nuevamente se presentaron cambios sustanciales, Marvel se alejó del código de censura y fue afianzando sus personajes los cuales fueron adquiriendo una solida estructura argumentativa, DC por su lado a pesar de continuar con los lineamientos del código (en el caso del universo DC) abrió nuevas puertas a otros proyectos como seria “The Watchmen” de Alan Moore, y las creaciones de Neil Gaiman, Grant Morrison y Frank Miller, este último rediseñaría magistralmente la figura de Batman, reescribiendo su historia y entregándole nuevamente su esencia oscura.
A diferencia de Marvel que relativamente había llevado una línea de tiempo en la cual sus personajes y sus historia con el pasar de los años y las publicaciones no perdían su esencia y su hilo, DC tenía el problema en que sus personajes, los más antiguos y debido a los avatares de los años, habían tenido que rediseñarse una y otra vez y amoldar sus historias una y otra vez de modo que llego un punto en que seguir la historia de uno de ellos era algo completamente engorroso, una cosa era el Batman o el Superman de los 40, otra muy distinta el de los 50 o el de los 60 y para nada calaban en los de los 80, fue allí donde nació el concepto del multiverso DC, todas aquellas realidades y sus personajes eran reales, solo que se desarrollaban en universos alternos, por tal motivo en un universo Superman podía ser malo, ser ruso y comunista, trabajar con súper perro, ser enemigo de Batman, o salvar metrópolis, y a cada una de estas realidades se le asignó una tierra y un número, el mundo “real” era la tierra uno, y los otros eran las tierras dos, tres, cuatro, hasta la 52 según algunas cuentas, en ocasiones había interacciones entre dichas dimensiones que complicaban más las cosas, por lo que en el año 1985 se crearon “las crisis” (que desde la década del 60 se venían fraguando esencialmente en algunas aventuras de Flash) sucesos que alteraban y destruían dichas dimensiones y a las cuales nuestros superhéroes se veían sometidos, finalmente todo se fundió en un nuevo multiverso y los personajes reescribieron su historia, siendo esta la real, y las demás recuerdos de otras realidades (de ahí es de donde sale lo gay de linterna verde por ejemplo) todo este proceso se vivió a lo largo de las series: “crisis en las tierras infinitas”(1984), “hora Zero” (1994), “crisis infinita” (2005), “52” (2006) y “los nuevos 52” (2011) . De este fenómeno de tierras y dimensiones es de donde se desprenden las distintas versiones de los superhéroes de DC, desde el Superman de los ochentas, al "Superman regresa" y la última versión del "hombre de acero", lo mismo que las cuatro películas de finales de los ochentas y noventas de Batman (correspondientes a una tierra determinada) la trilogía de Nolan (el Batman de otra tierra) y la última entrega de Superman vs Batman (un Batman que según parece entrara en el campo de las crisis).
Por el lado de Marvel, estos al no tener tanto problema dimensional, simplemente se limitaron a expandir su universo a la galaxia y más allá (guardianes de la galaxia) y tomaron gran parte de la mitología nórdica (Thor) buscando crean un enmarañado mundo coherente entre los confines del universo, el panteón celta y la tierra, que gracias a las películas: Hulk, Spiderman, Capitán América, Thor, Ironman, y por ultimo The Avengers, formarían un sólido mundo que a la fecha les genera ingentes ganancias.
Cada una tomó su línea argumentativa, cada una necesariamente enlazó el comic al cine; Marvel siendo un poco más cómica y fácil de digerir (al contrario del comic) y DC apegada a su universo complejo y aun irresoluto, alejándose de la parte divertida y creando personajes conflictivos y más humanos (tal vez ajena a la influencia que Disney le ha dado a Marvel luego de comprarla)
Tal vez DC y Marvel para nosotros solo sean dos empresas que se disputan los ingresos de niños curiosos y adultos nostálgicos, pero sin lugar a dudas vemos que el comic es un fiable espejo de nuestros deseos, miedos y logros como civilización, el comic es la versión contemporánea del ideario religioso, es la proyección moderna de nuestros dioses primitivos, como lo escribí en una entrada pasada, el comic necesariamente se convertirá en el nuevo evangelio de generaciones futuras, la buena nueva, la huella mágica de nuestra cultura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario