Todos
los días en internet aparecen ciertos
bucles de información que vaya uno a saber si maquiavélicamente motivados por
sus creadores, haciendo uso de la más fina ingeniería social o simplemente
producto de la conducta morbosa y
curiosa de la sociedad terminan en algo llamado “tendencia en redes” o
llanamente “virales” a tal punto que tienen su propia sección en los noticieros
como un preámbulo a la sección de farándula.
La mayoría simplemente son
imágenes que despiertan compasión o dolor acompañadas de un “dale amen” y que
son un fiel indicativo de la labilidad emocional de quien lo comparte rozando
peligrosamente en la estupidez, otros son videos graciosos o indignantes, algo así
como los 5 minutos de fama a los que
todos en algún momento tendremos derecho, y otros serán post informativos, que entre más conspiranoicos y más adviertan sobre
la premura en su lectura antes que sean
eliminados por fuerzas del orden, más
rápido atraerán personas a su lugar; la ventaja con estos es que para que se
vuelvan tendencia tienen que ser leídos, lo malo es que casi siempre tienden a
desinformar.
Hace
días veía como muchos de mis contactos compartían un video en el cual un gorila
nos entregaba un “urgente mensaje” que parecía, hablaría sobre algo del
daño ambiental. Lo salté y esquivé un centenar de veces, temiendo entrar a un
enlace de grupos mesiánicos milenaristas de la nueva era, hasta que pudo más la curiosidad y con el
consuelo que solo duraría minuto y medio me aventuré.
Al parecer
es un video de una fundación protectora de animales o algo semejante, donde un gorila haciendo uso de lenguaje de
señas y al mejor estilo narrativo de nativo americano de una película del
lejano oeste, luego de presentarse, darnos un breve repaso de lo que es la
conexión con el espíritu de la tierra y decirnos que nos ama, lanza una exhortación para detener el daño a la madre tierra, la
necesidad de repararla y el poco tiempo con el que contamos.
No
fue tan apocalíptico ni amenazante como me suponía, hasta cierto punto era algo
simplón e infantil, pero hombre, ¡lo estaba dando un gorila lo mas de
carismático! y eso ya era mucho que decir… demasiado… extremadamente
particular.
Era
clara su edición, al mejor estilo de “hola soy German” se hacían cortes y
cambios de cámara, pero lo importante era que quedaba la esencia del mensaje: somos unos cabrones que están acabando la
naturaleza, se nos acaba el tiempo para
detener esto y hasta los animales ya lo
están advirtiendo.
A
todas luces el video era un producto publicitario que utilizando un gorila buscaba darle dramatismo
y realismo al contenido. Pero finalmente
solo era eso, un comercial, que bien pudo utilizar una ardilla, un títere o al
capitán planeta.
Pero
me asombró el hecho de leer algunos de los muchos comentarios en los cuales, quien compartía el video y lo hacía
“tendencia” daba por sentado que en efecto el gorila en cuestión nos daba este
mensaje, como Klaatu en “ultimátum a la
tierra”.
En
este punto me percate de una dicotomía, nos impactaba el video por dos
aspectos, su mensaje y quien daba el mensaje, si el gorila hubiese “dicho”: pájaro
vuelo en piedra roja deliciosa manzana, creo que no hubiese pasado nada. Un gorila nos impactó por su mensaje, y ya,
sobra decir, por un discurso que todos
conocemos y al que nadie es ajeno.
Pero parece que nadie se impactó por el hecho de que un gorila pudo dar
un mensaje. El simple hecho de que un
simio tuviese la capacidad de estructurar una idea y luego poder expresarla a otra especie pasó por alto. Y esto sí que sería relevante, mucho más que
el mensaje en cuestión.
Descubrir
que otra especie animal cuenta con la capacidad de abstracción y expresión de
ideas tal como lo muestra el video implicaría un rotundo cambio en nuestra
concepción sobre el lugar que ocupamos en la tierra. Si un mono “habla” o mejor
aún, se comunica por medio de un lenguaje estructurado con nosotros, implica un
cambio radical en la arquitectura social en la que se fundamenta la humanidad; las religiones tendrían que replantear su discurso salvador,
para ellas los animales solo son “elementos” concedidos por el creador para que
los utilicemos, por su propia naturaleza no pueden ser salvos ya que carecen de
pecado, pero tampoco alcanzaran a comprender la gloria del Señor, están como
relleno de la obra creadora. En el conocimiento del bien y del mal, como reza la
fábula bíblica, radica el pecado, ¿qué papel entonces jugarían estas nuevas
especies? Y ¿hasta qué punto sería moralmente correcto utilizarla para nuestra
beneficio? Los sistemas políticos y de
desarrollo tendrían que ajustarse ante
una nueva realidad. La sociedad (la
mayoría) se fundamenta en el derecho que implica el ser humanos, y lo que nos hace humanos es
esencialmente la inteligencia, pero ¿si otra especie comparte esta inteligencia? y no me refiero con ello a las conductas
presentes en todas las especies como lo
son el amor, la amistad, la alegría, el
miedo, la moral, la risa, el juego, la
responsabilidad, el uso de herramientas y el lenguaje rudimentarios entre otras,
que se expresan en mayor o menor intensidad en todos los animales especialmente
en mamíferos (incluidos nosotros claro está).
Pero una inteligencia como la de este simio, para poder llegar a su discurso necesita adquirir un medio para lograr expresar sus
ideas, unos conocimientos previos para entender la situación de su entorno, la
capacidad de análisis de estos, la proyección de estos y sus consecuencias
inmediatas y tardías, un sentido ético de lo que se está haciendo, una
concepción espiritual de su entorno, de sí mismo y de ha quienes va dirigido su
mensaje y una sintaxis adecuada para
expresarlo, en esencia requería ser humano en todo el sentido de la
palabra. Si este video fuese cierto
nunca más se podría mirar con los mismos ojos a cualquier simio o a cualquier
mamífero, una parrillada no tendría el mismo sabor. Sería acercarnos vertiginosamente a una realidad distópica como la que se expone en la serie “el planeta de los simios” más información aquí.
¿Qué
tan real es el video?
El
gorila en cuestión es una hembra de 45 años llamada koko, vive en california y
es de los gorilas que más ha despertado
el interés del mundo.
Fue
criada desde que era una bebe por una
psicóloga la doctora Francine Patterson, quien
la “adoptó” y cuido a causa de una enfermedad y de paso la utilizó como participe de un proyecto sobre lenguaje de animales junto a otro gorila (ya muerto) Experimento que completa tres décadas (trabajar con estos
animales es una vocación, compromete toda
la vida y en el peor de los escenarios requiere
sacrificarla, como el caso de la
primatologa Dian Fossey asesinada por
cazadores de gorilas en Ruanda en 1985) esta mujer se dio a la tarea de encontrar
la forma para que koko pudiese comunicarse y expresarse tanto
lingüísticamente como sentimentalmente. Durante
estos años aprendió cerca de 1000
señas, de un lenguaje modificado para sordos y reconoce cerca de 2000 palabras
en inglés, mucho más que muchas y muchos quinceañeros que conozco. Koko
desarrolló la capacidad de entablar charlas mezclando distintos gestos, al
parecer tiene conciencia de sí misma y tiene la capacidad de expresar
abiertamente sus sentimientos; desde manerismo maternos, reírse de sus acciones
(la risa que tanto odiaba el antagonista de “el nombre de la rosa” que tan humanos nos hacía y que restaba
divinidad al Señor Jesuscristo)
expresar tristeza, una empatía por los
gatos y sus dotes de artista. Según las
malas lenguas su CI variaba entre 70 y 90, nada lejos del humano promedio,
aunque creo que solo son argucias mediáticas, sobre el animal ha caído una
montaña de sensiblería barata. Está aun en debate si las acciones referentes
al uso del lenguaje, (pues las otras no nos diferencian de los simios, nos hacen iguales) solo corresponde a mecanismos de
respuestas condicionada intensificadas
por la “humanización” de la conducta del observador, según esto, koko sabe que determinado gesto implica una
acción, y en el mejor de los casos una recompensa, y con base en ello puede
armar palabras para satisfacer a su interlocutor. Otros afirman que utiliza los gestos como un
lenguaje verdadero, creando asociación de estos para expresar ideas. Pensaría que es parte y parte, es un gran
simio, lo cual le da un sustrato suficiente para desarrollar retos
intelectuales básicos, pero también es un simio, y esto le limita ampliamente
para desarrollar discursos estructurados.
Veamos por qué.
El
primer y mayor obstáculo para que koko hable, es que anatómicamente carece del órgano para
hacerlo, un simio es incapaz de hablar
(que no implica que no se pueda comunicar) por el diseño de su aparato fonador. No está dentro de su manual de instrucciones
el habla, y eso es una gran limitante.
El
pensamiento avanzado requiere del lenguaje para desarrollarse, ya que este
permite crear símbolos, sobre esos podemos abstraernos, relacionar conceptos y
generar ideas. Es un paso necesario,
muchos pondrán el caso de los sordomudos, pero sobra decir que ellos solo carecen
de un instrumento, la base neuronal ya está
formada por lo cual cualquier medio alterno, como las señas o gestos, suplirán
a este; los simios carecen de este
elemento por lo cual la abstracción y generación de símbolos complejos es difícil.
Por otro lado está el cerebro, el cerebro humano oscila entre los 1300
y 1500 gm, el de los simios entre 300 y 500 gm. El excedente de los humanos se enfatiza en la corteza, y esta tiene una respetable parte destinada a
la función del habla (área de Broca y Wernicke)
y actividad motora manual (el famoso homúnculo sensorial),
parece que esto fue
dado por el gen HAR1f detectado en las semanas séptima y novena de la
gestación, en la parte del cerebro embrionario que da lugar a la corteza
cerebral. Es un gen que a grandes rasgos
nos hace humanos, un gen presente en todos los seres vivos, que presenta una ínfima
variabilidad entre muchos animales a pesar de los millones de años de
separación evolutiva. Hubo sólo dos
diferencias entre las secuencias de 118 bases de la región HAR1 en el pollo y
en el chimpancé; entre el hombre y el
chimpancé se encontraron 18 diferencias a pesar del corto tiempo de separación evolutiva ( de uno
6 millones de años), por otro lado, a
diferencia de muchos animales que nacen con su cerebro relativamente maduro, razón por la cual son más independientes y
fuertes al nacer, por razones evolutivas el hombre necesito nacer antes de
tiempo, de lo contrario no cabría por el canal vaginal, de este modo un cerebro
inmaduro quedó expuesto a sensaciones y estímulos
externos mayores, que a la vez crearon una mayor complejidad neuronal.
Koko
no dio el mensaje ecologista, ese sería el mayor descubrimiento científico
de los últimos siglos, solo fue una serie de tomas de la gorila expresando deseos, luego se pegaron, se editaron, se escribió el guion y se lanzó
al internet, un bonito y creativo
mensaje, solo eso.
Por
otro lado, como me gustaría que koko se sentara a mi lado y me recriminara todo
esto que he escrito. Pero no creo que
pase, tal vez en un futuro muy lejano un Cesar se levante y proclame los derechos de los de su especie, pero esto también es antropomorfizar mis
sueños. La inteligencia es algo innato
del ser humano, un accidente evolutivo, tal vez koko no se refería a la tierra,
se refería a esta última, queda muy poco
tiempo de inteligencia.
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