La
ufología es de esas cosas ridículas que
de una u otra forma cada quien gusta
llevar en su vida. Sobre este tema tanto se ha escrito y hay tanto que decir,
que tratar de abarcarlo todo en una simple entrada, aparte de imposible,
es un irrespeto a esa parte irracional
que llevamos dentro. Por ello no pienso
entrar en detalles, ni en análisis, ni polémicas, simplemente tomare un pequeño
capitulo y lo traeré a colación.
Un
día cualquiera leí en un sitio cualquiera que en las grandes ciudades muchas personas
nunca habían visto la luna, mucho menos las estrellas; estaban tan sumergidas
en sus vidas, inmersas en el agite diario, atrapadas por los grandes edificios
y la niebla de los carros, que levantar la vista en la noche no era más que un
sin sentido, es más, aun en estas tropicales y ecuatoriales
tierras, muchos ven en aquellas titilantes luces solo un adorno nocturno, algo
irrelevante, algo ajeno a sus vidas,
algo sin importancia.
¿Cómo
será la vida sin echar de vez en cuando una ojeada al firmamento? Tal vez
igual, tal vez no varíe mucho, pero personalmente me resultaría asfixiante no
hacerlo, simplemente abrumador. Y
partiendo de allí, de todos aquellos que gustamos ver estrellas, planetas, cometas y más, aunque
poco sepamos que son, donde quedan, para donde van y ocasionalmente tratemos
infructuosamente identificarlos y en el peor de los casos, fanfarronear con
alguien sobre aquello que no sabemos,
para todos nosotros, en determinada época del año, es usual que algo de reojo
nos llame la atención, y este algo es posiblemente una de las cosas más
hermosas en un cielo nocturno oscuro y despejado; el cumulo estelar de las Pléyades, una mancha
luminosa en la bóveda celeste, que si bien la miramos está compuesta por cinco,
siete o nueve estrellas (Taygeta, Pleione, Merope, Maia, Electra, Celaeno,
Atlas, Alcyone) todo dependiendo de nuestra visión, colgada en un vecindario
llamativo, con la cabeza de Tauro en uno de sus lados con sus características
Híades y su estrella mayor Aldebarán, Orión el cazador formado por la roja
Betelgeuse, la azul bellatrix, la indiscreta Rigel y la tímida Saiph, su
cinturón característico, mejor llamado las tres marías (Alnitak, Alnilam y
Mintaka)y colgando de él su espada mágica con su borrosa empuñadura, la
nebulosa de Orión, un poco más lejos la deslumbrante Sirio y la Vía Láctea.
¿Y
a qué viene todo esto? Simple, de este cumulo estelar, de las Pléyades vienen
nuestras protagonistas.
Acostumbrados
estamos a ver las representaciones de los extraterrestres como seres
dismorficos, temibles, y hablando llanamente feos. Pero hubo una época, en los inicios de las
ideas de los seres visitantes del espacio, donde necesariamente no tenían que
ser así. El mundo de la ufología, como toda corriente literaria e imaginera ha
permitido dar chance para que en ella se dé cabida a cuanta forma de vida
extraterrestre consideremos justa. Por
desgracia y dadas nuestras limitaciones son pocas y muy restringidas las
variedades que se dan. Según algunos
estudiosos del tema, razas extraterrestres, solamente en nuestra galaxia rozan
los miles, como bien lo atestiguan películas como Star Trek o Star Wars, y de
esas miles de razas se cree que están o han estado en contacto con los humanos
terrícolas de 20 a 100 razas (esto depende del erudito que se consulte) y entre
estas están los pleyadianos, y esta es su historia.
En
la década de los cincuenta un joven suizo llamado Eduard Albert Meier,
trotamundos de profesión, ladrón de poca monta y estafador, afirmaba a su
círculo de conocidos que había entablado
contacto con seres de las estrellas, para justificar su historia tenía en su
poder una serie de fotografías que recreaban todos sus fabulosos viajes, durante toda la década del cincuenta y
mediados de los sesenta su historia no tuvo mayor relevancia, este tiempo lo
dedico a recorrer el mundo, iniciando en su natal Europa, pasando por África y
finalizando en Asia, principalmente en la India, donde se adentró en el mundo
del budismo, la meditación, los yoguis y quien sabe qué cosas más.
De
regreso a Suiza y gracias a
investigadores ufólogos y periodistas amarillistas fue adquiriendo renombre en
el mundo “fuera de este mundo” sus historia empezaban a calar en distintos
tabloides y diarios, y algunas de sus narraciones ya aparecían en libros
dedicados al tema. Gracias a la pensión
que había adquirido producto de la perdida de uno de sus brazos en una de sus
correrías por Turquía, se estableció con su esposa Kalliope Zafrireou mejor conocida como
“popi” y sus tres hijos: Nina, Atlantis
y Bashenko en una granja apacible en los
Alpes.
Es
aquí donde inicia todo. Aunque tenía una
pequeña fama como contactado, en la década de los setenta exploto un boom
mediático a su alrededor, todo esto gracias a las increíbles evidencias que
respaldaban sus historias, durante años seres de las pléyades habían estado
entablando contacto con él, le habían permitido entrar a sus naves, le habían
enseñado secretos, le habían llevado al espacio, al límite del universo
conocido, y para rematar también lo habían llevado al pasado, y todo esto estaba ricamente documentado con
fotografías, videos y esporádicamente algún artefacto extraterrestre. En sus fotos se podían ver nítidas naves
alienígenas posando frente a él, relucientes platillos voladores aterrizando
frente a su casa, flotillas de artefactos sobrevolando montañas, videos de
naves danzando alrededor de árboles cerca a su casa o sobre su cabeza,
emitiendo extraños y sobrecogedores sonidos, también tenía fotos de sus viajes
estelares, imágenes de Marte, Venus y Júpiter, rodeados de naves nodrizas y
estaciones terrícolas, fotos de
estaciones rusas en órbita, una imagen del límite de nuestro universo y su
portal al nuevo universo de dónde venían estos seres, y para completar y no quedaran dudas, imágenes
de dinosaurios que él había fotografiado en sus viajes al pasado. Y entre todas
esta evidencia sin par había algo que sobresalía sobre todo y sobre lo que se
edificaría su fama. Estos seres
estelares, tímidos y reservados evitaban al máximo ser fotografiados, como
mucho dejaban ver un brazo sosteniendo un arma laser que disparaba un rayo a un
árbol, pero un día cualquiera, de uno de aquellos platillos tres de sus
tripulantes permitieron posar ante su cámara, y este hombre afortunado, nos
entregó el mejor regalo del mundo.
Aquí
hago un paréntesis. Era un adolescente,
embebido en historias de ciencia ficción y cine fantástico, ya llevaba sobre
mis hombros el último libro de Star Wars y las historias de Barsoom de Edgar
Rice, Von Daniken me mostraba un mundo visitado por guerreros y princesas
galácticas culturizadoras en un lejano pasado, y yo me preguntaba, si en algún
momento uno de aquellos seres se posaría ante mí, aun guardaba reservas sobre
su apariencia, exceptuando los informes
de Daniken, sabía que todo lo demás era solo ciencia ficción, (aunque el final de la historia de John
Carter sembró en mí una inocente duda).
Pero un día, en un programa de la tele, en época de vacaciones, uno de
nuestros héroes nacionales, Roberto Tovar Gaitán y su programa historias
secretas, mostró la historia de nuestro
personaje Meier, y en uno de los muchos tópicos apareció la imagen que este
había tomado aquel día en esa nave, la foto de sus tres tripulantes, portadoras
de altruistas, profundos y preocupantes
mensajes. Allí están esas tres hermosas
mujeres de las estrellas, tan hermosas como la princesa Leia Organa, tan sexys
como la princesa Dejah Thoris de Barsoom, tan sabias como las diosas que
descendían de los cielos en los libros de Daniken; Allí estaban Asket, Nera y Semjatse. Dos de ellas rubias hasta los tuétanos, una
pelinegra, con sus cortes de cabello setenteros, sus lóbulos de la orejas
grandes (en eso se diferenciaban de nosotros) sus pómulos altos, sus narices
finas, sus labios sensuales en esas bocas gráciles y pequeñas, su cuerpo alto y pálido perfectamente
armónico.
El
primer contacto concreto que Meier tuvo con esta raza del espacio por medios telepáticos (ya que desde niño e
incluso desde una vida pasada había estado en contacto con ellos) fue en 1942 cuando de una esfera luminosa, Stafh uno de los comandantes estelares,
entabló comunicación mental hasta 1953; cuando este murió de viejo tal vez
rozando el milenio de años, fue relevado
por la bella Asket la cual lo encausó hacia su viaje iniciático oriental y
quien finalmente le permitiría fotografiar sus naves, posteriormente en 1975
entabló contacto con Semjatse, y fue ella quien permitió que ese humilde
servidor ingresase a su nave y fuese participe de todo su conocimiento y
sabiduría. Aquella intergaláctica
relación perduro hasta 1995 cuando Ptaah
gran señor pleyadiano recogió
todos los corotos que tenía en nuestro planeta y partió para su mundo Erra, en
el sistema Taygeta, para nunca más volver. Este había sido el fin de una
relación de cuatro siglos con la tierra. Cabe anotar que Stafh fue el padre de
Ptaah y este es el padre de Semjatse y tío de Asket.
¿Y
quiénes eran los pleyadianos?
Son
una de las distintas razas extraterrestres que habitan en este cumulo estelar,
son de apariencia humanoide, catalogados usualmente entre el grupo de los
nórdicos, seres con estatura que varía entre 1.70 mts y 2.50 mts, rubios, blancos, en
algunos casos de piel carmín, ojos azules o verdes. Son esencialmente pacíficos
y mucho más evolucionados en el ámbito espiritual.
Los
de esta historia en cuestión pertenecen al planeta Erra, (otros viven en el planeta
Taro de Alcyone) que se encuentra en el sistemas planetario de la estrella
Taygela. Nos llevan aproximadamente 3000
años en desarrollo tecnológico y son nuestros tutores espaciales. Su civilización proviene de otro sistema
estelar lejano de las pléyades, pues estas siendo estrellas jóvenes aun no permitían que por
medios naturales una civilización tan altamente desarrollada naciera en unos de
sus planetas. Estos maestros
espirituales provenían del sistema de Lyra, de donde es originaria la forma de
vida humana estándar; la aria, formado por cerca de 14 planetas, algunos de
ellos destruidos por guerras interplanetarias, otros destruidos por la
explosión de la estrella que formo la nebulosa del anillo, (el ojo de
dios). De allí partieron grupos
colonizadores a diferentes estrellas y uno de estos grupos se asentó en las Pléyades,
en Taygeta, hace aproximadamente 230000
años, Según algunas versiones algunos de estos grupos exploradores pasaron
primero por la tierra dieron origen a nuestra raza y siguieron su camino al
cumulo estelar, de modo que en cierta forma somos “primos”. Ocasionalmente envían grupos de observación,
ven como estamos y se van, y en esto van
como 79000 años, aunque en alguna época de un remoto, muy remoto pasado, la
raza humana fue aniquilada por algún grupo de estos seres. De ahí que parte de la agresividad que nos
caracteriza derive de ellos, raza que a pesar de ser pacifica, se encuentra
frecuentemente inmersa en guerras estelares, principalmente con civilizaciones
del sistema de Orión, situación que se encuentra en una tensa calma gracias a
algo semejante a la ONU espacial llamada concejo andromedano. Los pleyadianos a la vez están asesorados por
seres de un universo alterno, el universo DAL, cuya civilización es 300 años superior a la de ellos.
Sobre
su estilo de vida, usualmente llegan a los mil años, permanecen en la escuela hasta
los 70 años donde aprenden aproximadamente 12 profesiones, se casan después de
los 100 años, eso si luego de pasar unas serie de estrictas pruebas. Viven en un planeta algo menor que la Tierra,
donde su número no supera los 400000 ya que gracias a su desarrollo, han
entendido que eso de superar los miles de millones no es muy bueno para nadie.
Son asistidos por complejos robots y su hogar es lo más semejante al universo
que nos pintan los diversos grupos evangélicos propagandísticos, un mundo de armonía
y belleza donde estos seres guardan celosamente los distintos tipos de vida que
han existido en este mundo y en otros de características similares, algo así
como un gran museo galáctico.
Nuestras
tres bellas tripulantes, dos eran de Erra: Asket sobrina de Ptaah señor de los
pleyadianos y Semjatse hija de este (con cerca de 300 años y hasta donde supe
solterita) Nera no era de Erra, proviene del universo DAL, un universo alterno
al nuestro cuyas civilizaciones contactaron con la pleyadiana hace muchos años
y desde entonces han entablado un nutrido intercambio sociocultural.
Durante
todos los años de contacto, Semjatse le entrego a Billy una serie de
mensajes en donde explicaba quiénes eran
ellos, la historia de la humanidad
(entendiendo esta como la de todos los seres de aspecto humanoide en la
galaxia) el mecanismo por el cual viajaban por el espacio y cómo funcionaban
sus naves (captando fotones y utilizando los taquiones para ingresar al inter o
hiperespacio), dio la explicación sobre quien era Dios, el sentido de la
creación y nuestro papel en el universo, aparte de lanzar serias advertencias
sobre nuestra supervivencia como especie si continuábamos en la corriente
consumista y belicista de los últimos años, pues ellos solo rescatarían unos
pocos ya que no les estaba permitido interferir directamente en las acciones de
los seres vivos de cada planeta.
¿Y
en que terminó la historia?
Billy
Meier continua viviendo en su granja de
todo aquello que le habían dejado sus amigos estelares (me parecía que había
muerto pero por lo visto aún sigue como si nada)
Después
de múltiples estudios a sus fotos y videos, se demostró que todas eran
montajes, algunos bastante burdos con maquetas colgando de hilos, tapas de
canecas y platos pegados unos con otros, lo curioso fue que su propia esposa,
(ex esposa) fue una de las que se encargó de desenmascararlo al entregar
algunos de los negativos y maquetas que nuestro venerable anciano utilizaba
para sus puestas en escenas. Asket, Nera y Semjatse, pasaron de ser
comandantes estelares a bailarinas de un viejo programa de tv de un especial
navideño, me imagino que en algún momento, Billy sentado en su casa pensando
donde encontrar el modelo para sus mensajeros celestiales, vio aquel programa
en su tv y rápidamente saco su cámara, enfoco la pantalla y disparo el flash
para que Michelle Della Fave, Susan Lund
y Wanda Bailey, quedaran enmarcadas para la posteridad como las damas de
las estrellas. Las fotos de los
dinosaurios, ciudades del futuro y límites universales, se sacaron con la misma técnica, se
fotografiaron cuadros de los famosos ilustradores Burian y Knight y pim pam pum ya tenía mis
prehistóricos amigos desenfocados listos para la venta.
Curiosamente
a pesar de la evidencia en su contra, lo incongruente de algunas de sus
aseveraciones, la poca correlación con los nuevos hallazgos científicos y lo
infantil de algunas de sus fotos y videos; muchos (miles) creyeron sus
historias, unieron sus relatos con
distintas corrientes de pensamiento esotérico y de new age, complementaron su
historia con las de otros contactados y finalmente crearon una historia
congruente, una mentira luego de ser contada mil veces , se convirtió en
verdad.
Cuando
le preguntaron sobre los fraudes de sus fotos todo eso se lo achaco a los
hombres de negro, cuando le preguntaron sobre las tres bailarinas dijo que eran
ellas las que se parecían a las extraterrestres, si le preguntaban el porqué de
lo borrosas de sus imágenes, era producto de la radiación de las naves y a
defectos ópticos causados por las alteraciones espacio temporales, cuando le
dijeron que era imposible que una civilización creciera en el cumulo de las
Pléyades el dio la historia de los lyranos, y para que no quedaran dudas ubico
a Erra y los otros sistemas planetarios en el universo alterno DAL, están en
las Pléyades pero no están, finalmente
toda su historia se fue convirtiendo en un culto cuasi religioso, los
extraterrestres se convirtieron en hermanos mayores, hermanos de luz, algo
semejante a ángeles, a tal punto que es usual ver sus “fotos” de hombres rubios
embutidos en trajes azules pegados al cuerpo, con un aura sobre su cabeza y una
mano saludándonos, en cuanto consultorio esotérico, y sala familiar de
tendencias nueva era se encuentre por ahí.
La confederación galáctica evidenció su influencia sobre nuestro
particular y especial planeta y actualmente nos vigila y apoya desde bases
ubicadas en Ganimedes una de las lunas de Jupiter, naves nodrizas
deambulantes, bases submarinas y
portales interdimencionales, Ptaah no sé si aún está al mando, creo que fue
relevado por Ashtar, que junto a Jesús
de Nazaret comandan una flotilla pleyadiana en algún lugar de nuestro sistema.
Es
una lástima tanta parafernalia milenarista y mágica creada sobre estos seres,
los prefería como en un principio, surcando los cielos en platillos volantes y
oscilantes, aterrizando en bosques y llevando parroquianos despistados a sus
naves para mostrarles su desarrollada tecnología, con comandantes hermosas y austeras, en videos
y fotos rocambolescos, a la espera de partir a las estrellas siempre titilantes
en una noche de verano entre el cantar de las aves nocturnas, el sonido de los
grillos y el viento moviendo las ramas de los árboles.
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