Pensaba sentarme
escribir sobre las mentiras de la
virgen de Guadalupe, pero como vi que la cosa se iba complicando preferí cortar de tajo y pasar a un tema menos
engorroso pero si tal vez más
importante.
¿Cuál es el tamaño estándar del pene y la vagina?
Gracias al meme del negro del whatsapp enmascarado en
tamales y gatitos, uno se pregunta hasta
qué punto ese pobre hombre (en caso de existir) podría llevar una vida
medianamente decente, si con ese tamaño
viril que fácilmente sobrepasaría los 40 cm,
cualquier erección o relación sexual
fácilmente requeriría un notable porcentaje
de la volemia y un ingente consumo calórico
con una muy posible hipotensión o hipoglicemia; para desgracia de algunas señoras de
apetitos patológicos, el negro del whatsapp probablemente sería un mal polvo.
Pero saliéndonos de
lo extraordinario, para el resto de
mortales ¿cuál es el promedio de longitud del pene? Según algunos estudios la medida está entre
los 13 y 14 cm en estado de erección, y 8 a 9 en estado de flacidez (estado que
no es que tenga mayor importancia), se considera que un micro pene es el que va
por debajo de los 7 cm (imposibilitando una adecuada copula)
y de 18.5 para arriba
entran dentro del grupo de la orden del monje Rasputín o como candidatos
para actores porno europeos o americanos.
Otros estudios añaden que los penes más largos, con un
promedio de 18 cm se encuentran en la región del Congo en África, siguiéndoles
nuestros hermanos ecuatorianos con 17,7 cm,
los hombres de Ghana con 17,2 y luego los colombianos con un modesto 17 cm (lo
que nos clasificaría como primeros princesos). Los más pequeños, sin entrar en lo vergonzoso,
se le adjudicarían a los coreanos con
una media de 9,5 cm, seguidos por los chinos y los tailandeses con 10 cm cada
uno.
El resto de los hombres del mundo caen en la medida estándar
que es simplemente la que la naturaleza necesita para cumplir su misión, cabe aclarar que se tiene que desmentir la
relación de tamaño entre longitud del pie y el pene y que los productos
ofrecidos para alargar la verga que pululan en revistas de dudosa seriedad y
consultorios de chamanes son tan ciertos como los milagros que salen en los canales
evangélicos a la media noche. La cirugía de alargamiento de pene como tal no
lo hace más largo sino que lo separa un poco del cuerpo al cortarse el ligamento suspensorio que ancla este al
hueso del pubis, de modo que podría dar
una sensación de “mayor tamaño” aproximadamente unos 2,5 cm, pero a efectos prácticos
el miembro será el mismo de siempre (solo que con mayor autoestima).
Por último y aunque el pene no tiene un hueso se puede fracturar (se fracturan los músculos
cavernosos ingurgitados de sangre) y si la erección se pasa de las 4 horas,
deja de ser algo placentero a convertirse en algo molesto y desagradable
llamado priapismo, que en caso de no tratarse en las 12 primeras horas puede
traer graves problemas para el miembro, en el peor de los casos la amputación
del mismo.
Por el lado de la mujer las cosas son aún más curiosas; no sé cómo será en otros países, pero por
estos lares he notado que existe una gran ignorancia de las féminas en cuanto a
la anatomía de su mayor tesoro (como ellas inocentemente lo llaman en sus
épocas juveniles) empezando por la generalización del termino vagina para
denominar los órganos sexuales externos de la mujer, cuando siendo precisos, esa hermosa prominencia ubicada unos centímetros abajo del ombligo, coronada por
un mullido monte de venus que según la moda del momento será exuberante cual
cabellera de cantante de soul de los 70s o lampiño como la piel de un bebe,
delimitada por dos sensuales y paradisiacos
pliegues cutáneos llamados labios mayores que en su interior cobijan a unos aún
más preciosos labios menores (labios y más
labios, como una advocación de un sacro beso) confluyendo en un capuchón cual
flor de orquídea o imagen genérica de la virgen María,
todo este conjunto de labios, flores y
santas terminará denominándose vulva,
hermosa palabra que en su misma forma encierra cierto erotismo al hacer
uso de una vocal cerrada y gutural entre consonantes labidentales con la forma
estilizada de la misma estructura que representan, y que cual guardiana lisonjera guarda entre si al
jardín de las delicias mil veces nombrado en los libros sagrados, la vagina.
Pero no, ahora todo lo que queda en la zona V (como dicen
los comerciales de las toallas higiénicas) es denominado a palo seco
“vagina”.
Y lo peor de todo es que indiferente de la clase social y
del nivel educativo, y gracias al pudor
propio que nuestras mujeres llevan a espaldas desde décadas, aparte de creer que vulva es lo mismo que
vagina, y que la vagina es solo ese conducto por donde entra el pene, salen los
niños y si no salen niños porque no han entrado penes, salen los detritus
mensuales del castigo de ser mujer y de ñapa la orina nuestra de todos los días. Muchas mujeres creen que esa belleza
anatómica es una sola cloaca por donde se orina, se menstrua y se pare también….
Pero regresando a la pregunta del título ¿Cuánto mide una
vagina?
Esta tiende a ser más homogénea en tamaño que su contraparte masculina
(diferente claro está de la variopinta y coqueta vulva) en promedio una vagina está entre los 10 y 12 cm de longitud. No requiere de más, con
esto basta y sobra para recibir a los 13, 5 cm estándar del hombre
Pero ¿y si llega la regla de la excepción?
No hay problema,
histológica y anatómicamente no hay tejido más complaciente y agradecido
que el de la vagina.
Recordemos que la vagina nace en el orificio que se abre en
el centro de los multilabios vulvares,
un orificio en épocas primigenias protegido por una membrana elástica
perforada llamada himen, un miserable pedacito de tejido que ha incitado odios, guerras, pasiones y
delirios, y del cual luego de la prueba
de amor solo quedan pequeños restos llamados carúnculas himeneales, fácilmente visibles, palpables y
degustables. Tras ellas la vagina tiene
su primera porción, la más estrecha,
formada por pequeñas rugosidades de las paredes (la llamada mucosa
vaginal) y rodeada por músculos que le
dan la capacidad de apretar o soltar según la necesidad y en la cual reposa el
enigmático punto G de la mujer, el nirvana místico resumido en pequeños
repliegues mucosos en la parte superior del conducto. Luego la vagina continua con sus paredes un poco más holgadas para permitir el paso cómodo
del señor falo, en el fondo de aquellos
10 cm se topara nuestro cabezón amigo
con una estructura semejante a la punta de la nariz, con su misma forma y
consistencia, el cuello uterino, ese en
el cual se desarrolla el cáncer generado por el virus del papiloma que mata
mujeres a granel y que se previene con una vacuna y una citología, ese mismo cuello que hace gemir de dolor y
placer cuando es alcanzado por la cabeza del pene (o los dedos de la mano…o del
pie…o lo que sea que llegue allá) y que la naturaleza en su sabiduría infinita,
para evitar problemas de confusión entre dolor y placer simplemente hace que la
vagina se prolongue alrededor del cuello y forme sacos mucho más profundos que
los anatomistas llaman fornix vaginales, el anterior en el cual se aloja el
multiorgasmico punta A. los dos laterales y el fornix posterior con su casi
inalcanzable punto de placer sobrenatural, el punto K. este último sería el
encargado de recibir los 15, 16, 18 y hasta más centímetros, pues según algunos
estudios, puede alcanzar los 22 cm de
longitud (recuerden que dije que la vagina era complaciente) aunque hay que
aclarar que la profundidad vaginal está relacionada con la configuración de la
pelvis y el grado de excitación de la mujer y es por eso que allí caben los artículos prohibidos
que entran a las cárceles y aeropuertos y todos los sueños y delirios de
millones de hombres (y mujeres).
13,5 cm y 11 cm, eso es lo que miden el pene y la
vagina, adiós negro del whatsapp, adiós temores de novicias curiosas.