latecleadera

lunes, 16 de julio de 2018

Breve elogio a la muerte.






La muerte como único fin,  la muerte silenciosa y pasajera
La muerte que rasguña las cabezas,  
que espera escondida entre las entrañas.
La muerte lisonjera y pendenciera
La muerte que invocan los valientes suicidas
Porque nadie conoce los demonios que cada quien estuvo condenado a llevar
Hay muertes de esperanza
Muertes que no son muerte sino  una eterna progresión  de senderos sin sentido
Hay muertes que prometen lo improbable
Paraísos ajenos a su esencia
Muertes que invocan al vacío
Todos temen, todos la evitan, todos la conjuran en homilías insulsas
Todos inevitablemente se postran ante su presencia

 Látigo de Osiris


Sangrante corazón de Jesucristo


Sonrisa macabra de Mictlantecuhtli


Collar de Kali


Una sutil  manera de representar la nada.
Una sutil forma de entender el anhelado reposo.


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