mujer anónima #4 - fredy polo |
Esa mujer hasta hace poco niña, sutilmente fue llamando mi atención; primero la vi diluida entre mis sombras existenciales, con una mirada boba perdida tras unos lentes de marcos gigantes algo inusuales para alguien de su edad, pensé que con ellos buscaba aparentar muchos años más, luego, con los días la volví a ver, en esta ocasión tal vez en el preludio de su ovulación, con las mejillas rosadas, la mirada vivaz y los labios seductores, pero por sobre todo, con unos presumibles pechos blancos de areolas rosadas y suaves tratando escapar por algún resquicio de su blusa. Nuevos días pasaron hasta llegar al hoy, allí estaba ella, con su expresión boba, sus hipotéticas tetas perfectas y las gafas inmensas, pero hoy, justamente hoy, descubrí algo nuevo, fue necesario que noches adimensionales previas a la apoteosis mi cerebro se viera embriagado por el percutir rítmico de un bombo, los sonidos sintéticos cuasi celestiales y un estribillo que decía:
“me cuesta madrugar,
desde que era niño,
la noche me va mejor,
cual bestia nocturna,
resucitar,
el corazón,
entre las ruinas
y comulgar
con el mismo destino”
De una canción del último álbum de zoe. Ya con mi mente predispuesta la vi cuando en su silla giró la cabeza con
suavidad y dejó caer su cabello rubio
sobre el cuaderno en el cual escribía, un segundo movimiento de cabeza y
descubrió su rostro somnoliento adornado por unos flecos rectos que descansaban
sobre su frente, y fue ahí, en ese
momento, cuando comprendí por qué mis
ojos se posaban sobre ella.
Ella era Pippilotta
Viktualia Rullgardina Krusmynta Efraimsdotter Långstrump… Pippa mediaslargas,
la niña aventurera que recorría los bosques en compañía de un mono titi y un caballo blanco; que burlaba malhechores y dormía
en acogedoras y rusticas casas al borde del camino, sobre paja seca y cajas con
cachivaches, ella era Pippa la pelirroja ya no tan roja que antaño con dos
moñas inmensas viajaba por el mundo sin
la necesidad de echar raíces. Hoy vi un
personaje de un cuento infantil encerrado tras unos enormes lentes.