latecleadera

martes, 24 de febrero de 2015

Cronicas Ufologicas: Sexys mensajeras espaciales



La ufología es  de esas cosas ridículas que de una u otra forma cada quien  gusta llevar en su vida. Sobre este tema tanto se ha escrito y hay tanto que decir, que tratar de abarcarlo todo en una simple entrada, aparte de imposible, es  un irrespeto a esa parte irracional que llevamos dentro.  Por ello no pienso entrar en detalles,  ni en análisis,  ni polémicas, simplemente tomare un pequeño capitulo y lo traeré a colación.

Un día cualquiera leí en un sitio cualquiera que en las grandes ciudades muchas personas nunca habían visto la luna, mucho menos las estrellas; estaban tan sumergidas en sus vidas, inmersas en el agite diario, atrapadas por los grandes edificios y la niebla de los carros, que levantar la vista en la noche no era más que un sin sentido,  es más,  aun en estas tropicales y ecuatoriales tierras, muchos ven en aquellas titilantes luces solo un adorno nocturno, algo irrelevante, algo ajeno a sus  vidas, algo sin importancia.

¿Cómo será la vida sin echar de vez en cuando una ojeada al firmamento? Tal vez igual, tal vez no varíe mucho, pero personalmente me resultaría asfixiante no hacerlo, simplemente abrumador.  Y partiendo de allí, de todos aquellos que gustamos  ver estrellas, planetas, cometas y más, aunque poco sepamos que son, donde quedan, para donde van y ocasionalmente tratemos infructuosamente identificarlos y en el peor de los casos, fanfarronear con alguien  sobre aquello que no sabemos, para todos nosotros, en determinada época del año, es usual que algo de reojo nos llame la atención, y este algo es posiblemente una de las cosas más hermosas en un cielo nocturno oscuro y despejado;  el cumulo estelar de las Pléyades, una mancha luminosa en la bóveda celeste, que si bien la miramos está compuesta por cinco, siete o nueve estrellas (Taygeta, Pleione, Merope, Maia, Electra, Celaeno, Atlas, Alcyone) todo dependiendo de nuestra visión, colgada en un vecindario llamativo, con la cabeza de Tauro en uno de sus lados con sus características Híades y su estrella mayor Aldebarán, Orión el cazador formado por la roja Betelgeuse, la azul bellatrix, la indiscreta Rigel y la tímida Saiph, su cinturón característico, mejor llamado las tres marías (Alnitak, Alnilam y Mintaka)y colgando de él su espada mágica con su borrosa empuñadura, la nebulosa de Orión, un poco más lejos la deslumbrante Sirio y  la Vía Láctea.




¿Y a qué viene todo esto? Simple, de este cumulo estelar, de las Pléyades vienen nuestras protagonistas.

Acostumbrados estamos a ver las representaciones de los extraterrestres como seres dismorficos, temibles, y hablando llanamente feos.  Pero hubo una época, en los inicios de las ideas de los seres visitantes del espacio, donde necesariamente no tenían que ser así. El mundo de la ufología, como toda corriente literaria e imaginera ha permitido dar chance para que en ella se  dé cabida a cuanta forma de vida extraterrestre consideremos justa.  Por desgracia y dadas nuestras limitaciones son pocas y muy restringidas las variedades que se dan.  Según algunos estudiosos del tema, razas extraterrestres, solamente en nuestra galaxia rozan los miles, como bien lo atestiguan películas como Star Trek o Star Wars, y de esas miles de razas se cree que están o han estado en contacto con los humanos terrícolas de 20 a 100 razas (esto depende del erudito que se consulte) y entre estas están los pleyadianos, y esta es su historia.


En la década de los cincuenta un joven suizo llamado Eduard Albert Meier, trotamundos de profesión, ladrón de poca monta y estafador, afirmaba a su círculo de conocidos que  había entablado contacto con seres de las estrellas, para justificar su historia tenía en su poder una serie de fotografías que recreaban todos sus fabulosos viajes,  durante toda la década del cincuenta y mediados de los sesenta su historia no tuvo mayor relevancia, este tiempo lo dedico a recorrer el mundo, iniciando en su natal Europa, pasando por África y finalizando en Asia, principalmente en la India, donde se adentró en el mundo del budismo, la meditación, los yoguis y quien sabe qué cosas más.

De regreso a Suiza  y gracias a investigadores ufólogos y periodistas amarillistas fue adquiriendo renombre en el mundo “fuera de este mundo” sus historia empezaban a calar en distintos tabloides y diarios, y algunas de sus narraciones ya aparecían en libros dedicados al tema.  Gracias a la pensión que había adquirido producto de la perdida de uno de sus brazos en una de sus correrías por Turquía, se estableció con su esposa  Kalliope Zafrireou mejor conocida como “popi”  y sus tres hijos: Nina, Atlantis y  Bashenko en una granja apacible en los Alpes.

Es aquí donde inicia todo.  Aunque tenía una pequeña fama como contactado, en la década de los setenta exploto un boom mediático a su alrededor, todo esto gracias a las increíbles evidencias que respaldaban sus historias, durante años seres de las pléyades habían estado entablando contacto con él, le habían permitido entrar a sus naves, le habían enseñado secretos, le habían llevado al espacio, al límite del universo conocido, y para rematar también lo habían llevado al pasado,  y todo esto estaba ricamente documentado con fotografías, videos y esporádicamente algún artefacto extraterrestre.  En sus fotos se podían ver nítidas naves alienígenas posando frente a él, relucientes platillos voladores aterrizando frente a su casa, flotillas de artefactos sobrevolando montañas, videos de naves danzando alrededor de árboles cerca a su casa o sobre su cabeza, emitiendo extraños y sobrecogedores sonidos, también tenía fotos de sus viajes estelares, imágenes de Marte, Venus y Júpiter, rodeados de naves nodrizas y estaciones terrícolas,  fotos de estaciones rusas en órbita, una imagen del límite de nuestro universo y su portal al nuevo universo de dónde venían estos seres,  y para completar y no quedaran dudas, imágenes de dinosaurios que él había fotografiado en sus viajes al pasado. Y entre todas esta evidencia sin par había algo que sobresalía sobre todo y sobre lo que se edificaría su fama.  Estos seres estelares, tímidos y reservados evitaban al máximo ser fotografiados, como mucho dejaban ver un brazo sosteniendo un arma laser que disparaba un rayo a un árbol, pero un día cualquiera, de uno de aquellos platillos tres de sus tripulantes permitieron posar ante su cámara, y este hombre afortunado, nos entregó el mejor regalo del mundo.



Aquí hago un paréntesis.  Era un adolescente, embebido en historias de ciencia ficción y cine fantástico, ya llevaba sobre mis hombros el último libro de Star Wars y las historias de Barsoom de Edgar Rice, Von Daniken me mostraba un mundo visitado por guerreros y princesas galácticas culturizadoras en un lejano pasado, y yo me preguntaba, si en algún momento uno de aquellos seres se posaría ante mí, aun guardaba reservas sobre su apariencia, exceptuando  los informes de Daniken, sabía que todo lo demás era solo ciencia ficción,  (aunque el final de la historia de John Carter sembró en mí una inocente duda).  Pero un día, en un programa de la tele, en época de vacaciones, uno de nuestros héroes nacionales, Roberto Tovar Gaitán y su programa historias secretas,  mostró la historia de nuestro personaje Meier, y en uno de los muchos tópicos apareció la imagen que este había tomado aquel día en esa nave, la foto de sus tres tripulantes, portadoras de  altruistas, profundos y preocupantes mensajes.  Allí están esas tres hermosas mujeres de las estrellas, tan hermosas como la princesa Leia Organa, tan sexys como la princesa Dejah Thoris de Barsoom, tan sabias como las diosas que descendían de los cielos en los libros de Daniken;  Allí estaban Asket, Nera y Semjatse.  Dos de ellas rubias hasta los tuétanos, una pelinegra, con sus cortes de cabello setenteros, sus lóbulos de la orejas grandes (en eso se diferenciaban de nosotros) sus pómulos altos, sus narices finas, sus labios sensuales en esas bocas gráciles y pequeñas,  su cuerpo alto y pálido perfectamente armónico.



El primer contacto concreto que Meier tuvo con esta raza del espacio  por medios telepáticos (ya que desde niño e incluso desde una vida pasada había estado en contacto con ellos)  fue en 1942 cuando de una esfera luminosa,  Stafh uno de los comandantes estelares, entabló comunicación mental hasta 1953; cuando este murió de viejo tal vez rozando el milenio de años,  fue relevado por la bella Asket la cual lo encausó hacia su viaje iniciático oriental y quien finalmente le permitiría fotografiar sus naves, posteriormente en 1975 entabló contacto con Semjatse, y fue ella quien permitió que ese humilde servidor ingresase a su nave y fuese participe de todo su conocimiento y sabiduría.  Aquella intergaláctica relación perduro hasta 1995 cuando Ptaah  gran señor pleyadiano  recogió todos los corotos que tenía en nuestro planeta y partió para su mundo Erra, en el sistema Taygeta, para nunca más volver. Este había sido el fin de una relación de cuatro siglos con la tierra. Cabe anotar que Stafh fue el padre de Ptaah y este es el padre de Semjatse y tío de Asket.

¿Y quiénes eran los pleyadianos? 

Son una de las distintas razas extraterrestres que habitan en este cumulo estelar, son de apariencia humanoide, catalogados usualmente entre el grupo de los nórdicos, seres con estatura que varía  entre 1.70 mts y 2.50 mts, rubios, blancos, en algunos casos de piel carmín, ojos azules o verdes. Son esencialmente pacíficos y mucho más evolucionados en el ámbito espiritual.

Los de esta historia en cuestión pertenecen al planeta Erra, (otros viven en el planeta Taro de Alcyone) que se encuentra en el sistemas planetario de la estrella Taygela.  Nos llevan aproximadamente 3000 años en desarrollo tecnológico y son nuestros tutores espaciales.   Su civilización proviene de otro sistema estelar lejano de las pléyades, pues estas siendo  estrellas jóvenes aun no permitían que por medios naturales una civilización tan altamente desarrollada naciera en unos de sus planetas.  Estos maestros espirituales provenían del sistema de Lyra, de donde es originaria la forma de vida humana estándar; la aria, formado por cerca de 14 planetas, algunos de ellos destruidos por guerras interplanetarias, otros destruidos por la explosión de la estrella que formo la nebulosa del anillo, (el ojo de dios).  De allí partieron grupos colonizadores a diferentes estrellas y uno de estos grupos se asentó en las Pléyades, en Taygeta, hace aproximadamente  230000 años, Según algunas versiones algunos de estos grupos exploradores pasaron primero por la tierra dieron origen a nuestra raza y siguieron su camino al cumulo estelar, de modo que en cierta forma somos “primos”.  Ocasionalmente envían grupos de observación, ven como estamos y se van,  y en esto van como 79000 años, aunque en alguna época de un remoto, muy remoto pasado, la raza humana fue aniquilada por algún grupo de estos seres.  De ahí que parte de la agresividad que nos caracteriza derive de ellos, raza que a pesar de ser pacifica, se encuentra frecuentemente inmersa en guerras estelares, principalmente con civilizaciones del sistema de Orión, situación que se encuentra en una tensa calma gracias a algo semejante a la ONU espacial llamada concejo andromedano.  Los pleyadianos a la vez están asesorados por seres de un universo alterno, el universo DAL, cuya civilización es  300 años superior a la de ellos. 



Sobre su estilo de vida, usualmente llegan a los mil años, permanecen en la escuela hasta los 70 años donde aprenden aproximadamente 12 profesiones, se casan después de los 100 años, eso si luego de pasar unas serie de estrictas pruebas.  Viven en un planeta algo menor que la Tierra, donde su número no supera los 400000 ya que gracias a su desarrollo, han entendido que eso de superar los miles de millones no es muy bueno para nadie. Son asistidos por complejos robots y su hogar es lo más semejante al universo que nos pintan los diversos grupos evangélicos propagandísticos, un mundo de armonía y belleza donde estos seres guardan celosamente los distintos tipos de vida que han existido en este mundo y en otros de características similares, algo así como un gran museo galáctico.

Nuestras tres bellas tripulantes, dos eran de Erra: Asket sobrina de Ptaah señor de los pleyadianos y Semjatse hija de este (con cerca de 300 años y hasta donde supe solterita) Nera no era de Erra, proviene del universo DAL, un universo alterno al nuestro cuyas civilizaciones contactaron con la pleyadiana hace muchos años y desde entonces han entablado un nutrido intercambio sociocultural.

Durante todos los años de contacto, Semjatse le entrego a Billy una serie de mensajes  en donde explicaba quiénes eran ellos, la historia de la humanidad  (entendiendo esta como la de todos los seres de aspecto humanoide en la galaxia) el mecanismo por el cual viajaban por el espacio y cómo funcionaban sus naves (captando fotones y utilizando los taquiones para ingresar al inter o hiperespacio), dio la explicación sobre quien era Dios, el sentido de la creación y nuestro papel en el universo, aparte de lanzar serias advertencias sobre nuestra supervivencia como especie si continuábamos en la corriente consumista y belicista de los últimos años, pues ellos solo rescatarían unos pocos ya que no les estaba permitido interferir directamente en las acciones de los seres vivos de cada planeta.
¿Y en que terminó la historia?

Billy Meier continua viviendo en su granja  de todo aquello que le habían dejado sus amigos estelares (me parecía que había muerto pero por lo visto aún sigue como si nada)
Después de múltiples estudios a sus fotos y videos, se demostró que todas eran montajes, algunos bastante burdos con maquetas colgando de hilos, tapas de canecas y platos pegados unos con otros, lo curioso fue que su propia esposa, (ex esposa) fue una de las que se encargó de desenmascararlo al entregar algunos de los negativos y maquetas que nuestro venerable anciano utilizaba para sus  puestas en escenas.  Asket, Nera y Semjatse, pasaron de ser comandantes estelares a bailarinas de un viejo programa de tv de un especial navideño, me imagino que en algún momento, Billy sentado en su casa pensando donde encontrar el modelo para sus mensajeros celestiales, vio aquel programa en su tv y rápidamente saco su cámara, enfoco la pantalla y disparo el flash para que Michelle Della Fave, Susan Lund  y Wanda Bailey, quedaran enmarcadas para la posteridad como las damas de las estrellas.   Las fotos de los dinosaurios, ciudades del futuro y límites universales,  se sacaron con la misma técnica, se fotografiaron cuadros de los famosos ilustradores  Burian y Knight y pim pam pum ya tenía mis prehistóricos amigos desenfocados listos para la venta.



Curiosamente a pesar de la evidencia en su contra, lo incongruente de algunas de sus aseveraciones, la poca correlación con los nuevos hallazgos científicos y lo infantil de algunas de sus fotos y videos; muchos (miles) creyeron sus historias,  unieron sus relatos con distintas corrientes de pensamiento esotérico y de new age, complementaron su historia con las de otros contactados y finalmente crearon una historia congruente, una mentira luego de ser contada mil veces , se convirtió en verdad.

Cuando le preguntaron sobre los fraudes de sus fotos todo eso se lo achaco a los hombres de negro, cuando le preguntaron sobre las tres bailarinas dijo que eran ellas las que se parecían a las extraterrestres, si le preguntaban el porqué de lo borrosas de sus imágenes, era producto de la radiación de las naves y a defectos ópticos causados por las alteraciones espacio temporales, cuando le dijeron que era imposible que una civilización creciera en el cumulo de las Pléyades el dio la historia de los lyranos, y para que no quedaran dudas ubico a Erra y los otros sistemas planetarios en el universo alterno DAL, están en las Pléyades pero no están,   finalmente toda su historia se fue convirtiendo en un culto cuasi religioso, los extraterrestres se convirtieron en hermanos mayores, hermanos de luz, algo semejante a ángeles, a tal punto que es usual ver sus “fotos” de hombres rubios embutidos en trajes azules pegados al cuerpo, con un aura sobre su cabeza y una mano saludándonos, en cuanto consultorio esotérico, y sala familiar de tendencias nueva era se encuentre por ahí.  La confederación galáctica evidenció su influencia sobre nuestro particular y especial planeta y actualmente nos vigila y apoya desde bases ubicadas en Ganimedes una de las lunas de Jupiter, naves nodrizas deambulantes,  bases submarinas y portales interdimencionales, Ptaah no sé si aún está al mando, creo que fue relevado por Ashtar,  que junto a Jesús de Nazaret comandan una flotilla pleyadiana en algún lugar de nuestro sistema.




Es una lástima tanta parafernalia milenarista y mágica creada sobre estos seres, los prefería como en un principio, surcando los cielos en platillos volantes y oscilantes, aterrizando en bosques y llevando parroquianos despistados a sus naves para mostrarles su desarrollada tecnología,  con comandantes hermosas y austeras, en videos y fotos rocambolescos, a la espera de partir a las estrellas siempre titilantes en una noche de verano entre el cantar de las aves nocturnas, el sonido de los grillos y el viento moviendo las ramas de los árboles.





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